jueves, 11 de octubre de 2012

LOS CANTOS DE ORDESA


Pocas veces nos es dado asistir a la singular ocasión del estreno público de una gran Obra, como acaba de suceder con esta pieza musical para viola y orquesta recién desvelada por el maestro Antón García Abril; y cuando así sucede poco se puede añadir sobre lo inefable, salvo recomendar su audición directa, más allá de cualesquier comentarios o glosas.

.   Como insignificantes marmotillas, nos reconocemos, ante tamaño Pirineo...
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Si acaso escuchemos tan solo cuanto, directa mente del autor, nos ha llegado:

'Cantos de agua que, unidos a la piedra solemne y silenciosa del cauce sagrado de los riachuelos, proclaman la eternidad de la indescifrable Música de la naturaleza, el misterioso canto del agua, caricia sonora, que contrapunteando con el viento inunda nuestros sentidos de indescriptibles sensaciones de plenitud.
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Sentir la música de la naturaleza, desde su bellísimo idioma, eterno, grandioso y humilde a su vez, sonidos de las torrenteras que nos embriagan y acarician desde su presencia en las altas montañas con su inmensa grandeza, son testigos de nuestros ojos que quedan clavados en su entraña pétrea desde nuestra contemplación de su eterna estática y vital belleza.
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Canto indescriptible del agua "humilde, casta y bella" que llena de pureza nuestras vidas. Valle de Ordesa.
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No estoy seguro de si -leyendo estos pensamientos que me sugirió la contemplación estéticamente extasiada de la belleza de los hermosos valles de ORDESA, espacios de creatividad sublime que nos introducen en el milagro de la vida ante nosotros, que nos hacen vivir nuestra grandeza y humildad- será suficiente para comprender el impulso creativo de la obra.
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No estoy seguro de si será suficiente para orientar al oyente en estos 'Cantos de Ordesa', por los caminos de la espiritualidad y del sentimiento que ha guiado los principios creativos de mi obra.

No estoy seguro de si alguno de estos caminos o veredas que he transitado será la mejor guía para poder explicar lo inexplicable en la música: la emoción.
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De lo que sí estoy seguro (si esta aseveración existe en el lenguaje siempre inseguro ante cada nueva obra) es de que probablemente se comprenderá con mayor claridad este otro punto de partida poético que esas explicaciones técnicas y largas notas al programa, en muchos casos incomprensibles.

He procurado beber de las aguas puras en los manantiales que nacen desde la tierra. Me ha guiado esa música inquietantemente bella del silencio sobre el cual se escuchan las dulces sonoridades de los aleteos mágicos y serenos en los vuelos de las aves jugando con el viento que las conduce a espacios múltiples de belleza.
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He ido caminando en este silencio. He sentido el calor emocional al contemplar los glaciares.
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Me he encontrado en el monte perdido. He sentido la dulce caricia del viento portador de los suaves aromas inimitables. Mis ojos se han llenado de flores silvestres, mi alma ha vivido un espacio de espiritualidad que me encaminó a crear este concierto.
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La obra no pretende, en absoluto, ser música descriptiva. Sin embargo, no puedo negar que todos los impulsos recibidos ante la contemplación de tan inmensa belleza han sido la motivación para crear estos Cantos de Ordesa.'


Y al fin, con todo ello, ronda de nuevo la meditación: “Una sola cosa, Estudiante, Aprendiz, hijo mío, una sola cosa te será contada, y es tu Obra Bien Hecha, el oficio que ahora ejerces y que constituye la razón y la dignidad de tu vida. Cualquier oficio se vuelve Filosofía, se vuelve Arte, Poesía, Invención, cuando el trabajador dale a él su vida, cuando no permite que ésta se parta en dos mitades: la una, para el ideal; la otra, para el menester cotidiano. Sino que convierte cotidiano menester e ideal en una misma cosa, que es, a la vez, obligación y libertad, rutina estricta e inspiración constantemente renovada”, comentó Eugenio d'Ors en 'Aprendizaje y Heroísmo'.


¡Ea, pues con Salú y ale...!
 

1 comentario:

  1. No entiendo muy bien toda esa parafernalia económica en la que tratan de envolvernos: al final no soy más que un humilde trabajador, pobre de mí en este momento, pero creo que tienen más razón los que dicen "que no nos representan, que no"; y estamos en otras cosas, posiblemente equivocadas...

    No sé, no sé, pero creo que en la música y derivados (artes tan maltratados por todos esos "gurús"), quizá estaremos más seguros de obtener alguna satisfacción que con estos sabios tan preparados que nos ha tocado padecer.

    Seguramente esto no es más que alguna ... mental tan propia de mí, pero espero vuestra comprensión para justificarme de tanta equivocación.

    Agur y agur
    JLA

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