jueves, 16 de junio de 2011

¿Y por qué no la reclusión en penal de Ocaña... legal, hoy? (o Las "ignoradas" Causas del Paro)

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La vigente Ley le vetó a quien deje Alto Cargo público, por años, ocuparse de negocio para el que fue competente ...mas un Secretario de Estado de Hacienda recién cesado dirigirá Cajas de Ahorro y es Carlos Ocaña: en Vicepresidencia económica del Gobiernosocialista!- máximo colaborador adjunto con Elena Salgado, que aun hace muy poco aprobaba exenciones fiscales para esas (¡mismas!) entidades donde ahora nos dicen sería nombrado Director gral. de FUNCAS, su fundación rectora confederada sobre Análisis estratégico, Planificación y Estudios.


O sea: "cuando a un columnista de acá le asalta duda sobre qué demonios escribir y está obligado por contrato, el recurso es darle otra hostia... al PP. En época de la prensa del Movimiento pasaba con Rusia: hábito que complace a las parroquias y ratifica cómo, donde siempre anduvimos, estaríamos; lo que falso es, manifiestamente. Destrozado el PSOE en todos los frentes -con moral de combate que a la supervivencia se reduce y confiando exclusivamente al mago Rubalcaba- entramos por fase política terminal, c[l]ínica mente. Nos amenazan meses en guerra de trincheras. Táctica socialista, expresa literal por el aspirante a milagrero, no puede consistir en más miedo del que venga la Derecha. Imposible, pues ya llegó (...)

Si fuera joven me sublevaría y pediría sus cabezas; textual, sus cabezas: eso que con alguna sociedad democrática significa cumplimiento de penas... Cuando contamos que en Grecia, ¡vaya escándalo!, han pillado a 6.000 ó 7.000 jubilados 'ful', que habían muerto ya y cuyas pensiones cobraban sus familias, no puedo menos que revolverme y añadir una nota a pie de página: para que el Estado griego haga la vista gorda con esos 6.000 jubilados muertos, tiene que haber 600 tipos, exactamente un cero menos, que se lleva[ba]n de las arcas del Estado al menos 100 veces más... que lo por pensionistas 'de pega' importado..." [Gregorio Morán, en 'Una victoria sin brillo'].

Pero, entre tantas aguerridas lanzas del Reino que -contra ´los Mercados' o/y señaladas figuras nombradísimas de 'las derechas' que arrebatan votos populares a sus competidoras- vemos lucirse cada día, en falta siguen echándose suficientes focos para iluminar todo esto; apenas alguna escasa voz salvable critica el nuevo caso, como antes ya hizo con un fichaje más a principios de la Legislatura para otro Secretario de Estado del Gobierno socialista por primer 'lobby' económico: en aquella ocasión era David Taguas, que pasó directo desde haber estado rigiendo la influyentísima Oficina Económica para Presidencia del Gobierno en Moncloa (con el PSOE de nuestro dirigente -muy supremo- estatal, aun, Rodríguez Zapatero) hasta presidir la todopoderosa Patronal de las Empresas constructoras (más planes E con sus tuneladoras a tutiplén... o AVE para todos, como prioritario antes que nada), el SEOPAN..

Y en general no habrá peligro de que la cosa trascienda, una vez censurada toda discorante información al respecto que -por cierto caso, 'inmundo' entre algún 'índice de lecturas prohibidas', claro- nuestro progresismo (de los adalides para la mayor 'tolerancia democrática' y demás 'transparencia'...) sin dudas tiene. Aunque tamaño despistarnos en el 'Indignarse!' tiene, luego, su evidente precio. Nada menos caro:

"Uno de los dogmas neoliberales que se reproducen con más frecuencia en los círculos empresariales y financieros (y ahora –con la reforma aprobada por el Gobierno Zapatero– en los círculos políticos dominantes) es el de atribuir el elevado desempleo en España a supuestas rigideces del mercado de trabajo, consecuencia de un excesivo poder de los sindicatos. Esta postura se promueve en los medios de mayor difusión y se ha convertido en la sabiduría convencional del país. De esta interpretación sobre las causas del desempleo se concluye que la intervención más eficaz para resolverlo consiste en desregular los mercados laborales, diluyendo el papel de los sindicatos en los convenios colectivos y facilitando el despido de los trabajadores.

