viernes, 25 de noviembre de 2011

Indulta el Gobierno de PSOE al banquero Sáenz que condenó, a la cárcel, el Tribunal Supremo...

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El Consejo de Ministros acaba de aprobar un indulto al Consejero Delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz, en la condena a 3 meses de Prisión e Inhabilitación por delito de Acusación Falsa cometido en 1994 contra unos acreedores de Banesto cuando era Presidente de la entidad bancaria, según última noticia.

El Gobierno de Zapatero, en funciones tras el 20-N, ha decidido otorgar el indulto a Sáenz a petición del Ministerio de Justicia, por lo que se le ha eximido de las penas de Cárcel e Inhabilitación impuestas por el Tribunal Supremo.

Este indulto contaba con el informe favorable del Ministerio Fiscal que aun encabeza como Fiscal General del Estado el socialista Conde Pumpido, designado por un Ejecutivo al frente del cual todavía se halla ZP, nuestro actual Jefe de Gobierno.

Por tal modo, el Consejero Delegado del Banco Santander seguirá cumpliendo los requisitos de “honorabilidad” que son exigibles por el Banco de España para los ejecutivos del sector financiero, recogidos en el Real Decreto 1245/1995, de 14 de julio, sobre Creación de Bancos y Régimen Jurídico de las Entidades de Crédito.




Después de haber llegado a eso, ¿qué cambio podremos esperar?

2 comentarios:

  1. El tiempo pone a cada cual en su sitio: algunos habrán traído el nombre y circunstancias de Mario Conde a su mente con ocasión del indulto que el Gobierno en funciones acaba de adoptar sobre la persona de Alfredo Sáenz, número 2 del Santander, probable sucesor de Emilio Botín al frente de la entidad. ¿Por qué Alfredo sí y Mario no? Es una comparativa sobre la que quizás fuera de alguna utilidad realizar alguna reflexión. Conde, un personaje audaz, brillante y sin duda osado, se enfrentó en su día abiertamente al poder constituido y no disimuló sus veleidades políticas.

    Fue fulminado sin piedad con el apoyo casi unánime de la clase política. Judicialmente, su causa era difícilmente defendible, dada la montaña de anomalías mercantiles que jalonaron su gestión al frente del Banesto de la época. Fue a la cárcel, lo que ha servido, por segunda vez en la historia de la España reciente, para demostrar que ni siquiera los banqueros pueden gozar de inmunidad ante la ley. El primero en sufrir los rigores de la prisión fue, en el año 1966 (hace 45 años) Ramón Rato, padre del actual presidente de Bankia, por irregularidades fiscales cuando presidía el Banco de Siero. Fue a la cárcel de modo fulminante.

    Sin entrar en comparaciones sobre los delitos por los que 3 fueron condenados en sentencia firme en su día, hay que recordar que el indulto a favor de Sáenz le libra de la obligación de abandonar su puesto al frente del timón del Santander. No estaba en cuestión lo de ir a la cárcel, pero sí el castigo para seguir ejerciendo su actividad como banquero, cuestión esta última sobre la que el Banco de España podría tener que pronunciarse todavía, aunque es improbable que adopte una decisión que pueda poner en duda la “honorabilidad” exigible para el ejercicio del puesto. Los 3 casos tienen algo en común, delitos confirmados por la Justicia. El desenlace en los 3 es, sin embargo, completamente distinto. La condena y prisión de Ramón Rato se produjo en pleno régimen franquista, cuando las garantías jurídicas y personales eran bien distintas a las de ahora. Aquel régimen, justamente calificado como autoritario y con claras simpatías con las ideas conservadoras, no dudó en encarcelarle. Los otros 2 casos se producen en una España democrática, ambos con las mismas leyes aplicables, pero con poder político cambiante.

