jueves, 29 de diciembre de 2011

Estado del Bienestar: la propuesta de Europa...

"El Estado del Bienestar es la propuesta de la Unión Europea para el mundo. Sin eso la democracia perdería profundidad y, seguramente, también la Unión perdería parte de su sentido. Y para poder mantener esa propuesta los economistas tenemos que impulsar las reformas que sean necesarias para mantener el pulso de nuestra economía. Continuamente oímos que nuestra economía necesita más mercado y reformas estructurales. Y sí, sin duda lo necesita. Pero tenemos también la obligación de impedir que nuestro lenguaje sea tergiversado con palabras y conceptos que manipulan el pensamiento económico que nuestros maestros nos han trasmitido, que nuestra experiencia como profesionales de la economía nos ha enseñado.

Por esta razón, los economistas debemos rescatar del lodo en el que están siendo ahogados, desde las instancias más conservadoras, los conceptos, entre otros muchos, de mercado y de reforma estructural. Con toda energía debemos afirmar que reestructurar no es desregular y que las reformas estructurales no pueden ser las reformas laborales que se anuncian, conducentes a diluir los derechos de los trabajadores. Los economistas –fundamentalmente nuestros jóvenes economistas- deben saber que reformar y desregular no son sinónimos y que no pocas reformas estructurales son necesarias antes que las que sólo pretenden la flexibilización del mercado laboral a través de la desregulación y la precarización. Combatir la torre de babel en la que nos sumen poderosos intereses empieza a ser para los economistas tarea imprescindible si no queremos que nos arranquen las palabras, que nos dejen mudos.

Y por eso los economistas debemos declarar que no son los mercados los responsables de la crisis. Los responsables son los No mercados, en los que las barreras de entrada y de salida son infranqueables, en los que la información es privilegio de pocos, en los que la concentración oligopolística adquiere mayor poder que el gobierno de los ciudadanos. Y en esta situación son los gobiernos los que deben intervenir para impedir que los No mercados gobiernen por encima de los intereses generales. Se trata, al fin, de que los mercados funcionen aunque para ello necesiten las muletas del Estado, de la regulación o, simplemente, de la pura intervención pública para evitar las ineficiencias asociadas a las imperfecciones.

Mercados y regulación no son incompatibles sino expresión de una misma cosa. Liberalización y regulación son conceptos complementarios, inseparables, porque los requisitos que los economistas hemos formulado para que los mercados aporten eficiencia al progreso y al bienestar sólo están presentes, cuando lo están, de manera imperfecta, y en ocasiones en sectores económicos de alcance sistémico con resultados letales para el bienestar. O en el progreso y en la riqueza estamos todos, o ni el progreso existirá ni la riqueza interesará a nadie más que a sus poseedores. Tampoco interesarían las instituciones ni el Estado. La sociedad devendría una sociedad dual. Esta no es la propuesta de la Unión Europea ni a sus ciudadanos ni al mundo.

Economistas Frente a la Crisis señaló, en su primer Manifiesto (de hace 6 meses), que el primer objetivo de toda política económica es perseguir la máxima utilización de los recursos productivos disponibles y, entre ellos y en primer lugar, del empleo. Hoy ya se solicitan desde instancias relevantes funciones para el BCE más cercanas a las que detenta el Banco de Inglaterra o la Reserva Federal. No sólo la estabilidad de precios, también el empleo y el crecimiento debiera ser una responsabilidad compartida por todas las instituciones de la Unión, con el BCE a la cabeza. Pero el “nuevo pacto presupuestario” y las “herramientas de estabilización” acordados el 9 de diciembre de 2011 por los Jefes de Estado y de Gobierno de la Zona Euro, agudizarán la crisis. No estamos ante un problema de inflación sino de estancamiento originado por la imposición de rápidas reducciones del déficit público. Pero estos acuerdos no son el resultado de un mal diagnóstico –los gobiernos, las instituciones y Alemania disponen, sin duda, de competentes economistas- sino de la nueva concepción de Europa que el gobierno alemán, conservador y nacionalista, está logrando imponer. Siempre hemos insistido en la necesidad de avanzar hacia una gobernanza europea común de la Unión frente al sesgo insolidario de esa gobernanza.

Economistas Frente a la Crisis calificó de artera la utilización de la austeridad y de la estabilidad presupuestaria como argumento para debilitar la prestación de servicios básicos como la educación y la sanidad y señaló el sin sentido de políticas procíclicas y contractivas en un contexto en el que los problemas se centran en torno al paro y al estancamiento y no a la inflación. Austeridad siempre. Derroche o despilfarro nunca. Pero austeridad no es el déficit cero... Es eficiencia en la inversión y en el gasto. Para ello se deberán establecer metodologías públicas para una "declaración del impacto económico" de las decisiones correspondientes y condicionarlas al retorno económico y social que las justifique. Así la austeridad quedaría justificada en la eficiencia de la gestión pública del gasto y de la inversión y no caería bajo esa manipulación, de lo que no es más que una campaña ideológica subliminal.

Ahora, sin complejos –como tampoco los tuvimos antes- debemos decir que las reformas estructurales son necesarias para restaurar la operatividad de los mercados, aumentar la productividad del trabajo y la competitividad de la economía. Pero no son las que desde las instituciones europeas nos llegan. Desde este manifiesto, ponemos algunas propuestas sobre la mesa del debate:

1- De las reformas laborales y la Gobernanza Corporativa. La productividad del trabajo no sólo depende de las reformas laborales que deberán ser abordadas desde el consenso entre los agentes sociales, sino también, y de manera determinante, de la organización del trabajo, de la capacidad de innovación, del stock de capital de las empresas y de los aciertos de la gestión empresarial que se desenvuelve, irremediablemente, en el contexto de la globalización. Los sindicatos no pueden ser ajenos a estas cuestiones –y no deberán serlo: es clara la relación directa entre mayor productividad y mayores derechos de negociación- pero implican, en primer lugar, a los empresarios y a quienes ejercen esa función. La mayor parte de responsabilidad sobre la velocidad de crecimiento de la productividad corresponde a los que pueden tomar las decisiones sobre el cambio tecnológico y la inversión en la empresa. Las reformas laborales que puedan ser acometidas no pueden ignorar esta cuestión crucial, casi siempre ignorada.

Considerar el factor trabajo y los salarios sólo como un coste variable que pueda ajustarse, sin más, a la marcha de los negocios, según convenga a los márgenes pre asignados a los capitales invertidos y a las altas remuneraciones de los administradores, es el mayor incentivo que una reforma puede conceder a la ineficiencia y a la irresponsabilidad o impericia de los empresarios en relación con la organización del trabajo, la innovación y la gestión industrial, comercial y financiera. El salario es la base de la demanda agregada de la economía y el único ingreso de la mayoría de los trabajadores para atender a sus necesidades vitales. Poner el acento de las reformas laborales exclusivamente en la contención salarial y en la austeridad no contribuirá a la recuperación de las economías europeas. Sólo a la agudización y prolongación de la crisis.

Toda reforma laboral que pretenda el calificativo de estructural, debiera centrar sus preocupaciones en la regulación de la gobernanza corporativa y en la organización del trabajo en las empresas. El control de las retribuciones de los ejecutivos, el destino de los beneficios empresariales y la creación de servicios y auditorías laborales conducentes al aumento de la productividad de los factores, deben constituir ejes de las reformas laborales y corporativas. Como primer y tímido paso en la buena dirección: la conversión en contratos indefinidos de los contratos temporales encadenados que mantienen las administraciones en la enseñanza y en la sanidad.

Las propuestas que se están poniendo sobre la mesa, tendentes a desmembrar las negociaciones de los convenios laborales, no buscan tanto la eficiencia del mercado de trabajo y la recuperación del empleo, sino el debilitamiento de la fuerza sindical de los trabajadores, seguramente el último reducto que queda para contener el deterioro del estado del bienestar. Thatcher en la memoria: reducir primero el poder sindical para encoger después el Estado del Bienestar.

2- Del Sistema Financiero. La dación de los activos inmobiliarios de particulares y promotores en pago de las deudas que garantizan, provocaría elevadas pérdidas a la banca española. Esta es la demostración de que detrás de la burbuja inmobiliaria están los pulmones de la banca que han hinchado el globo por encima de valores prudentes. El diferencial de costes entre los recursos pasivos y activos de la banca, unido a sistemas de incentivos que premian los beneficios sin relación con el riesgo, está en los fundamentos de la especulación sobre el valor del suelo y de la cultura del ladrillo que ahora nos amenaza a todos con el abismo de las restricciones del crédito e, incluso, de las quiebras bancarias.

El interés general exige el rescate de la banca. ¿Pero qué rescate? ¿Banco bueno o banco malo? El crédito debe volver a fluir y sólo el desapalancamiento de la banca, con la restauración de sus ratios de solvencia, podrá restablecer su función en la economía, imprescindible porque es sistémica. Al Estado le corresponde lograr urgentemente y de manera imperativa ese restablecimiento. ¿Sacamos de los bancos sus activos contablemente inflados o tóxicos para ubicarlos en bancos malos en los que las aportaciones públicas cubran los agujeros y el relajamiento de las normas contables lamine en el tiempo su impacto? Si hiciéramos tal cosa estaríamos amnistiando la irresponsabilidad que ha incentivado prácticas financieras no ajenas a la generación de esta crisis.

La contabilidad debe recuperar su prestigio y lo que vale menos debe tener su reflejo en los balances de los bancos. Eso es información y transparencia, ambas imprescindibles para la recuperación de la confianza en las instituciones. Dar visibilidad a los agujeros allá donde se hallen permitirá a los accionistas y a las administraciones exigir las responsabilidades que correspondan a los gestores y a los reguladores. Y permitirá que las pérdidas, si existieran, sean asumidas por un accionariado indiferente al cortoplacismo y complaciente con sus gestores. El Estado se sentaría en los Consejos de Administración para garantizar la recuperación de aquellos fondos preferentes que, en defensa del interés de los ciudadanos, hayan tenido que ser aportados desde los fondos fiscales. El Estado deberá garantizar, por todos los medios, el desapalancamiento de la banca para restaurar los flujos del crédito. Pero Bancos malos no; sólo son la solución de los malos banqueros. No olvidemos que el Banco malo es una forma de socialización de pérdidas privadas con su conversión en deuda pública.

Esta es la reforma estructural que necesita la banca para que el crédito fluya. Inspección, regulación y recapitalización. La desregulación hasta aquí nos ha traído. Su trayecto ha llegado ya al final.

3- Del sistema fiscal. Los adjetivos que apellidan los grandes conceptos de la construcción europea son casi siempre sospechosos: “nuestro objetivo es un estado del bienestar sostenible. Sostenible. Otra palabra manipulada que esconde una propuesta de estado de bienestar de menor calidad, con menor coste. Con menor coste para no tener que acometer la reforma fiscal que necesita España para acercar su presión fiscal a la media de los países de la Unión que encabezan las prestaciones sociales, la calidad de su educación y sanidad, la protección a los dependientes, la defensa del medioambiente, los equilibrios territoriales, el bienestar de sus jubilados, el mayor crecimiento económico, la mayor renta de sus ciudadanos.