Lo que es sorprendente es que esta explicación del elevado desempleo se promueva en los medios de información, cuando las evidencias empíricas existentes la cuestionan ampliamente. En realidad, tales evidencias forzaron a la OCDE (institución neoliberal que promovió esa teoría) a desautorizar su famoso informe Jobs Study Report del año 2004, donde se proponía la desregulación de los mercados de trabajo como la medida más eficaz para reducir el desempleo. En aquel informe se decía que la dificultad en despedir a los trabajadores con contrato fijo (los llamaba los insiders) hacía que los empresarios fuesen reacios a contratar a los que no tenían trabajo (los llamados outsiders)...

La evidencia, repito, no avala tal teoría. En primer lugar, no hay que confundir (lo cual ocurre constantemente) las tasas de desempleo con la de crecimiento del desempleo. Son dos indicadores distintos. La primera es elevada, en general, cuando no hay suficientes puestos de trabajo disponibles para la gente que quiere trabajar. Y esto es lo que ha ocurrido desde hace bastante tiempo y explica por qué siempre España, incluso en tiempos de bonanza económica, tiene un elevado desempleo. Y una de las mayores causas de la falta de puestos de trabajo es el escaso desarrollo del sector público y, muy en particular, para los servicios públicos del Estado de bienestar, tales como sanidad, educación, servicios sociales, escuelas de infancia, servicios de ayuda a las personas con dependencia, vivienda social y otros servicios.

Si España tuviera el porcentaje de la población adulta que trabaja en tales servicios (hoy es el 9%) que tiene Suecia (25%), tendría más de 5.000.000 en puestos de trabajo más de los que tiene ahora, cifra que es superior, por cierto, al número de desempleados que tiene ahora España, con lo cual el desempleo no existiría. Tales puestos de trabajo podrían financiarse con los 200.000 millones de euros más de los que recibe el Estado español (tanto central como autonómico y municipal) si éste tuviera la política fiscal que tiene [otro país mucho más prospero en nuestra Unión Europea como es el caso de] Suecia.


El problema, pues, no es económico, sino político, y ello aparece con toda claridad cuando analizamos quién paga impuestos en España. La gran mayoría de impuestos procede de las rentas del trabajo. La población que está en nómina paga, en general, unos impuestos que proporcionalmente son semejantes a los impuestos de sus homólogos en la UE-15, y sólo ligeramente inferiores a los que pagan sus homólogos en Suecia. El trabajador de Seat, por ejemplo, paga en impuestos el 75% de lo que paga el trabajador de Volvo. Quienes no pagan son las rentas superiores. Los ricos y los grupos fácticos (banca y gran patronal) españoles pagan en impuestos sólo el 20%... de lo que pagan sus homólogos en Suecia. El enorme poder político y mediático de estos últimos da lugar a las políticas fiscales regresivas que explican, en parte, los bajos ingresos al Estado y la escasa creación de empleo público. Es necesario y urgente aumentar los impuestos o su progresividad, creando empleo (para reducir déficit social de España, que tiene el gasto público social por habitante más bajo en la UE-15).

Como decía, una tasa del desempleo es indicador distinto a la del aumento en desempleo; y... los países que han tenido, junto con España, mayor aumento del paro durante la crisis han sido EE.UU e Irlanda: España ha tenido de 2007 a 2009 un crecimiento de 12 puntos en su desempleo; Irlanda de 9,7 puntos y EE.UU de 4,7 puntos. Y EE.UU e Irlanda son aquellos que tienen la mayor desregulación del mercado de trabajo. En ellos, el empresario puede despedir con toda facilidad y los sindicatos son muy débiles.

Único país de la OCDE que ha visto continuar el descenso de su desempleo ha sido Alemania, y ello a pesar de que tuvo uno de los colapsos económicos más marcados de su PIB durante la crisis, el cual cayó en picado un 4,7% (mucho más que EEUU, un 2,7% del PIB, y que España, un 3,7%) como consecuencia de la disminución de sus exportaciones, resultado de la recesión mundial. Y Alemania es uno de los países que tienen los mercados laborales más regulados y unos sindicatos más fuertes: en realidad, la cogestión empresarial -con los trabajadores y sus sindicatos representados en los comités de dirección de las respectivas empresas- es lo único que nos explica cómo éstas, al verse disminuir las demandas de sus bienes y servicios por estos últimos tiempos de crisis económica global generalizada, en Alemania han escogido reducir tiempos de trabajo... a cada trabajador en lugar del solo simplemente despedirlo.

