jueves, 23 de febrero de 2012

Salarios y competitividad: la Gran Depresión ... está, ya, para unas mayorías de nosotros aquí

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Hoy, cuando vivimos este nuevo 23-F nada precisaremos ya el remirar entre nuestro pasado ninguna memoria de fechas lejanas hasta toparnos con Otra Historia para no dormir en la Crisis más Real, desde hace al menos 3 años... del que representa una tan solo penúltima muestra ese 'recorte salarial y laboral, sin contrapartida...' según Antonio Antón, pactado mediante su muy reciente AENC (o "Acuerdos para el Empleo y la Negociación Colectiva") por CEOE/Cepyme + CCOO&UGT... Así nos lo resume Vicenç Navarro, en Público:

Una postura sostenida por las élites gobernantes de la Unión Europea (UE), tales como el Consejo Europeo liderado por el binomio Merkel-Sarkozy, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, así como por los partidos conservadores que hoy gobiernan la mayoría de países de tal Comunidad, sería la de que los Estados periféricos en la Eurozona deben su estancamiento económico a un 'excesivo crecimiento de los salarios que ha convertido a sus economías en poco competitivas'. Esta postura subraya, pues, que 'a no ser que se reduzcan salarios, estos países ya no podrán salir de la Gran Recesión' en que se encuentran.

Respondiendo a ello, el Gobierno Rajoy ha impuesto (y utilizo la expresión “impuesto”, pues dichas medidas no estaban en su programa electoral) la reforma laboral más agresiva que haya existido en España en su periodo democrático, que tiene como objetivo reducir los salarios a base de intervenciones que intentan debilitar al mundo del trabajo; como son la facilitación del despido (que inevitablemente aumentará el desempleo), la descentralización y debilitamiento de los convenios colectivos y el muy marcado debilitamiento de la protección social (con muy acentuada reducción de derechos laborales y sociales que la clase trabajadora y otros sectores de las clases populares habían adquirido). Los recortes en gasto público social, con reducción de las transferencias, como las pensiones, así como del gasto en los servicios del Estado de bienestar, tienen también como objetivo debilitar al mundo del trabajo, diluyendo la universalidad de tales servicios, convirtiéndolos en servicios de beneficencia, de tipo asistencial. Hoy, las clases populares en España están sometidas al ataque más frontal que hayan experimentado en el periodo democrático, bajo el pretexto de 'aumentar la competitividad'.

Tal postura ignora deliberadamente la evidencia científica que muestra el error o/y la falsedad en cada uno de sus postulados. Veamos los datos. En primer lugar, no es cierto que hayan crecido más los salarios reales (a diferencia de los nominales)... que, por ejemplo, otros alemanes. El economista David Lizoain ha señalado en un artículo publicado en 'Social Europe Journal' (The ECB’s Housing Omission, 16-02-12) que Eurostat, la agencia de datos de la UE, no incluye en su cálculo de la inflación de los países miembros de tal comunidad la evolución del precio de la vivienda (uno de los artículos más importantes de consumo en nuestro país, acentuado todavía más en el periodo de la burbuja inmobiliaria), con lo cual los datos comparativos salariales han subestimado espectacularmente la inflación existente en España. Incluyendo esa vivienda (para todos los países de la UE), resultaría que el salario real español (que mide las capacidades adquisitivas del trabajador) ha ido descendiendo en lugar de ir aumentando, como aparece erróneamente en los datos oficiales, incrementándose todavía más la diferencia con el salario real alemán (y promedios en la Eurozona).

Otra falsedad de tal postura es asumir que el precio de los productos que se exportan es la variable determinante del éxito de las exportaciones. En realidad, el caso alemán es el mejor ejemplo del absurdo de dicho supuesto. La variabilidad de los precios de exportación en Alemania tiene escaso impacto en el éxito de sus exportaciones. Juan Torres, con su artículo “¿Hace falta bajar salarios para que España sea competitiva?” del blog 'Ganas de escribir', muestra en base a un estudio internacional sobre competitividad (de Natixis), que ésta no depende primordialmente de los precios ni del salario... sino de otros factores relacionados con el tipo de productos exportados. Las exportaciones españolas basadas en tecnología media y media alta, y en otras de tecnología baja (agrícola, pesquero, bebidas, tabaco, textil y calzado), tienen una marca diferencial de calidad que explican su éxito por vías diferentes al precio. Ello explica el mantenimiento –e incluso aumento– de las exportaciones en los últimos años, desde 1999 a 2011 (para profundizar en este punto, ver mi artículo “¿Necesita España un látigo para salir de la crisis?”).