Revisar el Impuesto de Sociedades para acercar su tipo real a su tipo nominal, el primero entre los más bajos de la Unión, el segundo entre los más altos; reforzar los recursos de la Inspección de Hacienda sobre las grandes compañías y ciertas actividades profesionales, responsables de la mayor parte del fraude; incentivar fiscalmente la creación de nuevas empresas y la contratación de los primeros empleos; restaurar la progresividad del impuesto sobre la renta e igualar la presión sobre las rentas del capital a la que soportan las rentas del trabajo, implantar un impuesto sobre las grandes fortunas, constituyen, todo ello, algunos de los ejes sobre los que debiera pivotar una reforma estructural de nuestro sistema fiscal.

Los déficits fiscales continuos, con un comportamiento autista respecto al ciclo económico, son letales para la sostenibilidad de la deuda pública y conducen a la catástrofe. Pero es completamente ilusorio y carece de fundamento científico solvente basar la eficiencia fiscal en la reducción de la presión fiscal. El dinero no siempre está mejor en manos de los individuos si el estado del bienestar es la propuesta de Europa para el mundo y el soporte de la convivencia social en un Estado democrático. Una gestión contracíclica del saldo presupuestario necesita una capacidad recaudatoria que pueda responder a las crisis con un aumento del gasto para limitar el aumento del déficit y el deterioro de la deuda a cotas insostenibles. De otra manera reduciríamos el Estado a mero administrador de sus ingresos y gastos corrientes; transferiríamos al sector privado un inmenso negocio sobre las pensiones, la sanidad, la educación, las infraestructuras… Tal vez sea esta la explicación que nos falta para comprender la trastienda de una política económica que nos dejaría de parecer contraria al sentido común para parecernos contraria al interés general.

4- De la Gobernanza Europea. La crisis de deuda soberana que sufre Europa, se ha agravado en los últimos meses debido a la política contractiva impuesta desde la mayoría conservadora que gobierna las instituciones de la Unión Europea, el Partido Popular Europeo, bajo el desvirtuado eslogan de la austeridad. El planteamiento de la necesaria consolidación fiscal en plazos muy restrictivos y sin discriminar entre las dispares estructuras de la deuda total que presentan los Estados miembros, ha acentuado la situación de estancamiento de la eurozona, particularmente de España, comprometiendo la recuperación de los ingresos fiscales que serían necesarios para no deteriorar la solvencia del Estado.
Las posiciones mantenidas por Alemania no están contribuyendo, de ningún modo, a la mayor gobernanza económica de la zona euro. Muy al contrario, Alemania mantiene posiciones contrarias a la integración fiscal de la zona en tres aspectos clave: (1) la ampliación del mandato del BCE para que asuma un papel activo en relación con el crecimiento y el empleo, ahora limitado a la estabilidad de precios; (2) la consolidación del mecanismo europeo de rescate ante crisis financieras, y (3) la mutualización del riesgo a través de los eurobonos. Estas cuestiones, constituyen, en el momento actual, las que de manera urgente debieran ser abordadas en el camino hacia “una mayor gobernanza económica de la zona euro”. En cualquier caso ya es dramáticamente urgente que el BCE se convierta en un cortafuegos creíble frente al deterioro de las deudas soberanas.

El problema de la deuda española reside en el elevado endeudamiento privado, no en el volumen de la deuda pública que presenta sobre el PIB uno de los mejores ratios de la eurozona. Y es, precisamente, la rápida consolidación fiscal la que no contribuye como debiera, desde el gasto público, a los estímulos expansivos que necesitan los deudores privados para hacer frente, en menor tiempo y con menores dificultades, a sus compromisos financieros. Por consiguiente, de la mal llamada austeridad no sólo sufren los ingresos del Estado y los servicios esenciales que configuran el estado del bienestar, sufre la economía en su conjunto: las empresas y el empleo.

La reciente constitucionalización del principio de estabilidad presupuestaria que dará cobertura a la gestión del saldo presupuestario mediante una regla automática, carece de argumentos económicos consistentes y su explicación sólo puede buscarse en motivos de naturaleza política relacionados con un gran chantaje: a cambio de controlar la “hemorragia” de nuestra deuda, la gibarización de nuestro Estado. Es la imposición vicaria de un BCE cada vez más ajeno a las necesidades de los Estados. Los intereses generales no pueden dejarse abandonados a “reglas de oro”, recetas ya inservibles que la realidad de la crisis refuta, y que esconden, con el recurso a automatismos tan solo supuestamente técnicos, desconfianza en la propia democracia.

Una reforma estructural de la Gobernanza Europea, que confiera al Parlamento Europeo la capacidad de elegir el gobierno de las instituciones europeas, es el único principio que podría legitimar las decisiones que emanen de la Unión Europea.

5- De la energía. La energía y su suministro, como el dinero y los servicios financieros, es un bien y un servicio que impregna todas las actividades de los individuos y de las empresas. Incluso en algunos sectores productivos su coste es superior al coste del trabajo. Su regulación es, por consiguiente, esencial para que el impacto de su coste y de su calidad contribuya a la competitividad de la economía.

En España estamos muy lejos de esa contribución. Una profunda reforma estructural debe conducir los precios que pagan los consumidores a los costes reales y justificados de su producción, de su abastecimiento y de su suministro. Esto es especialmente cierto para la electricidad cuyo mercado solo alcanza a revelar los costes de la producción de mayor coste que cubre la última unidad de electricidad consumida generando beneficios injustificados (incompatibles con el interés general) en segmentos que escapan a los mercados y a la competencia, tales son las grandes concesiones hidroeléctricas y las centrales nucleares. Y es especialmente cierto también, porque la electricidad es el principal vector energético que puede permitir el aprovechamiento masivo de recursos autóctonos renovables, cuestión no sólo clave para la gestión de la mayor amenaza que gravita sobre nuestro Planeta –el Cambio Climático- sino también para alcanzar, en el medio plazo, la mayor contribución a la competitividad de nuestra economía que pueda imaginarse: independencia energética, innovación, creación de empleo, mejora de nuestra balanza de pagos, contención de la contaminación medioambiental inherente al crecimiento económico, y disminución de costes para las familias y las empresas. Para ello, tan profunda tendrá que ser la reforma estructural necesaria que la regulación de la energía deberá partir desde cero. Naturalmente todo ello sin menoscabo de la seguridad jurídica y de la confianza legítima que debe presidir toda reforma en defensa de los ciudadanos, las empresas, las instituciones y el Estado de Derecho.

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Las reformas que se acometan deben poner las bases para garantizar la corrección de la creciente desigualdad que se está imponiendo en los Estados de la Unión Europea. Europa es su Estado del Bienestar. Su retroceso, pondría en cuestión el propio proyecto de la integración europea.

Los abajo firmantes, porque consideramos que los economistas tenemos la obligación de devolver a la sociedad los conocimientos que la sociedad nos ha permitido adquirir, hacemos un llamamiento a los economistas para que contribuyan, desde el debate, a una salida progresista a la crisis. Necesitamos más mercado y más reformas estructurales, pero no las que están imponiendose. Esas son las de siempre, las que nos trajeron hasta esta crisis. Por ello, Economistas Frente a la Crisis, abierto a todos los economistas y ciudadanos que compartan nuestra preocupación, seguirá estando presente aportando sus análisis y sus propuestas. En juego está el Estado del Bienestar, es decir, la Europa del progreso."


(Segundo Manifiesto..., diciembre del 2011)

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Con frío -¿como los puercoespines?- hay que ir

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«Como los erizos, ya sabéis, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor: el resultado fue, ya sabéis, como en los erizos...» (Luis Cernuda: 'Donde habite el olvido').


El "dilema del puercoespín o de los erizos" es una parábola escrita por Arthur Schopenhauer en su obra 'Parerga und Paralipomena' (1851):

En un día muy helado, un grupo de ellos que se encuentran cerca sienten simultáneamente gran necesidad de calor. Para satisfacer su necesidad, buscan la proximidad corporal de los otros, pero mientras más se acercan, más dolor causan las púas del cuerpo del vecino. Sin embargo, debido a que el alejarse va acompañado de la sensación de frío, se ven obligados a ir cambiando su distancia hasta que aciertan con aquella (más soportable) separación óptima que les resulte posible.


La idea, pues, que dicha parábola quiere transmitir es que cuanto más cercana sea la relación entre dos seres más probable será que puedan hacerse daño uno al otro; al tiempo que, por el extremo contrario, cuanto más lejana sea su relación tanto más probable será el que puedan llegar hasta morirse de frío...

Sigmund Freud cita esta parábola de Schopenhauer en una nota a pie de página de su ensayo 'Psicología de las masas y análisis del yo':

«Consideremos el modo en que los seres humanos en general se comportan afectivamente entre sí. Según el famoso símil de Schopenhauer sobre los puercoespines que se congelaban, ninguno soporta cualquier aproximación demasiado íntima de los otros»

domingo, 18 de diciembre de 2011

Aquí servidores públicos no sobran sino, solo, defraudadores; y cúpula patronal amparando!

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Un "microsalario (reducido) a 400 €/mes"... garantizará 'Productividades' (competitivas) a los Empresarios ya (fiscalmente) subvencionados que por dar (tamaño) 'Empleo' exigen "Beneficio (sin límite)" como premisa para su 'Inversión (con riesgos) emprendedora'... Esta es aquí ahora la última gracieta -inventada por los ins@ciables de siempre jamás y coreada sin seso desde unos u otros partidismos en ambas orillas...- del consensuao discurrir único que húndenos con la Crisis: invitan a que copiemos cualquier ajena miseria puntual, en este caso dicen que alemana, ¡pero sin embargo -¡qué casualidad más inadvertible, al parecer!- ninguno de sus mayores logros (con pensiones y salario medio muy superiores) o riqueza (PIB, rentas e inversión) per capita por cuanto a todo el Bienestar ciudadano del conjunto social!
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Portada reciente del 'Economista', en pleno apuro supuesto de todos...


"El presidente de la Patronal española ha vuelto a insistir en que sobran funcionarios en España y que hay que poder despedirlos igual que a los trabajadores de la empresa privada (Nada nuevo, pues desde que llegó al cargo viene diciendo que en 'Hay más de 150.000 funcionarios del Estado que no tienen trabajo que hacer', 26.11.2010)...

Veamos qué hay de verdad, o no, en ello.

El porcentaje de personas adultas que trabajaban para el sector público en España durante 2008 era del 13% del total de la población activa, uno de los más bajos entre la UE-15 (sólo 16%); y en los países europeos cuyas economías son de las más competitivas y eficientes del mundo, según la OCDE, ese porcentaje era aún mayor: 26% en Dinamarca, 22% en Suecia o 19% en Finlandia.

