miércoles, 12 de diciembre de 2012

Paraíso fiscal de l...s Empresa[rio]s, en España: sólo pagaron 9% de los beneficios que declaran


El círculo vicioso del debate atosigante desde nuestros altavoces mediáticos, entre los mentideros públicos y reñideras portavocías partidistas, abrió alguna grieta estos últimos tiempos en usuales debates únicos (respecto a lo que acaso puedan adolecer las Enseñanzas, de religión o lenguas cooficiales, pero no sobre otras Matemáticas -¡e, inclusive, Lecturas!- ni Ciencias en las que llegaríamos hasta ser 'penúltimos de la fila' internacional...) para de las Pensiones acordarse:

Al no haberse actualizado -todas- las inflaciones del 2012 en las jubilaciones previstas para durante 2013, por Rajoy, oíamos que clamaban "socialistas"... Y tampoco faltan "populares" recordando cómo ya se congelaron por completo las rentas para los jubilados otro año anterior, el 2011, con un decreto de Zapatero desde mayo del 2010. Pero -¡pasmosa mente!- tanto unos como los otros aceptan que la causa para tan antisociales 'recortes' proviene del 'no tener más presupuesto para sostener ese capítulo', destinado a este ingreso último de las personas trabajadoras... y deberse 'asumir esfuerzo similar -o aun sus pérdidas...- en el poder adquisitivo, por todos', ante aquellas públicas 'insuficiencias financieras que resultan extremas e irresolubles' hoy aquí...
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'ProgreSindicales&LiberalEmprendeores Agentes Sociales ke modera el Rey'

Al fin y al cabo, un artículo 31º de la Constitución de 1978 -no derogado ni reformado y, por tanto, en vigor aun- para este Reino de España rezaba -imperativo- que "... todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos, de acuerdo con su capacidad económica, mediante un sistema tributario justo e inspirado en los principios de igualdad y progresividad", ¿no? Pero mírese lo que -oportuno- vuelve a recordarnos Bruno Pérez:

< No es por hacer sangre, pero si usted le echa un vistazo a su nómina verá que todos los meses la empresa le retiene una cantidad que oscila entre el 15% y el 30%, en función, lógicamente, del tamaño de su sueldo. Ese pago por adelantado, que su empresa debe ingresar religiosamente todos los meses en la Agencia Tributaria, no le libra de tener que ajustar cuentas con Hacienda cuando llega el momento de la Declaración en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas hasta cumplir con sus obligaciones fiscales, que, según la normativa actual, pasan por entregar a Hacienda entre el 24,75% y el 52% de todo ingreso... el 56% si vive en Cataluña.

Eso es lo que le corresponde a usted por tributar como cualquier español en el IRPF. Si tuviera una Empresa, por el contrario, sólo le correspondería pagar a Hacienda el 9,4% ya no de los ingresos que genere en un año (como ocurre en el IRPF) sino de los beneficios que obtenga -y declare- como consecuencia de su actividad. Así se desprende de los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria, que hacen referencia a la recaudación por Impuesto de Sociedades en el ejercicio de 2010.

Ese año, las 590.000 Empresas (un 42% del total) que cerraron el ejercicio en números verdes declararon unos beneficios agregados de 164.164 millones de euros, de los que únicamente entregaron a Hacienda 15.419 millones, un 9,4% de sus -declaradas- ganancias totales. Las razones por las cuales un impuesto que sobre el papel debería gravar con un 30% los beneficios de las Empresas acaba ingresando únicamente un 9,4% de éstos son múltiples y de diversa naturaleza, e intentamos explicarlas en las próximas líneas.

Para los profesionales en la Agencia Tributaria, inspectores de Hacienda, subinspectores e incluso algún que otro alto cargo, la actual normativa del Impuesto de Sociedades es lo más parecido a un queso emmental (resulta que el gruyere no tiene agujeros) que hay en el marco tributario español. Una norma salpicada de huecos por los que se filtran millones y millones de euros.

Partamos de esos 164.164 millones de euros de ganancias declaradas por las Empresas, en 2010... El primer tajo llegó a la hora del determinar la base imponible, con la aplicación de lo que la Agencia Tributaria denomina en su informe "ajustes extra-contables" de naturaleza fiscal.

Estos "ajustes...", ¿qué son? En primer lugar, los derivados de la aplicación de convenios internacionales y, sobre todo, de los controvertidos créditos fiscales, esa suerte de cheques que se generan en los ejercicios cerrados con pérdidas y que permiten reducir la factura fiscal en los años de beneficios. Esas dos vías permitieron a las empresas reducir en 2010 en nada menos que 36.547 millones de euros la parte de sus beneficios sujeta a tributación, la disminución de la factura fiscal por este concepto más elevada registrada nunca por la Agencia Tributaria.

Además, hay que tener en cuenta el efecto de la consolidación de cuentas en empresas integrantes de grupos empresariales. Un mecanismo extraordinariamente complejo ideado para evitar que un mismo beneficio sea gravado dos veces, en la filial y en la matriz, pero que según fuentes de la Inspección se ha convertido en un pozo sin fondo para la recaudación del Impuesto de Sociedades. En 2010, este mecanismo permitió a las empresas "desfiscalizar", es decir, disminuir los beneficios sometidos al gravamen en 44.380 millones de euros.