Es importante señalar que, aunque los precios fueran las variables determinantes del nivel de exportaciones, los salarios no son los únicos determinantes de los precios. Cuando se vende un producto, el dinero que se ingresa va en parte a pagar los salarios, pero por otra parte engrosa los beneficios (un coste de producción que ha ido creciendo de una manera muy marcada). En el argumento que da el Gobierno de Rajoy de que hay que disminuir los salarios para reducir los precios, deliberadamente se ignora que siguiendo el mismo razonamiento debieran reducirse los beneficios empresariales, también determinantes en la configuración de los precios. Esta alternativa es sistemáticamente excluida, lo cual muestra con mayor claridad la falsedad de su postura: no es 'aumentar la competitividad', sino lo que se intenta conseguir es aumentarlos (dichos beneficios empresariales) con tales reformas, acentuando todavía más lo que ha estado ocurriendo estos años. Las rentas empresariales (dichos beneficios) superaron este año por primera vez a nuestras otras rentas (salariales), aquí. Esto es lo que se llama (aunque nadie lo dice) la brutal 'lucha de clases unilateral' que la Banca y su Gran patronal, a través de su influencia en el Estado, están imponiendo en España, causando además de un enorme dolor (totalmente innecesario), un desastre económico, pues la reducción de los salarios determinará todavía más un descenso de la demanda, causa de la Gran Recesión, en vías de ser la Gran Depresión. Y si no se lo creen, esperen y lo verán. En realidad, para grandes sectores de la población, la Gran Depresión ya está por aquí.

viernes, 17 de febrero de 2012

Lo que quiero ahora, y 'Carnes tolendes' ye...



Ahora -que por 'Carnes tolendas (o sea, toleradas) y Carnaval' nos andamos...- es preciso ir al fin a cosa más cierta que lo de costumbre.



Como en esta reciente nota del Un cierto silencio, con Ángeles Caso:



"Será (...) tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio (...) que tengo la sensación –al menos la sensación– de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.



Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. (...) Paso de (...) la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera (...) Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos (...) A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.



Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas (...)



También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería (...) Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí.


Sólo quiero eso. Casi nada. O todo. "


Amen!

miércoles, 8 de febrero de 2012

De historias kafkianas: el trabajo y los días del '¿quieres mi amig@ ser?' entre nosotros hoy...





¿Cómo dicen que con esa bajada del finiquito por despido para quien ya tenía empleo, según se nos decretó, lo que va es a crecer la contratación y no mayor Paro? Sin lógica en el plan, más fracaso seguirá siendo inevitable ["Sí puede representar, sin embargo, un incentivo para despedir algunos padres y contratar después, por mucho menos dinero, a sus hijos... La mentira en el lenguaje aparece también cuando se denomina contrato indefinido a ese nuevo tipo creado para las PYMES con un año de prueba y fuertes subvenciones. Han inventado el contrato Temporal indefinido"]... Pero, más aún, ¿no será verdad -que incluso entre futuros empleos- un abaratamiento para el final del trabajo se correlaciona con subidas en las ocupaciones tanto como al incrementos de los despidos?

Y también, como razonó MG, ¿es que acaso, a la hora de coger un trabajo, conocemos alguien a quien le haya resultado decisivo ese montante previsto de indemnización por el despido en realidad?

O, según argumentaba GP, ¿por qué no entrar en valoraciones comparativas de cuánto cuesta el despedir, tan cacareado so pretexto del grave ciclo deficitario, frente a todos aquellos otros demás capítulos que nunca suelen mentarse como recortables entre los placebos más vendidos ahora e igualmente ayer y aun desde antes?



"El arte es un estar deslumbrado por la verdad: lo único verdadero es la luz
en el rostro monstruoso que retrocede" (aforismo y dibujos: Franz Kafka)



"El Gobierno anuncia que va a 'limitar las retribuciones de los ejecutivos en aquellas entidades financieras que han recibido o van a recibir ayudas públicas'. ¡Resulta curioso que después de 7 años de Gobierno socialista hayamos tenido que esperar a que el PP alcance el poder para que se acometa tal medida! Bien es verdad que a muchos les gustaría ver limitado su sueldo en esa cuantía, 600.000 euros al año, o sea 100 millones de pesetas. Es un claro indicador de lo que ingresan aquellos a quienes no se les limitan sus haberes porque no reciben -en teoría- ayudas públicas: ejecutivos, consejeros, etc., del resto de las entidades financieras o grandes empresas; y digo 'en teoría' pues hay muchas formas para que los recursos públicos se orienten al sector privado" (tan bien por MS puntualizado: 'Sueldos de banqueros y de otros especímenes')...


Al bueno de Kafka -¡quien también era un dibujante muy reseñable, lo que acaba de avisarnos FF con algunas muestras!- le colgamos ese sambenito del adjetivar como si suyo fuera todo aquello que podría más bien tildarse de parajódico, por ejemplo el trabajo (por cuentas y lucros ajenos) así como ese interminable reforma(tea)r en sus mercados globales...


Pero también hay otros casos, como el de las comunicaciones cada vez más usuales que no hay modo humano de saber si por alguna persona -o solo desde hábil maquinita...- se habrán originado: ¡no en vano aun está desierto el premio anunciado para quien logre ofrecer cualquier programa capaz de aplicarnos con eficacia real un test de Türing seguro a la hora del discriminar entre una u otra posibilidades ante los mensajes cotidianamente recibidos!