En España, pues, no sobran sino que faltan funcionarios, al menos comparando con nuestros países vecinos en donde la cosa funciona mucho mejor. Y eso es el resultado, principalmente, de que nuestro Estado de bienestar está menos desarrollado porque el gasto social es aquí bastante más bajo que en la Europa de los 15 (aproximadamente un 72% de su promedio, sólo) para nosotros.

Pero eso no es lo peor de lo que no sabe o de lo que oculta el líder de la patronal. El número de empleados públicos en España es de unos de 3,1 millones y se calcula que los, muy sostenibles, costes de sus nóminas vienen siendo -aun, hasta hoy, con todo lo que se diga...- poco más de unos 100.000 millones de euros anuales.

Mas el colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) ha estimado que la evasión fiscal de grandes fortunas, corporaciones y empresas alcanzó los 42.711 millones de euros en 2010 (Actualidad Gestha: 'El 72% del fraude fiscal lo hacen grandes empresas'); o sea, casi un 40% de la citada cantidad que nos cuestan los más de tres millones de empleados públicos españoles, y también casi una mitad que los cerca de 100.000 millones del déficit público en ese último ejercicio.

Es evidente, pues, que la patronal no propone reducir el número de funcionarios (como también recortar los gastos en educación, salud, pensiones o servicios a las personas dependientes) porque aquí se gaste mucho para esos conceptos; sino porque quieren que las grandes fortunas y capitales defrauden aún más y paguen menos todavía en Hacienda.

Por otra parte, es verdaderamente aberrante y demencial que un dirigente empresarial prefiera que hubiese 150.000 personas menos con ingresos en la economía, debilitando la demanda general y los beneficios en miles de pymes o 'pequeños y medianos empresarios' afiliados a su propia organización patronal, solo para evitar así que la exigua minoría de privilegiados a quien defiende (que no la totalidad de los empresarios) contribuya como los demás al progreso social.

La conclusión es sencilla: en España no sobran funcionarios sino defraudadores que usan para encubrirse a los dirigentes de la patronal."



Juan Torres López: 'En España no sobran funcionarios sino defraudadores y los dirigentes patronales que los encubren'.



[ Véase gráfico sobre Productividad más Empleo comentado ]


miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cómo, por qué y cuál es aquí hoy el impacto de la crisis sobre Desigualdades en trabajos o paro

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."...Formación es premisa necesaria para el progreso económico, mas no suficiente. Nuestra organización institucional debe tener configuración tal que le saque su máximo partido, incentivando producción de riqueza para poder así ampliar claramente las proporciones en puestos altamente cualificados y productivos, y elevar el bienestar colectivo aumentando los márgenes de la redistribución.

Un punto claramente relacionado con tal productividad es el bajo nivel formativo del empresariado. Los empleadores varones adultos (españoles de 30 a 54 años de edad) tienen una proporción de titulados universitarios del 20'6%, menos de una mitad que la de los asalariados públicos (45'1%) y también inferior a lo de sus propios empleados en el sector privado de la industria y los servicios (22,8%).


Como muestra de la evolución en ese colectivo, los empleadores que no alcanzaron estudios post-obligatorios eran un 55'1% hasta 2000, el 45'5% en 2007 y aun 41'5% para el último 2010. Aunque se ha producido una mejora, ésta sigue siendo menor que la experimentada por el conjunto de la población con esas edades. Entre los varones españoles adultos, para ser empresario sigue sin ser necesario tener estudios de alto nivel: 4 de cada 5 no son universitarios, y 2 de ellos no han ido más allá de la enseñanza obligatoria.


En lugar de que sean los conocimientos el motor de la empresa, se diría más bien que sucede lo contrario: cuando no se 'tienen estudios', hay que seguir supliendo la carencia de capital humano con capital físico y más esfuerzos. La jornada de los empleadores es mayor cuanto menor formación tienen. Según la EPA del primer trimestre de 2010, los empleadores trabajan efectivamente 52'7 horas semanales los de primaria, 50'2 con secundaria y 40'7 quienes tienen título universitario. Entre nuestros varones adultos, los asalariados han hecho una jornada efectiva media de 34'1 horas, sin diferencias apreciables por su nivel de estudios; las mujeres equivalentes trabajaron 30'6 horas y los varones asalariados del sector privado alrededor de 39 horas a la semana.


Así que, con esas jornadas, los padres prefieren que sus hijos sean funcionarios: según el barómetro 2311 del CIS, un 55% así lo recomendaría frente al 13% que les aconseja trabajar en una empresa privada (...)


Llegados al año 1985, las sucesivas crisis fueron acentuando diferencias en tasa de empleo entre los niveles educativos... La situación de los ocupados universitarios se ha estabilizado de forma notable y se parecía independizar con respecto a la marcha general de la economía, sin dejarse influir por las profundas variaciones del empleo total.


Pero la trayectoria de los de primaria fue bien diferente: tras perder 12 puntos porcentuales en la primera crisis de nueve años, recuperan 4 puntos en los cinco siguientes años. A continuación perdían 9 puntos en seis años y volvieron a recuperar solo 4 en el siguiente cuatrienio, para llegar al 2000 con una tasa del 83'9%; precisamente hasta lo mismo que durante 1985, en lo más profundo de la 'crisis del petróleo'.


Desde dicho año, la competencia de los inmigrantes les hizo aun perder 2 puntos hasta 2007, pese a ser entonces una fase con expansión del empleo sin precedentes. Y después, cuando llega esta crisis vuelven a perder 16 puntos en 2'5 años (...)


Mientras con aquella otra previa de 1976 a 1985 se pudo constatar que sucedía lo contrario, hoy, la dureza en esta crisis actual es mayor cuanto más jóvenes son los afectados (...) Como epítome del grado de contundencia con que la crisis ha impactado sobre el empleo de los varones con estudios primarios puede seguirse la trayectoria de las cohortes para los nacidos entre 1981 y 1985: en 2001, con 16 a 20 años, estaban ocupados el 53%; seis más tarde, para 2007, habían alcanzado el 77%, que era la mejor tasa para cualquier colectivo con esa edad desde 1978; en 2009, con 24 a 28 años descendieron al 50% ya, perdiendo sobradamente todo lo ganado en los ocho ejercicios anteriores y situándose hasta 30 puntos por debajo del 80% que habrían logrado de poder mantener aquella trayectoria hasta dos años antes llevada (...)


El problema para un futuro inmediato es que quienes han alcanzado como máximo ESO, con esta llegada de la crisis han caído casi 16 puntos, del 85'9% al 70'2%. Esto les coloca por debajo de la tasa de empleo que tenían los de primaria durante la expansión anterior (el 73'1%, tan solo tres años antes) y son un colectivo estable con más de 3 millones de varones. Se diría que van a ocupar la pésima situación laboral sufrida por los de primaria en esta actualidad.


Con tales antecedentes y previsiones, negar la necesidad o urgencia de una solución para esos colectivos en la configuración del mercado de trabajo equivale al condenarlos a una suerte de 'muerte civil' (laboral), como decía Miguel de Cervantes. Concederles títulos de formación profesional en función de su experiencia con el puesto de trabajo es una solución nominalista que no cambiará sustancialmente ninguna posición relativa dentro del mercado de trabajo (...)


El comportamiento convulso de nuestro mercado laboral multiplica las 'finalizaciones' que no tienen efecto sobre su mantenimiento en el puesto de trabajo, ya que se le renueva contrato al mismo trabajador sin soluciones de continuidad. Para captar esta rotación real es necesario medir situaciones del no-empleo y dinámicas en 'desocupaciones' (quien, habiéndolo hecho el año anterior, actualmente ya no trabaja pese a continuar en edades activas)... En España son destacadamente las mayores entre los países con un tamaño del mismo orden de magnitud.


Únicamente superados por aquellos pocos de Finlandia, los varones españoles tienen una desocupación trimestral (203%) doble que la media del resto de los países; y la de las mujeres es cerca del triple (¡282%!). Durante 2005, uno de los mejores años con expansión del empleo, hemos destacado como aquel país en el que máxima llegó a ser la proporción de los que solo recuperan el trabajo tras llegar al 4º trimestre consecutivo desde que dejaron de trabajar. Eso pone de relieve que, también durante las expansiones del empleo, en España es donde hubo mayor rotación y desocupaciones mientras el paro se redujo de forma apreciable (...)


Desde 2000 hasta 2004 fue creciendo la diferencia entre los extranjeros Ocupados -en la EPA- y las afiliaciones registradas a la Seguridad Social de los mismos extranjeros. La regularización de 2005 consigue una importante disminución inicial de esa diferencia en términos absolutos y relativos. Pero a partir de 2006 se estabilizan las proporciones de los extranjeros laboralmente irregulares, con una media del 29% hasta el primer trimestre de 2010. Si, pese a variaciones, englobamos el periodo de los 6 años que van de 2004 as 2009, se computa una media de 715.000 extranjeros 'irregulares' respecto de la Seguridad Social: en 2009 fueron 726.000.


Esta presencia de forma continuada de un contingente tan copioso de trabajadores fuera del sistema fiscal español ha supuesto una verdadera 'reforma laboral' encubierta por el margen de ocupaciones con menor nivel de nuestro sistema productivo, que muy probablemente no encontrarían demanda solvente si se cumpliere con las obligaciones institucionales vigentes. Por ello, se puede interpretar que dicho tiempo de irregularidades ha venido siendo una especie de coste por la regularización que los nuevos inmigrantes han tenido que 'pagar' a medida que iban llegando al país (...)


Quizá pudiera ser momento de observar el papel que ha venido cumpliendo en el mercado de trabajo español la masiva importación de desigualdad que ha supuesto la inmigración. So capa de la solidaridad con los extranjeros, se ha utilizado colectivamente la llegada masiva de inmigrantes 'económicos' para llevar a cabo una cierta o sui generis 'reforma laboral parcial y encubierta' de hecho, que no de derecho.


Durante los años con expansión, los varones tenían la mitad de desocupación que las mujeres, con un ritmo de recuperación del empleo algo más rápido y completo... La llegada de la crisis ha igualado en gran medida la situación de ambos sexos, ya que los varones vieron empeorar todos los componentes aludidos, mientras que las mujeres mantenían igualación casi exacta con la dinámica masculina.


El crecimiento del empleo público durante la última década vino acompañado de incremento en la temporalidad para los contratos (tal tendencia posibilita una gran arbitrariedad en las contrataciones y renovación de sus contratos, ya que no parece acorde con la 'prioridad del mérito y la capacidad en el acceso' ni tampoco con ninguna 'consolidación del trabajo' entre las Administraciones Públicas)...hasta el extremo de coincidir con el sector privado cuando la crisis ha provocado el descenso de esta última (...)