    El largo y complejo proceso judicial de Conde comenzó a partir de la intervención del Banesto en el año 1993. Los diversos pleitos a los que tuvo que hacer frente la llevaron a la cárcel en varias ocasiones, ocupando el poder el Partido Socialista de Felipe González. El largo y bastante menos complicado proceso judicial que ha tenido que afrontar Alfredo Sáenz ha durado 17 años, con varios Gobiernos en el poder. El último, el de Rodríguez Zapatero, que finalmente ha optado por el indulto. Sería una exageración decir que Franco trataba mucho peor a los banqueros que los socialistas del PSOE, hasta el punto de no dudar en llevarlos a prisión si incumplían la ley, como realmente hizo, algo que los socialistas, al menos en la era Zapatero, no se han atrevido a realizar a pesar de la furibunda propagando desatada durante la reciente campaña electoral en la que proponían hacer pagar a los banqueros los costes de la crisis, propuesta tan evidentemente injusta como disparatada, pero en cualquier caso vergonzosamente demagógica.

    Botín ha sido en lo económico una auténtica alfombra roja para Zapatero y su desdichada política económica, que ha llevado al país al borde de la ruina, mientras era jaleado sin pausa por el mayor banquero del Reino. No dejará nadie de reconocer es que Emilio Botín apoya a su gente de forma incondicional, lo que sin duda le honra. Pero más difícil de entender es el papel de los socialistas en este embrollo, sobre todo si pretenden mantener la vigencia de sus eslóganes en contra de la actitud de los banqueros en la crisis. Las máscaras acaban cayendo.

    Primo González, República de las Ideas.

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  2. Los JUECES HAN DEMANDADO AL GOBIERNO que sean explicados los motivos del indulto a Sáenz.

    Las principales asociaciones de jueces han recordado este viernes que la concesión del indulto es una "medida unilateral" que puede aplicar el Gobierno y han emplazado a explicar los motivos por los que se ha conmutado la pena de prisión y la suspensión del ejercicio profesional por la multa al consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz. La asociación de Jueces para la Democracia (JpD) ha advertido de que la concesión del indulto a Sáenz debe contraer "responsabilidades políticas", por las que el Gobierno deberá explicar las razones que le han llevado a conmutar la pena de prisión y de inhabilitación por la multa máxima aplicable a este caso.

    El portavoz, José Luis Ramírez, ha mostrado el desacuerdo de su asociación con la Ley de Indulto, que data de 1870 y otorga al Ejecutivo “una facultad que puede interferir” en decisiones ajustadas a Derecho. En su opinión, no parece “razonable” la concesión en el caso de Sáenz cuando en otros supuestos se otorga de manera “muy restrictiva”.

    A su juicio, se trata de una norma “cuestionable” por la que, “sin motivación y sin conocer las razones, una persona condenada deja de serlo”. “La discrecionalidad puede convertirse en arbitrariedad“, ha añadido.

    “Un derecho de gracia”
    El portavoz de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria, José Luis Armengol, ha advertido por su parte al Ejecutivo en funciones de que, con el indulto, “se ha puesto el listón muy alto”.

    Ha destacado que se trata de una situación en la que, dentro de un sistema de división de poderes ha existido “una inmersión del Ejecutivo respecto a lo que ha dicho el judicial“, en referencia al dictamen negativo emitido por el Tribunal Supremo sobre el caso de Alfredo Sáenz.

    “Esperemos que se aplique con el mismo criterio a cualquier tipo de persona”, ha agregado Armengol en declaraciones a Europa Press.

    Por su parte, el portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Pablo Llarena, ha recordado que el indulto es “una medida unilateral y un derecho de gracia que sólo le corresponde aplicar al Gobierno” y que ha adoptado con “el criterio en contra” del Tribunal Supremo y después de que la Audiencia Provincial de Barcelona dictara su condena.

    “Nosotros no podemos hacer una valoración ni positiva ni negativa. El ordenamiento jurídico reconoce al Gobierno la potestad de conmutar una pena en determinadas circunstancias y en este caso se trata de una persona con una trayectoria importante dentro del mundo financiero y empresarial”, ha dicho Llarena.

    El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes conceder el indulto a Alfredo Sáenz de la condena a tres meses de prisión e inhabilitación por un delito de acusación falsa cometido en 1994 contra unos acreedores de Banesto cuando era presidente de la entidad.

    ¡En cambio, un sumo sacerdote de LA IZQUIERDA -como Juan Torres López- MIRANDO HACIA OTRO LADO lo único que denuncia mientras tanto son "los primeros errores del PP"...!

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