En fin, que la comunicación siempre será difícil, vale; pero máxime por aquello -a GF oído tan pacientemente repetir, una y otra vez, con claridades pedagógicas- del que nunca podremos deshacer tanto equívoco en los demás mientras no resolvamos análogas asignaturas pendientes del nosce te ipsum... e, incluso, de llegar hasta tolerancias para lo nuestro primero:


"Somos cinco amigos, hemos salido uno detrás del otro de una casa; el primero salió y se colocó junto a la puerta; luego salió el segundo, o mejor se deslizó tan ligero como una bolita de mercurio, y se situó fuera de la puerta y no muy lejos del primero; luego salieron el tercero, el cuarto; y, por último, el quinto. Al final formábamos una fila. La gente se fijó en nosotros.


Nos señalaban y dijeron: «Los cinco acaban de salir de esa casa». Desde aquella vez vivimos juntos. Sería una vida pacífica, si no se injiriera continuamente algún sexto. No nos hace nada, pero nos molesta, lo que es suficiente. ¿Por qué quiere meterse donde nadie lo quiere? No lo conocemos y tampoco queremos acogerlo entre nosotros.


Si bien es cierto que nosotros cinco tampoco nos conocíamos con anterioridad, y aun si se quiere tampoco ahora, lo que es posible y tolerado entre tantos no es tan posible ni tolerado en relación con un sexto. Además, somos los que ya somos y no queremos ser seis para nada. ¿Qué sentido tendría ese continuo estar juntos?


Tampoco entre nosotros cinco tiene sentido. Pero, bien, ya estamos juntos y así permanecemos. Mas no queremos una nueva unión, y precisamente a causa de nuestras experiencias. ¿Cómo se le podría enseñar todo al sexto?


Largas explicaciones significarían ya casi una acogida tácita en el grupo. Así, preferimos no aclarar nada y no le acogemos. Si quiere abrir el pico, lo echamos a codazos, pero si insistimos en echarlo, regresa..."


(Kafka: 'COMUNIDAD', 1920)


O sea, ya sabíamos lo del que 'no hay Quinto malo'... Mas, ¡caray, ahora nos dijeron esta joda del ...'Sex...to'...! Bueno, pues incluso así, Ale...

jueves, 2 de febrero de 2012

Tras el Solsticio del podar otra vez cuando más oscureció, lo Nuevo habrá de amanecernos...




Aquí ahora, si dijerais 'pedid algunos deseos', yo pediría ese 'Rabo de nube' [o sea, el resuelto turbión, en habanero...] que -junto con Pablo y Aute- tan bien Silvio ya nos definió:
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"... Un torbellino en el suelo / y una gran ira que sube. / Un barredor de tristezas, / un aguacero en venganza / que cuando escampe parezca / nuestra esperanza.

Si me dijeran pide un deseo, / preferiría un rabo de nube, / que se llevara lo feo / y nos dejara el querube. / Un barredor de tristezas, / un aguacero en venganza / que cuando escampe parezca / nuestra esperanza".

Recordemos la 'Sacra Primavera' -volar edénico y caballos...- de un genial Igor Stravinsky con Pierre Boulez más el teatro Zíngaro en Paris.



O la otra versión definitiva -por muy canónica- del 'Ballet du XXème Siècle', para el mismísimo Maurice Béjart que bien claro dejaba el asunto... =
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« Qu’est-ce que le PrinTemps, sinon cette immense force primitive longtemps endormie sous le manteau de l’hiver, qui soudain éclate et embrase le monde, que ce soit à l’échelon végétal, animal ou humain ?

L’amour humain, dans son aspect physique, symbolise l’acte même par lequel la divinité crée le Cosmos, et la joie qu’elle en retire. À un moment où les frontières anecdotiques de l’esprit humain tombent petit à petit, et où l’on peut commencer à parler d’une culture mondiale, rejetons tout folklore qui ne soit pas universel et ne retenons que les forces essentielles de l’homme, qui sont les mêmes dans tous les continents, sous toutes les latitudes, à toutes les époques.

Que ce ballet soit donc, dépouillé de tous les artifices du pittoresque, l’Hymne à cette union de l’Homme et de la Femme au plus profond de leur chair, union du ciel et de la terre, danse de vie ou mort, éternelle comme le PrinTemps! »



Es cierto, sin embargo, que todo ello suele resultarnos cosa bastante más problemática de lo esperado...
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Pero aun osamos recordarlo porque tantos fríos -como siempre, cuando está más oscuro, amanece...!- solo son algún previo pasar hacia lo imperdible, del 'Agua de Primavera', que aquel "Doce Canciones" de Fiodor Ivanovich Tyutchiev y Rachmaninov [ver desde minuto 5:45 al 8:05 ...] promete:

" Los campos aun relucen cubiertos de nieve / pero sus manantiales ya brotan ruidosos, / corren despertando a la somnolienta orilla. / Discurren resplandecientes anunciando a voz en grito, / por todas partes nos lo proclaman a voces. / ¡La primavera viene!, / ¡la primavera viene! / Somos los heraldos de la primavera renovada, / ella nos manda a anunciarla. / ¡La primavera viene! / ¡La primavera viene. / Y los tranquilos días del cálido mayo / vienen tras ella abundantes, / luminosos, alegremente danzando! "
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