Sería, por fin, recomendable una sola forma del contrato laboral, de duración indeterminada siempre, con progresión tan continua en las cuantías por año trabajado de la indemnización al despido que suprimiese la funcionalidad económica de los constantes vencimientos y, con ella, las finalizaciones de la relación laboral sin otra causa que las actuales ventajas (directas o indirectas) asociadas al final del plazo de contrato."

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(ved: "El impacto de la crisis sobre la desigualdad en el trabajo", Luis Garrido Medina, entre las Conferencias en el CaixaForum)

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martes, 29 de noviembre de 2011

La reinvención de la izquierda... imprescindible

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¡Qué país, éste en que el conservadurismo más rancio se define Centro-derecha! ¡Qué país en que el PSOE lleva décadas haciendo, al menos en lo económico, políticas de Derecha, y reclama ser Izquierda! ¡Qué país éste, en el que cierto partido político que en su día fundara Pablo Iglesias es más un problema que una solución para aquellos colectivos a los que teóricamente defiende!
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Al principio: ADÁN y EVA (Tamara de Lempicka)



["Sobre los momentos que se viven por el PSOE", según



Hablamos de un partido que se concibió para la defensa de los derechos de los trabajadores, cuyas políticas de los últimos cuatro años redundaron en que las cifras del paro aumentasen sin cesar. Hablamos de un partido que fue creado para la emancipación de los más desfavorecidos y, sin embargo, no sólo fueron capaces de convertirse en su momento en adalides del enriquecimiento rápido, sino que, para mayor baldón, impusieron un sistema educativo en el que el esfuerzo está proscrito, la demagogia tiene garantías y el aprendizaje no es lo primordial, dicho todo ello sin olvidar sus capitulaciones contra la enseñanza pública. ¿Qué queda de aquel PSOE que en su momento convirtió las casas del Pueblo y las sedes sindicales en aulas y bibliotecas?

El PSOE está atravesando el peor momento de su historia. Tiempo hace que dejó de ser una fuerza emergente, un instrumento para que el país avanzase en todos los sentidos. Pero es que, a día de hoy, ni siquiera puede ser definido como un partido socialdemócrata. Defender el Estado del bienestar es un imperativo ineludible. Pero, en primer término, hay que hacerlo con políticas y no con palabras. Y, en segundo lugar, de un partido de izquierdas se espera algo más que la defensa, por lo demás irrenunciable, de los derechos adquiridos.

¿Se puede aceptar que la mal llamada 'clase política' tenga privilegios de casta privilegiada frente a la sociedad a la que se está esquilmando? Para muestra, infórmese el lector de los dineros que cobran los ex parlamentarios que acaban de ingresar en el Paro. Para muestra, infórmese el lector de las cantidades que suponen a las arcas públicas los sindicalistas «liberados» que no renuncian a sus privilegios, al tiempo que ven que el paro se desboca.

Entre la continua decepción que supuso el felipismo, que en la práctica derivó en una suerte de lerrouxismo casposo, y la inconsistencia de Zapatero, lo primero que debe hacer este partido es dejar paso a una Renovación y, con ella, salir a la búsqueda de un discurso que sea capaz de convencer de que, en efecto, Otra Izquierda distinta de la que hemos venido teniendo, además de necesaria, es Posible. ¿Alguien se atreverá en el seno del PSOE a pedir primarias y a abrir la puerta a la sociedad como acaba de hacer el Partido Socialista francés? ¿Alguien tendrá a bien decir alto y claro que este partido no sólo pertenece a sus militantes, sino también a la sociedad española en su conjunto, a la que hay que convocar para que abandone el desapego del que hablan las encuestas?

¿No es un fracaso de la izquierda en su conjunto que el movimiento del 15-M se forjara no sólo al margen de partidos y sindicatos, sino también en no pequeña parte contra ellos? ¿No es un fracaso de la izquierda que la sociedad vaya por delante de ellos a la hora poner en escena su malestar ante lo que sucede?

Ante el presente estado de cosas, la izquierda, fundamentalmente el PSOE, necesita reinventarse y preguntarse antes de nada si no hay Otra Izquierda Posible, y, si no ven esto claro, lo mejor que pueden hacer es fundar un club dedicado a las conspiraciones virtuales de salón. ¿No se dan cuenta de que, a día de hoy, están desempeñando el mismo papel que en su momento representaban las llamadas fuerzas vivas ante un mundo que clamaba por cambios?

En el presente año se cumple el centenario de una novela de Baroja que tiene por título «El árbol de la ciencia» y constituyó un demoledor retrato de la España de aquel tiempo. En 2012 tendrá lugar el centenario del último Episodio Nacional que escribió Galdós, «Cánovas». En esa novela, don Benito soflamaba contra el presente que padecía y contra un futuro que vislumbraba aún peor. Pero seguro que en ningún momento se imaginó el gran novelista decimonónico la pesadilla que para él supondría que el partido fundado por Pablo Iglesias derivase cien años después en comportamientos similares a los que entonces ponían en práctica los llamados partidos tu[r]nantes de aquella Restauración canovista a la que tanto combatió:

Los políticos se constituirán en casta, dividiéndose, hipócritas, en dos bandos igualmente dinásticos e igualmente estériles, sin otro móvil que tejer y destejer la jerga de sus provechos particulares en el telar burocrático.“ (B. Pérez Galdós, en 1912)
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viernes, 25 de noviembre de 2011

Indulta el Gobierno de PSOE al banquero Sáenz que condenó, a la cárcel, el Tribunal Supremo...

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El Consejo de Ministros acaba de aprobar un indulto al Consejero Delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz, en la condena a 3 meses de Prisión e Inhabilitación por delito de Acusación Falsa cometido en 1994 contra unos acreedores de Banesto cuando era Presidente de la entidad bancaria, según última noticia.

El Gobierno de Zapatero, en funciones tras el 20-N, ha decidido otorgar el indulto a Sáenz a petición del Ministerio de Justicia, por lo que se le ha eximido de las penas de Cárcel e Inhabilitación impuestas por el Tribunal Supremo.

Este indulto contaba con el informe favorable del Ministerio Fiscal que aun encabeza como Fiscal General del Estado el socialista Conde Pumpido, designado por un Ejecutivo al frente del cual todavía se halla ZP, nuestro actual Jefe de Gobierno.

Por tal modo, el Consejero Delegado del Banco Santander seguirá cumpliendo los requisitos de “honorabilidad” que son exigibles por el Banco de España para los ejecutivos del sector financiero, recogidos en el Real Decreto 1245/1995, de 14 de julio, sobre Creación de Bancos y Régimen Jurídico de las Entidades de Crédito.




Después de haber llegado a eso, ¿qué cambio podremos esperar?

lunes, 21 de noviembre de 2011

Humor y compromiso

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Javier Pradera Gortázar (D.E.P)




"UN HOMBRE DE LA CULTURA, EL PERIODISMO Y LA POLÍTICA

En pocas líneas, entre el apuro del cierre diario y las nieblas de la pena, debo expresar esa deuda -la de muchos, la mía sobre todo- que tenemos con él. Es imposible, es necesario, en ello consiste el juego del periodismo: él me lo enseñó. Hubiera comprendido mejor que nadie la torpeza del logro, pero no el incumplimiento de lo requerido. Perdona, va por ti.

Javier Pradera puso toda su enorme competencia intelectual al servicio de la política, es decir, de la razón en sociedad. A diferencia de muchos prebostes de los medios de comunicación o del Gobierno, cuya preparación está por debajo del cargo que ocupan o el ruido que causan, la cultura de Javier rebasaba ampliamente lo exigido por las tareas que desempeñó. Como editor, tanto en el Fondo de Cultura Económica como en Alianza, fue imprescindible para facilitar formación integral a quienes debíamos gestionar -mejor o peor- la Transición desde la chatura torva de la dictadura hasta el libre ejercicio democrático. Puso a nuestro alcance mucho de lo que buscábamos, nos orientó hacia lo que necesitábamos sin aún saberlo. Como periodista, ejerció una pedagogía lúcida y rigurosamente informada, radical en los principios pero moderada en la estrategia. A algunos nos enseñó en su día que en el terreno político lo bueno deja de serlo si se impone sin consenso a la mayoría social. Demasiado inteligente para contentarse con el sectarismo, mantuvo hasta el final un apasionamiento juvenil que le vedaba aparentar equidistancia.

¡Y su humor! Podía encontrar el sesgo cómico hasta hablando de una sentencia del Tribunal Supremo o, más difícil todavía, de un partido de fútbol. Su conversación, maliciosa y lúdica, divertía casi sin querer: nunca se las daba de ingenioso pero nunca podía remediar serlo... al contrario de tantos graciosuelos que sientan plaza de ello. Cuando escribía, en cambio, omitía las bromas que podían distraer de su argumentación y solo se permitía los rasgos humorísticos que la hacían más clara o más persuasiva, al modo de Voltaire. A su lado, uno no sentía la obligación de estar tenso o crispado, pero aprendía que el placer de sonreír no nos dispensa de continuar alerta jamás.

Espontáneamente curioso de todo lo que podía ser humanamente relevante y siempre perspicaz, conservaba un pudor excesivo acerca de cuanto le concernía. No se quejaba de padecer abusos, se limitaba a procurar combatirlos. De sus achaques de salud nos enterábamos casi siempre al día siguiente, cuando volvía del hospital. Estaba convencido de que vivimos hasta el final y que a la muerte no hay que darle el gusto de que nos encuentre esperándola atónitos, de modo que su último artículo apareció su último día. Ha fallecido en una jornada de elecciones generales, de esas que a él le apasionaban como a pocos y que sabía comentar y analizar desmenuzadamente como nadie. Siguiendo a Borges, uno casi se atrevería a creer que algo que ciertamente no se nombra con la palabra azar rige estas cosas.

Nos presentó hace mil años Jesús Aguirre y fuimos amigos casi desde el primer momento. ¿Por qué? Me gustaría poder decir como Montaigne: porque él era él, porque yo era yo. Pero no sería cierto. Fuimos amigos porque él quiso generosamente tomarme bajo su zumbona tutela y enseñarme en la medida de lo posible el oficio de vivir. Cuanto me interesa saber y practicar del periodismo, a él se lo debo: con su paciencia, a veces resignada, logró evitarme que cometiese algunas de aquellas imbecilidades a las que soy propenso. Por lo demás, me dio constante ejemplo de cómo ser donostiarra sin ñoñería y español sin aspavientos. La única vez que casi me traiciona fue precisamente en San Sebastián: yo le había rogado presentar un librito mío sobre la ciudad en un local de la parte vieja y él aceptó, a pesar de lo poco que le gustaba hablar en público. Pero desdichadamente la fecha del acto coincidió con un partido de la Real Sociedad, de modo que Javier se atropelló y aceleró hasta la ininteligible para acabar cuanto antes, mientras desde la puerta Juan Alcorta le hacía señas para que se despidiera de una vez.