Mientras tanto, sin embargo, en España despide su empresario, lo cual no sólo tiene un coste humano y social, sino un coste económico, pues el trabajador a largo plazo pierde conocimientos y facultades que necesitará más tarde para emplearlo de nuevo. Facilitar el despido en tiempos de recesión aumenta el desempleo, pues el empresario se adapta a la reducción de la demanda disminuyendo su fuerza de trabajo: esto es lo que en España está pasando; y la política pública (de clara sensibilidad neoliberal, actualmente) que por el Estado se aprueba hoy... lo sigue facilitando."

Mucho parlotear farisaico sobre 'chocolates del cotorreo' por si trajes o bolsos -como aquellos 'trapitos y gemelos' usados con el guerrismo para liquidarse a la buena de Pilar Miró, ¿no lo recuerdan?-... pero mafiosas leyes de irresistible 'omertá' sobre una mayor corruptela con súper Gestores públicos, continuada e impunemente 'más vendidos' a esa Dictadura de los Mercados supuesta dizque obligatoria (esto es, que si acaso llegárase a enchironar en un penal a cualquier responsable financiero de campanillas con toda seguridad lo sería -como, el ya tan famoso DSK...- solo por alguna querella en caso del género prioritario, políticamente correcto); y sobre dichos Taguas u Ocaña, tanto como Arenillas o Solbes -que, concretamente, muestran algún ostensible contubernio, en estos 'patios del monipodio'...- celtibéricos, nada: ¡toditos llamándose andana, todavía!

[Postdata, de 17/06/11 = Con cierto financiero mandamás, ya varias veces exonerado de cumplir según debería, parece que sobre mojado llueve ("Botín, sus 2.000 millones suizos y el escándalo social")... ¡mas todos esos chorreos, como siempre, recaerán de nuevo sobre comunes -erarios- por cuantos antes andábamosnos ya demasiao caninos, ay!]


1 comentario:

  1. Sobre LA CLASE POLÍTICA, hoy aquí leemos:

    El Estado democrático social y de derecho que determina la Constitución se fundamenta en que el poder político actúa como contrapeso del poder económico. Esta división de poderes es más fundamental que la de Montesquieu. La democracia se quiebra y se tambalea cuando el poder político y el económico coinciden, se entremezclan y, en consecuencia, resulta difícil el deslinde.

    Se habla de clase política, pero en realidad lo que parece existir en la actualidad es una única clase dominante, extraña amalgama de poder político, económico-financiero y mediático. Esa élite con intereses similares intercambia los papeles. Son muchos los ex ministros y ex altos cargos del ámbito político que terminan como consejeros de las grandes empresas o en importantes puestos del sector privado muy bien retribuidos.

    Sería sumamente interesante realizar un catálogo de las situaciones económicas y profesionales en las que se encuentran los ex ministros, ex secretarios de Estado, ex presidentes de empresas públicas, ex presidentes y consejeros de Comunidades Autónomas, etc. Nos quedaríamos enormemente sorprendidos del grado en que se cumple esta mixtura sean de uno o de otro partido. ¿Tiene algo de raro que los ciudadanos desconfíen de los políticos?

    La actividad política se configura como una de las actividades más nobles, cuando los que la ejercen se mueven por el bien general y les supone la mayoría de las veces sacrificios y renuncias, pero comienza a pervertirse cuando, como en los momentos presentes, se transforma en plataforma para que medren los que en ella participan, alcanzando puestos que jamás hubieran ocupado en la vida civil. ¿Puede resultar sorprendente que la sociedad no se fíe de los políticos?

    Cuando el Gobierno y la mayoría de los partidos asumen las tesis de los grandes conglomerados financieros, se hace repercutir el coste de la crisis sobre las clases bajas, mientras se respetan los derechos y las prebendas de las altas; cuando se niegan a gravar fiscalmente a los ricos, ¿cómo extrañarnos de que los ciudadanos vean con recelo a los políticos y los consideren el Consejo de administración de los poderes económicos y financieros?

    (Juan Fco. Martin Seco, en República.com)

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