Tan inmejorable amigo de sus amigos como siempre era, solo cuando había fútbol por medio dejaba un poco de ser fiable... Adiós, Javier. Ya ves, apenas me has dejado solo y ya empiezo a desbarrar y a dar trompicones. Después será aún peor, seguro que sí. Y toda la culpa va a ser tuya, por haberme cuidado tanto."


( Fernando Savater, coeditor con él en "Claves de la razón práctica" )

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viernes, 18 de noviembre de 2011

Votar... ¿PARA QUÉ? ¡Si nos gobernará el BCE!

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Nuestros políticos alternan su etapa en el Gobierno, de uno u otro signo, con sentarse sobre sillones para Consejo de Administración en las grandes Empresas y los Bancos centrales o Multinacionales... Véanse a Monti en Italia, a Papademos en Grecia... y a los otros como Rato, Solbes o MAFO, hasta hoy, más esos Glez. Páramo que vendrán... aquí.
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'Frozen Assets', de Diego Rivera, en el MOMA


Hace siglo y medio que Marx definió al Estado como "el consejo de administración de las fuerzas económicas". Con ello no hacía más que describir la situación del sistema político y económico de su tiempo. Más tarde, las cosas, sin duda, fueron cambiando... Por un lado, el deterioro de las condiciones laborales y sociales había llegado a tal extremo que las protestas, revueltas e incluso revoluciones se extendieron por todas las latitudes, constituyendo una amenaza real para las oligarquías dominantes.


Por otro, la libertad absoluta del capital introduciría la anarquía económica y financiera y, tal como la crisis del 29 había puesto de manifiesto, existía el peligro de que las contradicciones terminasen por derribar el sistema. A resultas de ello, poco a poco y principalmente tras la II Guerra Mundial se impuso un concepto de Estado diferente y opuesto al liberal, el Estado social.

En el imaginario popular el Estado social se identifica con la existencia de los derechos laborales y sociales e incluso con un sistema fiscal progresivo con fuerte capacidad redistributiva, pero todos estos elementos son tan solo la consecuencia o los efectos de una realidad más profunda que constituye su auténtica esencia: la necesidad de que el poder económico se sometiere al político. Alguien tan poco sospechoso como Karl R. Popper lo afirmaba tajantemente en su obra, 'La sociedad abierta y sus enemigos': “…el poder político es fundamental y debe controlar al poder económico… No podemos permitir que el poder económico domine al político; y si es necesario, deberá combatirse hasta ponerlo bajo el control del poder político”.

La doctrina del Estado social parte del principio de que la desigualdad económica genera también la política y jurídica, y puede llegar a falsear el juego democrático.

El iuspublicista Hermann Heller supo expresarlo claramente: “… Sin homogeneidad social, la más radical igualdad formal se torna la más radical desigualdad, y la democracia formal, dictadura de la clase dominante. La superioridad económica y de educación pone en las manos de los grupos dominantes instrumentos bastantes para trastocar la democracia política en su auténtico opuesto. Sirviéndose de la dominación financiera sobre partidos, prensa, cinematógrafo y literatura, a través de la dominación social sobre escuela y universidad, no precisa descender al cohecho para lograr un sutil ascendiente sobre los aparatos burocráticos y electorales, de tal suerte que, preservándose las formas democráticas, se instaure una dictadura. Tal dictadura resulta tanto más peligrosa cuanto que es anónima e irresponsable. En la medida en que guarda la forma de representación, y falsea su contenido, hace de la democracia política una ficción”.

Ante este peligro, Popper ofrecía claramente la solución “… La naturaleza del remedio salta a la vista, deberá ser un remedio político, semejante al que usamos contra la violencia física… eso significa que el principio de la no intervención, del sistema económico sin trabas, debe ser abandonado… deberemos exigir que la política de la libertad económica ilimitada sea sustituida por la intervención económica reguladora del Estado. Debemos exigir que el capitalismo sin trabas dé lugar al intervencionismo económico”.

Fueron estos presupuestos del Estado social los que se impusieron de manera hegemónica durante muchos años, al menos en Europa (no en España que sobrevivía en medio de una dictadura), y proporcionaron, aunque con sus claroscuros, la época social, política y económica para el Bienestar más floreciente de los países.

La situación, sin embargo, ha vuelto a cambiar. La aceptación por los gobiernos de la libre circulación de capitales ha significado la abdicación de sus funciones de control, por lo que ahora son ellos los controlados por los poderes financieros y económicos. Hace tiempo que las señales eran evidentes, pero se han hecho presentes con toda su fuerza en la crisis actual y más concretamente en la Unión Monetaria. Hoy, todos los gobiernos afirman que practican -por cierto, con poco éxito- la 'única política económica posible', la que dictaminan 'los mercados' o 'Europa'. ¿Para qué votar, entonces?



Qué más da que sea una formación u otra la que gobierne si cualquier partido va a aplicar las mismas recetas. Rubalcaba no ha dejado de repetir a lo largo de toda la campaña que PP y PSOE no son la misma cosa. Es evidente que los ciudadanos no le creen y es que, desde luego, resulta difícil de creer después de examinar la actuación de los distintos gobiernos de Zapatero y las medidas adoptadas por ellos. No debe extrañarnos que haya quien piense que "el PSOE solo es de izquierdas cuando está fuera del poder y, por esa razón, lo más conveniente es que esté en la oposición".

En España, a lo anterior viene a sumarse la ley electoral que nos encasilla en el estrecho margen del bipartidismo. La forma de repartir los escaños por provincias, la Ley d´Hondt y el sistema de financiación de los partidos hace inviable el protagonismo de cualquier partido minoritario político (tanto más si es de izquierdas) como no sea nacionalista o regionalista. El resultado es que sólo tienen posibilidades de gobernar 2 formaciones. La única disyuntiva que se presenta es que lo hagan con mayoría absoluta, lo que sin duda es bastante malo, o con el apoyo de aquellos partidos llamados nacionalistas, lo que aún es peor, ya que la política aplicada será la misma con la única diferencia de que se producirán además las mordidas a favor de unos determinados territorios y en contra del interés general.

Votar ¿para qué? si se trata de un juego trucado, que ninguno de los partidos mayoritarios quiere modificar. Rubalcaba ha introducido en su campaña con afán propagandístico la promesa de caminar hacia listas abiertas, pero ni una palabra de implantar un sistema verdaderamente proporcional en el que todos los votos tengan el mismo valor; más bien al contrario, las dos grandes formaciones políticas modificaron la ley electoral para dificultar aún más la posibilidad de que participen los partidos minoritarios.

Marx describía a los gobernantes de su tiempo como el consejo de administración de los poderes económicos. En él era una metáfora. En los momentos presentes es además una realidad: los políticos alternan sus etapas en el Gobierno, de uno u otro signo, con su sentarse físicamente en los sillones para consejos de administración sobre las grandes empresas [y... -¡aun más!- con los Bancos centrales]... o multinacionales. Votar ¿para qué?


(J. F. Martín Seco, en 'República de las ideas', hoy)

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miércoles, 16 de noviembre de 2011

Del "Aprendizaje" (o "El Libro de los placeres") por Clarice Lispector...

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“Alivia mi alma, haz que sienta que Tu mano está cogida de la mía, haz que sienta que la muerte no existe porque ya estamos de verdad en la eternidad; haz que sienta que amar no es morir, que la entrega de sí mismo no significa la muerte; haz que sienta una alegría modesta y diaria; haz que no Te indague demasiado, ya que la respuesta sería tan misteriosa como mi pregunta; haz que me acuerde de que tampoco hay explicación al por qué un hijo quiere el beso de su madre y aún así lo quiere y aún así el beso es perfecto; haz que reciba el mundo sin temor, pues para ese mundo incomprensible fui creada y acaso yo misma también sea incomprensible, (entonces quizás es que sí existe una conexión entre ese misterio del mundo y el nuestro, pero que tal conexión no será clara para nosotros mientras queramos entenderla); bendíceme para que viva con alegría el pan que como, y el sueño que duermo; haz que tenga caridad hacia mí misma, pues si no tampoco podré sentir que Dios me amó; haz que pierda el pudor de desear que en la hora de mi muerte haya una mano humana para apretar la mía. Amén."
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Imágenes del fotógrafo R. Bidegain

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“Mira a todos a tu alrededor y ve lo que hemos hecho de nosotros y de eso considerado como victoria nuestra de cada día. No hemos amado por encima de todas las cosas. No hemos aceptado lo que no se entiende porque no queremos pasar por tontos (...) No tenemos ninguna alegría que no haya sido catalogada (...)

Hemos tratado de salvarnos, pero sin usar la palabra salvación para no avergonzarnos de ser inocentes (...) Hemos disfrazado con pequeños miedos el gran miedo mayor y por eso nunca hablamos de lo que realmente importa (...)

Hemos sonreído en público de lo que no sonreiríamos cuando nos quedásemos solos (...) Nos hemos temido el uno al otro, por encima de todo. (...)

Pero yo escapé de eso, Lori, escapé con la ferocidad con que se escapa de la peste, Lori, y esperaré hasta que tú estés más preparada..."

[fragmento escogido en el texto que se cita -de Clarice Lispector-
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lunes, 14 de noviembre de 2011

Ahora que Súper Banqueros gobiernan, hay que aclararlo aquí: ¿prevaricaron MAFO y Caruana?

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Ya en mayo de 2006 la Asociación de Inspectores del Banco de España envió una carta alertando al Vicepresidente Económico del gobierno, Solbes, en la que -un año antes de que estallara la crisis financiera mundial- se denunciaban situaciones de riesgo inadmisibles.

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Ante el abismo al que se enfrenta la zona euro, el nuevo presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha empezado a enmendar a su antecesor recortando ligeramente los tipos de interés. En nuestro país, en cambio, no se observa ninguna autocrítica en el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, por su responsabilidad en relación a la crisis financiera que padecemos.

Ese nuestro Banco Central tiene encomendado legalmente preservar un importante bien público, fundamental para el bienestar social y económico de nuestro país: la estabilidad del sistema bancario. Función que no ejerció correctamente, como pone de manifiesto el actual colapso financiero que padecemos empresas y ciudadanos. Para su cumplimiento, los órganos rectores del Banco de España, con sus gobernadores a la cabeza, tienen –según las leyes 13/1994 y 28/1988– capacidades legales y competencias específicas, con amplios recursos inspectores para incoar expedientes sancionadores, propuestas de intervención o de sustitución de las administraciones en relación con las entidades bancarias españolas. Por lo que no resulta exagerado considerar que el Banco de España es la “policía financiera” del Estado español.

Por ello merece la pena hacerse dos preguntas: ¿inició expedientes sancionadores a alguna entidad bancaria, por excesos de endeudamiento y préstamo a promotores inmobiliarios? ¿Ha ejercido de forma completa sus competencias policiales en materia financiera? La respuesta a la primera es sencilla: no existen noticias de que fuera iniciado ningún expediente sancionador contra ninguna entidad bancaria. La segunda requiere un mayor análisis.

En mayo de 2006, un año antes de que estallara la crisis financiera mundial, la Asociación de Inspectores del Banco de España envió una carta al entonces ministro de Economía, Pedro Solbes, en la que reflejaban literalmente: “Nos vemos en la obligación de hacer constar que el nivel de riesgo acumulado en el sistema financiero español como consecuencia de la anómala evolución del mercado inmobiliario en España en los últimos seis años es muy superior al que se desprende de la lectura de los mencionados discursos del gobernador (…) y obvia una de sus causas más evidentes: la pasiva actitud adoptada por los órganos rectores del Banco de España (…) por la voluntad de su máximo responsable, el gobernador”. El gobernador entonces era Jaime Caruana, pero ni él, ni la persona que fue nombrada un mes y medio después como gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, pusieron en marcha ninguno de los “medios normativos necesarios para poner freno a los crecimientos del crédito con los que cuenta el Banco de España”, en palabras de los propios inspectores.

Los gobernadores alertaron en repetidas ocasiones, incluso en el Congreso, contra el excesivo endeudamiento inmobiliario, en apologéticos discursos neoliberales en los que aprovechaban para cargar contra los derechos laborales, contra la regulación protectora del trabajo, a favor del “capital libre y liberador” que ellos ven como santo grial de su mundo ideal neoclásico. Estos avisos son prueba evidente de que disponían de información fehaciente y precisa de cada entidad bancaria, elaborada por sus diligentes equipos inspectores, sobre los excesos de endeudamiento en los que habían incurrido varias de ellas. Pero se limitaron a alertar a los gestores de las entidades, a los políticos, a la sociedad de los riesgos que se acumulaban detrás de esa borrachera de endeudamiento.

¿Se imaginan ustedes que la Policía Nacional, ante la acumulación de evidencias de conductas delictivas de mafias o delincuencia internacional, se limitase a alertar a esos presuntos delincuentes de que sus conductas atentan contra el bienestar y la propiedad de los ciudadanos, pero sin atender sus elementales obligaciones para que se les investigase ni detuviera?

Consideraríamos que está incumpliendo con su deber profesional de servicio público y que presuntamente sería responsable de un delito de “prevaricación por omisión” de las responsabilidades legales que se le tienen encomendadas. Tal como el propio fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, puso de manifiesto en una sentencia condenatoria que dictó como ponente (sentencia 674/1998 de la Sala II de lo Penal del Tribunal Supremo).

Así, el interés general ha sido triturado y saqueado por conducta irresponsable de las entidades bancarias, que desde 2008 han cerrado el crédito, han saqueado las cuentas públicas, y han conseguido los "recortes en el bienestar social" más sangrantes de la historia contemporánea: reducciones en salarios públicos, en pensiones, en personal de empresas públicas y en la misma sanidad y educación públicas.

Creemos que, por salud democrática, se precisa la persecución de las supuestas responsabilidades de orden penal. Por eso entendemos que el fiscal general del Estado debería investigar si la conducta dilatoria de los gobernadores del Banco de España en corregir las conductas irresponsables de varias entidades bancarias, durante los años de borrachera de endeudamiento inmobiliario, podrían suponer un presunto delito de “prevaricación por omisión” por haber ocultado la situación de endeudamiento insostenible de varias entidades financieras, poniendo en peligro al conjunto del sistema bancario español y el empleo y bienestar de millones de españoles.
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(Firman Eduardo Gutiérrez, Daniel Albarracín, Ignacio Álvarez, Bruno Estrada y Manuel Garí , más Bibiana Medialdea, hoy)

jueves, 10 de noviembre de 2011

DE PELEAS...

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[P...]
- J'ai été sur le point de tomber. / Il y a là un air humide et lourd / comme une rosée de plomb, / et des ténèbres épaisses / comme une pâte empoisonnée. / Et maintenant, / tout l'air de toute la mer! / Il y a un vent frais, / voyez, frais comme une feuille / qui vient de s'ouvrir, / sur les petites lames vertes... / Tiens!

[Genev...] = Nous aussi; nous cherchions / la clarté. / Ici, il fait un peu plus / claire qu'ailleurs, / et cependant la mer / est sombre.

[P...]
- Nous aurons une tempête cette nuit; / il y en a toutes les nuits / depuis quelque temps... / et cependant elle est / si calme maintenant... / On s'embarquerait sans le savoir / et l'on ne reviendrait plus...

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[M...A...E]
- Mes longs cheveux descendent / jusqu'au seuil de la tour! / Mes cheveux vous attendent / tout le long de la tour! / Et tout le long du jour! / Et tout le long du jour! / Saint Daniel et Saint Michel, / Saint Michel et Saint Raphaël. / Je suis née un dimanche! / Un dimanche à midi...

[P...]
- Que fais-tu là à la fenêtre / en chantant comme un oiseau / qui n'est pas d'ici? / (...) / Il y a d'innombrables étoiles; / je n'en ai jamais vu autant / que ce soir; / mais la lune est encore sur la mer... / Ne reste pas dans l'ombre, / M...A...E...

[Gol...]= M...A...E, ne te penche pas / ainsi à la fenêtre, / tu vas tomber... / Vous ne savez pas qu'il est tard? / Il est près de minuit. / Ne jouez pas ainsi / dans l'obscurité. / Vous êtes des enfants... / (Riant nerveusement) Quels enfants!... / (...) / Je le sais bien, / ce sont là jeux d'enfants; / mais il ne faut pas / que cela se répète...


[Ark...]= (...) cependant les vieillards / ont besoin quelquefois, / de toucher de leurs lèvres / le front d'une femme / ou la joue d'un enfant, / pour croire encore / à la fraîcheur de la vie / et éloigner un moment / les menaces de la mort. / As-tu peur / de mes vieilles lèvres? / Comme j'avais pitié de toi / ces mois-ci!... / Laisse-moi te regarder ainsi, / de tout près, un moment!... / On a tant besoin de beauté / aux côtés de la mort...


[P...]
-
Il faut que tout finisse... / J'ai joué comme un enfant / autour d'une chose que / je ne soupçonnais pas... / J'ai joué en rêve autour / des pièges de la destinée... / Qui est-ce qui m'a réveillé / tout à coup? / Je vais fuir en criant / de joie et de douleur / comme un aveugle qui / fuirait l'incendie de se maison... / (...) / Je ferais mieux de m'en aller / sans la revoir... / (...) / Et tous ces souvenirs... / C'est comme si j'emportais / un peu d'eau dans / un sac de mousseline... / (...) / On a brisé la glace / avec des fers rougis!... / (...) / On dirait qu'il a plu / sur mon coeur! / (...) / Je ne puis pas le croire, / M...A...E... / (...) / On dirait de l'eau pure / sur mes lèvres!... / On dirait de l'eau pure / sur mes mains... (...) / J'étais inquiet, / je cherchais partout / dans la maison... / Je cherchais partout / dans la campagne, / et je ne trouvais pas la beauté... / Et maintenant... / (...) / Il est trop tard, / il est trop tard! / (...) / Mon coeur bat comme un fou / jusqu'au fond de ma gorge... / Ecoute! / Mon coeur est sur le point / de m'étrangler... / (...) / Je ne vois personne. / Je n'entends que ton coeur / dans l'obscurité...

[M...A...E]
- Je ne comprends pas / non plus tout ce que je dis, / voyez-vous... / Je ne sais pas ce que je dis... / Je ne sais pas ce que je sais... / Je ne dis plus ce que je veux...


(Sobraría toda interpretación para estos tan luminosos cantos -u otra obra cualquiera...- del genial compositor Debussy, sobre un avasallador libreto 'PELLÉAS et MÉLISANDE' de aquel simbolista -y hoy centenario- Maeterlinck... Desechando la enGOLAUDa voz que sale al encuentro socialmente correcto del protagonismo por MELISANDE, ante la que incluso el más viejo ARKAL parece preferible, tras GENEVIEVE sin duda el trágico fatum se concentra sobre P...)


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viernes, 28 de octubre de 2011

Leo...: 'Empiezo a entender qué son las reformas estructurales...'

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Todos hablan de que hay que hacer reformas estructurales. Y vienen a decir algo así: “¡Pobre próximo Gobierno, va a tener que decir la verdad!”. Es pena, desde luego, pues a base de decir cuentos y soltar bobadas seguimos pensando que, con un poco de suerte, pasamos el apuro y volvemos a aquellos felices tiempos en que se nos fue la olla y creímos que éramos muy ricos y que, además, teníamos derecho a serlo siempre y que el que no fuera rico, allá él; porque o era tonto o se le había ocurrido nacer en Somalia o países limítrofes. ¡Que hubiera nacido en Cuenca!

Y, además, éramos europeos y nuestra economía era sólida como una roca y éramos el número no sé cuántos del mundo y los que estaban antes de nosotros en la clasificación temblaban porque les íbamos a pasar en un decir Jesús.

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En PEÑAFIEL, con Vidal... (de '¡¡¡MONTAÑAS E ESGALLA!!!')



En 1745, en un pueblo de Álava, nació un chaval que se llamaba Félix María de Samaniego. Cuando se hizo mayor, se ganaba la vida escribiendo fábulas. (Siempre ha habido gente rara). Escribió una, que se hizo famosa, que se titulaba 'El cuento de la lechera'. Ya sabéis el argumento: una moza que “llevaba en la cabeza el cántaro al mercado” y que, como era eso que luego se llamó optimista antropológica, o sea, de las que no saben dónde pisan, se le ocurría decir (en verso), cosas tales como “¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!”

Frase que, por esas conexiones mentales extrañas que tengo de vez en cuando, me recuerda aquello de 'La venganza de D. Mendo': “¡Infeliz del varón, que nace, cual yo, tan guapo!”. Lo malo no es decir eso cuando eres guapo. Lo malo es decirlo cuando eres feo y te crees guapo. Eso es malo. Y peligroso.

Al final, la pobre lechera, que era bastante boba, “con este pensamiento enajenada, brinca de manera que, a su salto violento, el cántaro cayó”. Samaniego, que era un profeta, aunque no esté catalogado como tal, acaba diciendo: “¡Oh loca fantasía! ¡Qué palacios fabricas en el viento!…No anheles impaciente el bien futuro. Mira que ni el presente está seguro”.

Mientras estoy con Samaniego, recibo una carta de un amigo mío. Dice cosas interesantes:


1.- Que la banca europea está mal, por los activos tóxicos... O sea, por esas cosas que tienes, que dices que valen mucho, pero que, en realidad, valen poco.


2.- Esos activos tóxicos son de dos clases (seguro que hay más clases, pero mi amigo habla de dos, supongo que para no liarla demasiado):


2a) Activos inmobiliarios, que se han quedado/tragado las entidades financieras y que están tratando de digerir, poniendo buena cara. (“Poner buena cara” quiere decir mantenerlos en el activo al precio original y no al precio real, el de hoy).

2b) La famosa "deuda soberana". Por ejemplo, en España, los bancos y cajas tienen deuda soberana española, por un importe de 222.000 millones de euros. En otras palabras, han prestado dinero a España por esa cantidad.

España parecería que aun es de fiar, aunque alguna gente mala le quiere aplicar una quita del 20 %, quita que hace que los Bancos y Cajas... que han puesto ese dinero estén un poco nerviosos.


Otros bancos de algunos países están más preocupados, porque le prestaron dinero a Grecia, o sea, a esos chicos de los que se ha dicho que no se les debía haber dejado entrar en la Unión Europea. Pero como les dejaron, alguien se va a tragar una quita del 60 % sobre ese préstamo.

Y mi amigo echa la culpa de todo eso a las presiones políticas. Según él, los 222.000 millones de euros que los bancos le han prestado a España son una especie de “bonos patrióticos”. El Gobierno de turno (y el anterior y el otro) se han dirigido a los bancos y cajas y les ha dicho: “La Patria os necesita”. Y los bancos y cajas, patrióticos ellos, han contestado: “¡Faltaría más!” Y se han puesto en cola para prestar dinero a España.

Total, que entre lo inmobiliario y "lo soberano...", las entidades financieras andan mal.

Según mi amigo, “nada (del dinero) o muy poco se ha quedado disponible para el deprimido sector privado, que es creador (el subrayado es mío) de puestos de trabajo”.

Y mi amigo (que es muy buena persona pero, a veces, un tantico mal pensado) me dice: “¿Será esto la antesala, mejor dicho, la excusa, para una futura nacionalización de la banca?”

Mi amigo remata su argumentación, diciendo que, a él, “los bancos no le han hecho favor alguno, pero que quiere dejar las cosas claras”. Ahora ya no sé qué pensar. Porque yo estaba convencido -y sigo estándolo- de que las entidades financieras lo han hecho muy mal.


Pero, por lo que parece, los gobiernos, también... Y, durante unos años, como la lechera de Samaniego, hemos vivido de un modo que no era real, pero como nos gustaba tanto…

Vuelvo al primer párrafo: “¡Pobre próximo Gobierno, que va a tener que decir la verdad!” En realidad, la verdad es muy fácil de decir. Yo creo que solo hay que decir las siguientes cosas:

1. 'Hay que hacer reformas estructurales'. No sé qué quiere decir eso. Cuando me pasan cosas así, intento discurrir, a ver si se me ocurre algo, cosa que a veces sucede y otras no.

2. Después de discurrir, pienso que reformas estructurales deben ser las que afectan a la estructura, o sea, a “la distribución y orden de las partes importantes de un edificio”.

3. Cuando miro el edificio de España, veo que hemos puesto 17 pisos, (les llamamos "autonomías"), además de otro piso, el 18, propiedad de la Administración central.

4. El terreno -real- sobre el que se asienta ese edificio, que es alto -18 pisos son 18 pisos- es pequeño. Para colmo, me acabo de enterar que el Big Ben de Londres, desde 2003, se va inclinando 0,9 milímetros por año, que parece una nimiedad, pero que como desde 2003 hasta ahora han pasado 8 años, resulta que ya se ha inclinado 7,2 milímetros y que, como siga así, un día se cae.


5. Entonces, como el próximo Gobierno tiene que decir toda verdad desde el primer día, de modo que si cuando toman posesión está lloviendo, no puede decir “Buenos días”, en el primer discurso el nuevo Presidente tiene que decir a los españoles:


“Mirad, majos, hace ya bastantes años decidimos establecer 17 Comunidades autónomas, y todos nos fuimos a casa muy contentos... Pero, por una serie de cosas (aquí puede hablar de lo malos que son los mercados y lo malos que son los americanos), me gustaría comprobar que las 17 hacen falta... Porque quizá podríamos juntar 2 ó 3, y quedarnos solo con 14 ó 15.

Además, algunas de las Comunidades Autónomas (si el discurso le coge un poco bajo de tono, puede decir 'bastantes', ´muchas´, 'casi todas') han hecho cosas, no digo malas, sino mejorables (si el discurso le coge un poco bajo de tono, puede decir 'horrorosas', 'espeluznantes' o 'increíblemente absurdas/idiotas'); porque resulta que andamos mal de perras”.

Luego, como un poco de demagogia en los discursos siempre viene bien, puede también añadir: “Y, para colmo, los malvados mercados no nos quieren prestar dejar dinero o lo dejan caro, porque dicen que sí, que hacemos las cosas bien, pero que las podíamos hacer mejor”.

Estuve ayer en un programa de televisión. Me preguntaron si era moral que se efectuasen recortes en sanidad y educación. O sea, la preocupación de siempre. Les dije que no me gusta nada lo de los recortes, pero que con un modelo de Estado como el que tenemos y un comportamiento enloquecido de muchos de los que lo dirigen (¿?), habrá recortes en sanidad, en educación y hasta en el chocolate del loro, expresión, por cierto, que nunca he sabido de dónde ha salido.

Y les dije -no sé si se lo dije, pero se lo tenía que haber dicho- que si nos fijamos en la sanidad y en la educación, y en el chocolate, nos distraemos contemplando los síntomas y no atacamos la enfermedad...


O sea, que en el primer discurso, el nuevo Presidente puede perder de entrada unos cuantos amigos diciendo al pueblo español simplemente:

1.- Voy a ver si lo de las 17 Autonomías sigue siendo válido.


2.- Voy a ver cómo han gastado los dineros cada una de las 17.


3.- Y de aquí a un mes, vengo y se lo digo.

Por supuesto, antes le debería llamar a Merkel y decirle: “Angela, pon la tele, que a las 9 salgo y quiero que te enteres de lo que voy a decir”.

[P.S. Lo de perder amigos es desagradable, pero ¿no habíamos quedado de acuerdo en que hay que ser honrados?]


lunes, 24 de octubre de 2011

IGUAL...DÁ..: JuezA denunció haber españolES (ya) en prisión solo por decir '¡Vete a la mierda!'

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¡Aun aquí CONTRA TODAS LAS VIOLENCIAS DE CUALQUIER GÉNERO, resisten 'Otras Feministas' ante los [tantos o tontos 'hembr...ismos', hoy devenidos burdo 'anti-mach...ismo' del mero darle vuelta -sin más- a opuestas pestes, que mal dícense] 'feminismos' y 'radicales'...!



Ya existen españoles con penas de 6 meses de cárcel sólo por decirle a su mujer un “vete a la mierda”. Así lo reveló la magistrada María Sanahuja, ex Decana de los Jueces en Barcelona, quien ha emplazado a los escépticos para que acudan a los Juzgados de lo Penal a comprobar el dato y denuncia que en España se vulnera la presunción de inocencia entre los varones.

Como viene siendo habitual cada vez que Sanahuja ofrece datos demoledores que ponen en entredicho las bondades de la ideología 'de género', las feministas [sedicentemente de más 'correcciones políticas' institucionales...] han vuelto al arremeter contra ella y contra la generalidad de los (y las) Jueces que han recurrido algunos de los artículos de la polémica Ley de Igualdad y de Violencia de Género, impulsada por una ministra, Leire Pajín, con el mismo curriculum académico que Paquirrín. Es decir, ninguno.

Pajín ha respondido a la ex decana de los jueces barceloneses afirmando que las mujeres parten de una situación de desigualdad y que, por ese motivo, “no es igual el maltrato a un hombre que a una mujer”. Debe ser que la ministra encuadra a los varones españoles en una especie aún sin catalogar o simplemente que no se haya leido el artículo 14 de la Constitución Española, capítulo 2º – Derechos y Libertades, que señala: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra concidición o circustancia personal o social”.

Ese principio constitucional colisiona sin embargo con los articulados de la Ley de Violencia de Género. Estos son algunos de los casos:

Art: 153.1: El que por cualquier medio o procedimiento causare a otro menoscabo psíquico o una lesión no definidos como delito en este Código, o golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o persona especialmente vulnerable que conviva con el autor, será castigado con la pena de prisión de 6 meses a 1 año o de trabajos en beneficios de la comunidad de 31 a 80 días y, en todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de 1 año y 1 día a 3 años, así como, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al interés del menor o incapaz, inhabilitación para el ejercicio de patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta 5 años”.

Art: 57.2:
“Cuando un Juez que esté conociendo de un procedimiento civil tuviese la noticia de la posible comisión de un acto de violencia de género, que no haya dado lugar a la iniciación de un proceso penal, ni a dictar una orden de protección, tras verificar que concurren los requisitos del párrafo 3º del artículo 87 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, deberá inmediatamente citar a las partes a una comparecencia con el Ministerio Fiscal que se celebrará en las siguientes 24 horas a fin de que éste tome conocimiento de cuantos datos sean relevantes sobre los hechos acaecidos. Tras ella, el Fiscal, de manera inmediata, habrá de decidir si procede, en las 24 horas siguientes, a denunciar los actos de violencia de género o a solicitar orden de protección ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer que resulte competente”.
   
Art: 171.4: El que DE MODO LEVE amenace a la que sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, será castigado con la pena de prisión de 6 meses a 1 año o de trabajo en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días y privación del derecho a la tenencia y porte de armas de 1 año y 1 día a 3 años, así como, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al interés del menor o incapaz, inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curantela, guarda o acogimiento hasta 5 años”.
   
Art: 172.2: El que DE MODO LEVE coaccione a la que sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, será castigado con la pena de prisión de 6 meses a 1 año o de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días y, en todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de 1 año y 1 día a tres año, así como, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al interés del menor o incapaz, inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curantela, guarda o acogimiento hasta 5 años”.
   
Por consiguiente, se deduce que tanto el Gobierno socialista como las feministas creen que la violencia doméstica sólo existe si es el hombre quien presuntamente agrede a su pareja, y nunca al revés. En su forma de ver las cosas, pues, al parecer los hombres nunca son maltratados; aunque las estadísticas sostengan lo contrario.

Algunos jueces sensatos (y juezas sensatas) ya han advertido de que, con la citada Ley, cualquier hombre podría ser condenado si al calor de una discusión se le escapa alguna expresión no apta para oidos tan castos como el de la ministra Pajín. Ellas en cambio sí tienen ‘barra libre’ para verter los insultos que quieran. En este sistema tan democrático, unas son más 'iguales' que otros.

Envalentonadas por esta clara arbitrariedad legal, algunas feministas ya han declarado en medios como la cadena SER que “habría que empezar a hablar de violencia psicológica a las claras e imponer penas”. Claro que matizando a continuación que “sólo cuando la sufren las mujeres”. Recuerden, lectores, aquello del “Vinieron por mi vecino y no me preocupé…. Hoy, sin embargo, vienen por mi”.

La magistrada Sanahuja insiste testimoniando con toda claridad: "Somos pocas las personas que manifestamos públicamente lo que pensamos. Miles de hombres son detenidos por casos de 'maltrato' que luego acaban en nada.

Mis palabras molestan porque a las personas que defendieron ardientemente un Proyecto de ley o una Ley como ésta y comprueban al cabo de un año -ya se ha evidenciado- que no ha sido un buen camino, todos aquellos que no esperaron a ver qué pasaba con las reformas legislativas realizadas por el Gobierno del PP para ver cómo funcionaban, los que nos lanzaron a todos al votar unánimemente una Ley, pues reconocer su fracaso les debe costar bastante. Pero la realidad es tozuda -los números son tozudos...- y creo que han optado por hacer juegos de cifras en lugar de explicarlas con claridad.

Con mis compañeros de la Judicatura no he tenido ningún problema, al contrario. Después de mi primera rueda de prensa recibí aplausos de los colegas, Jueces y Magistrados, en la Junta de Instrucción para Barcelona, y lo único que hice fue decir en voz alta algo que los demás decían ya en voz baja. Es cierto que hacerlo así supone recibir un aluvión de críticas, pero yo creo que ya se ha abierto una pequeña brecha para que muchos digan lo que está pasando:

Por un «vete a la mierda» del marido a su esposa, están pidiéndose hasta 9 meses de cárcel. Y por un «te vas a enterar» durante algún proceso de ruptura, o por un empujoncito que no causa lesión, se andan pidiendo también penas altísimas."

A su vez José Luis Manzanares, quien llegó hasta vicepresidente de todo el Consejo General del Poder Judicial, se ha referido al asunto en los términos del comprometido texto -'Otra vuelta de tuerca'- que sigue:

Las feministas radicales han impulsado una reforma del Código Civil para privar de la custodia de sus hijos a los padres “incursos” en los procesos por maltrato de género: no haría falta ni una imputación formal ni menos aún esperar a sentencia condenatoria. Se presume que el denunciado como maltratador lo es con toda seguridad y con todas sus consecuencias. Da igual que el proceso sea por asesinato o por uno de esos incidentes que surgen de vez en cuando en una pareja cuya convivencia desde hace muchos años es más que aceptable. El problema se arreglaría denunciando siempre y cuanto antes mejor, aunque ello suponga en muchos casos un futuro peor para los dos miembros de la pareja y para los hijos. Lo mismo que el Código Penal trata ya a todo hombre que insulta a una mujer como a un peligroso delincuente necesitado de cursos de formación –el caso inverso no existiría nunca-, la nueva vuelta de tuerca en la privación cautelar y automática de la patria potestad una vez presentada la denuncia sería un avance en la lucha contra el terrorismo sexual.

Lo que ignoran las impulsoras y los impulsores de la nueva medida cautelar es que la injusticia no sólo es rechazable en sí misma sino que, además, no es el medio más eficaz para alcanzar un fin, por muy respetable que éste sea. Y puesto que lo del terrorismo sexista se ha puesto de moda, conviene recordar, salvando las distancias que ustedes quieran, lo que pasó con los GAL –y también con el saqueo de fondos públicos- para combatir a ETA. Por fortuna, se nos quitaron las ganas de repetir el invento. De otro lado, ya existen previsiones sobre este particular en el Código Civil, lo que hace aún más censurable una reforma legal que atenta contra la presunción de inocencia. Hoy el juez decide a favor de la madre si las circunstancias –con otras palabras, el interés del menor y no el de uno de sus progenitores-, así lo aconsejaran. Un empujón a la madre en una discusión con similar comportamiento agresivo de ambas partes no es razón para quitar al padre la patria potestad sobre el hijo común. Puede ocurrir, por ejemplo, que aquélla beba y su pareja no. O que el varón sea un magnífico padre al margen de sus problemas con la mujer.

Son más que justificadas las críticas que la iniciativa ha recibido de todas las asociaciones judiciales, unidas por la indignación. Se la califica de innecesaria, peligrosa, propagandista y de un automatismo incompatible con nuestro ordenamiento jurídico e incluso con la Constitución española. Por ese camino, lo más práctico sería que la propia policía acordara la pérdida cautelar de la patria potestad. Luego el juez dejaría sin efecto la medida en el improbable caso de sobreseer el proceso o dictar sentencia absolutoria. Mientras tanto –todo sea por la buena causa- las reclamaciones al maestro armero, o sea, al legislador. Eso sí, habría más denuncias para privar rápidamente al padre de la patria potestad sobre sus hijos. A nadie parece preocuparle que aumentando denuncias crecen los homicidios o asesinatos seguidos de suicidio, también.

Con tanto dinero disponible para aplicar la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, falta todavía un estudio serio de ese fenómeno. A cualquiera se le ocurre que en aquellos casos de poco servirá una orden de protección. Las hay por decenas de miles, si es que no llegan a las 100.000. El asesino procurará siempre justificar sus crímenes, pero si hay una denuncia falsa de por medio –otra manifestación de la igualdad natural de los sexos, ¡qué le vamos a hacer!- los efectos pueden ser terribles. A veces se detiene al denunciado sin ninguna necesidad para que, como en un protocolo no escrito, empiece por pasar algunas noches en un calabozo, y se le echa de casa como a un apestado antes de que pueda siquiera defenderse; y ahora pretenden que se le prive de la patria potestad sobre los hijos, además.

No basta con dar saltos hacia delante, por bien intencionados que sean. Ha llegado el momento de hacer un alto en el camino porque las costuras del Derecho están a punto de estallar, si no lo han hecho ya (algunos magistrados del Tribunal Constitucional así lo han entendido).

Hay voces muy poderosas que llevan al absurdo. Se anima a denunciar, se sostiene que la mujer 'maltratada' –¡cuando aún no se sabe si lo es!- no miente nunca, por lo que su palabra debe bastar para la condena. La presunción de inocencia sería una molesta anticualla. Y al juez que se atreve a discrepar del pensamiento políticamente correcto se le denigra como 'machista', se le denuncia al Consejo General del Poder Judicial y se le hace la vida literalmente imposible. La verdad es que con ese planteamiento la misma figura del juez sobra. Una vez presentada la denuncia todas sus consecuencias estarían fijadas de antemano.

Resulta escalofriante oir que pueda estar por encima de toda presunción de inocencia cualquier defensa de la mujer. Ha sido un grave error marginar la mediación para la solución pacífica de alguno de estos problemas. Y nos gustaría saber cuántos países europeos, empezando por los más representativos en los Derechos civil y penal, se han sumado a la 'discriminación española' en su lucha contra la violencia de género. “Otra vuelta de tuerca” es una novela de Henry James. Siglos antes había dicho Calderón de la Barca, por boca de Segismundo, que “el mayor pecado del hombre es haber nacido”. El dramaturgo incluye en el sustantivo tanto a la mujer y al hombre, pero esa frase sólo se referiría a este último en los tiempos que corren.

  
Y por fin, está el más   reciente caso de persecución contra otro escrupuloso magistrado, EL JUEZ SERRANO... [quien se atrevió hasta declarar que "a una simple discusión de pareja se le llama hoy violencia de género"...]:

"El juez Serrano, o mejor el magistrado Serrano, había sido hasta ahora un buen profesional que administraba justicia como la inmensa mayoría de sus compañeros, o sea, sin dar motivo alguno para salir en los medios de comunicación. Tenía, y suponemos que seguirá teniendo, un buen nombre entre la curia sevillana, aunque quizá no tanto entre los justiciables a los que no dio la razón o, peor aún, procesó o condenó. Eran los gajes del oficio dentro de la más absoluta normalidad. Hasta que se atrevió a decir lo que muchos pensamos sobre la forma en que se está combatiendo la violencia de género, con una muy discutible discriminación negativa del hombre, alentando una presunción de culpabilidad del varón por eso de que una mujer maltratada no miente nunca –petición de principio ente la falsedad y la estupidez- y aplicando un protocolo muy escorado hacia la inmediata detención del denunciado. El miedo guarda la viña.

Al juez Serrano se la tenía jurada el 'feminismo radical' pues recopilaba datos con escandalosas e innecesarias detenciones por hechos de escasa gravedad cuando no había el menor peligro de fuga o destrucción de pruebas. Algunas detenciones podrían tipificarse como delito de prevaricación –esta consideración es mía- porque tal medida cautelar no debe utilizarse para descalificar públicamente a quien, una vez esposado, ya será siempre un maltratador. La preocupación por la dignidad de las personas, incluidos los varones, y por la presunción de inocencia está presente en el artículo 520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal cuando ordena que la detención y prisión se practiquen “en la forma que menos perjudique al detenido o preso”.

El juez Serrano llegaba en su osadía hasta el preocuparse por -también- las agresiones de mujeres a sus parejas (con o sin resultado de muerte), por los altercados mutuos, por las denuncias falsas y por otros hechos no muy gratos al pensamiento políticamente correcto sobre la violencia en la pareja. Y pronunciaba conferencias. No sé si, además, se atrevió a pedir –como yo he hecho en más de una ocasión- un estudio serio acerca de las causas de tantos asesinatos acompañados del suicidio del varón o de su inmediata entrega a la policía. No faltan observatorios con medios suficientes para abordar la tarea, y es obvio que el problema no se resuelve con unas órdenes de alejamiento que de poco sirven cuando el femicida se aviene a pagar con su propia vida. El juez Serrano nunca puso en duda la necesidad de luchar contra la violencia de sexo (lo de género no es gramaticalmente muy correcto), pero sabía que el fin no justifica los medios, ni siquiera para combatir el terrorismo de ETA.

Según dos de los tres magistrados que le condenaron en la Audiencia Provincial de Sevilla por prevaricación, su 'delito' consistió en haber accedido a prolongar 24 horas la estancia de un niño con su padre para que pudiera asistir con él a una procesión de Semana Santa. Algo lo suficientemente grave, al parecer, como para inhabilitar al juez durante 2 años, bastante menos –hay que reconocerlo- de los 20 que pedía la acusación particular. Pero el acusador del ministerio público fiscal solicita la absolución y parece que recurrirá ante el Tribunal Supremo. La condena contó con 2 votos a favor y 1 en contra. Sin la acusación particular de la madre del niño no habría habido condena.

Confío en que el Tribunal Supremo revoque la sentencia y absuelva al Juez Serrano con todos los pronunciamientos favorables, como suele decirse, pero quisiera terminar con algunas preguntas. ¿No habría puesto, equivocándose o no, este acusado... el interés del niño por encima del de sus progenitores? ¿No podría haberse compensado a la madre dándole unas horas de más en el próximo turno? ¿Alguien cree que habría habido condena si en lugar del padre hubiera sido la madre quien hubiese solicitado y obtenido esas veinticuatro horas de más para que el niño pudiera asistir a una procesión en Sevilla? Pero hay otras interrogantes mucho más graves. ¿Qué pensará el hijo, ahora y en el futuro, de todo esto? ¿A quién pasará factura? ¿A su padre, a su madre o al juez Serrano?"

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