El efecto conjunto de estos ajustes 'técnicos' redujo en 2010 en casi un tercio la cifra de empresas con beneficios obligadas a tributar por el Impuesto de Sociedades, reduciendo este número de 589.922 a 422.070. Es decir, que ese año sólo pagaron el Impuesto de Sociedades una de cada tres empresas españolas y apenas dos de cada tres entre las que cerraron el año con beneficios. De este modo, lo que en principio eran unos beneficios globales de 164.164 millones de euros se quedaron a ojos de Hacienda en 83.238 millones, un 49% menos.

Esa base reducida es sobre la que se aplica el tipo legal del impuesto, ese "30%", que se convierte en otros menores ("25%, 20% ó 10%"), según aquellas situaciones excepcionales relacionadas con tamaño o naturaleza de la actividad empresarial que recoge la normativa del Impuesto de Sociedades. En 2010, estas excepciones dejaron el tipo medio legal del Impuesto de Sociedades en el 27%, que fue el que se aplicó sobre esos 83.238 millones para determinar la cuota íntegra del impuesto: 22.421 millones de euros.

Si ésta fuera la cifra final ingresada por las empresas en las arcas de Hacienda, todavía habrían pagado un 13,6% de los beneficios reales obtenidos en el ejercicio... pero es que aquí no han acabado las rebajas. A las empresas les queda todavía una carta que jugar: las deducciones fiscales. Ese año 2010, las empresas aprovecharon el abanico de deducciones, bonificaciones y reducciones existentes en el Impuesto de Sociedades para aligerar su factura fiscal en otros 7.000 millones de euros.

Y eso que el uso de las mismas ese año no fue particularmente intensivo. Los datos de la Agencia Tributaria muestran que en 2006, las compañías españolas llegaron a ahorrarse 15.520 millones de euros por esta vía. Para poner ese ahorro en perspectiva baste decir que la recaudación final obtenida por Hacienda en 2010 fue de 15.419 millones de euros. Quizá ahora sea más sencillo entender por qué la recaudación por el Impuesto de Sociedades cobrado se desplomó hasta un 70% desde el inicio de la crisis. >

Pero a nosotros, la muy mayoritaria Ciudadanía que para nada ejerce de 'contribuyente al Erario' tan rácano como sí puede [no]hacerlo ese privilegiado colectivo empresarial, sólo SUBEN LOS IMPUESTOS Y LAS TASAS PERSONALES (de Renta, Valor Añadido, etc.) mientras tanto... Si bien, como ya estaba formulado aquí hace tiempo, lo -en la realidad- "Suicida... es no subir este Impuesto de Sociedades..." hoy únicamente cobrado por un tercio de sus tipos nominales...
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3 comentarios:

  1. GRACIAS, FELIPE...!

    Resulta innegable que aquel PSOE de principios de los años 80 en la oposición (nunca había gobernado) supo ilusionar a la sociedad española y concitó gran apoyo. Era el CAMBIO que los ciudadanos, y principalmente la izquierda, estaban esperando tantos años. Pero a la esperanza le siguió muy pronto la decepción. El espejismo duró poco. Y lo de que "las promesas electorales son para no cumplirse" se hizo enseguida real. El programa, moderadamente progresista, se fue escurriendo entre los dedos para dejar paso a principios neoliberales, asumidos poco a poco al amparo del eslogan “gato blanco, gato negro lo importante es que cace ratones”, que González había importado de China. Alguien pudo contestarle que quizá lo más importante era saber "para quién" cazaba...

    En primer lugar para su propio interés. Por eso el grito “gracias, Felipe” puede resultar sincero cuando menos en parte de los asistentes al acto del domingo, conscientes de cómo, sin ningún mérito por su parte, sus carreras, niveles de vida y estatus social se habían elevado a alturas que jamás habían soñado y que nunca hubieran alcanzado fuera de la política. Pagaron el único precio de tener que abdicar en sus principios, si es que a esas alturas aún tenían. En el inicio, muchos tuvieron mala conciencia, pero como no puede vivirse permanentemente tal estado, la mayoría se plegó de buen grado a nuevas circunstancias, que por otra parte tantas prebendas les reportaban. Muy pocos fueron los que decidieron abandonar el barco. Pero también se acordarán de lo que pudo ser y no fue; con rabia, rememorando la TRAICIÓN cometida contra una ideología y la muerte de la socialdemocracia.

    "Gracias, Felipe” lo podrían repetir asimismo con sentido la Banca y Empresarios dueños del dinero, las oligarquías económica y financiera que han visto cómo logró desarmar pensamiento progresista y toda política económica que pudiera dañar sus intereses. La supuesta "izquierda" legitimó pensamiento de derechas y, en consecuencia, las políticas y medidas más conservadoras, dejando camino expedito para actuar siguientes gobiernos. Múltiples reformas laborales desregularon el mercado de trabajo y situaron la temporalidad a nivel intolerable, origen de que en la dificultad económica el desempleo se dispare muy por encima del resto de países en nuestro entorno. Reformas fiscales implantadas a finales de los 1980 y principios de los 1990 por los gobiernos de González favorecieron clara y significativamente a las rentas altas, del capital y las EMPRESAS, sirviendo de coartada para lo que luego acometerían Aznar o Zapatero, y se convirtieron en causa del cómo afirman ahora que "no hay recursos para sanidad, educación, la dependencia o las pensiones".

    La oligarquía económica puede sin duda gritar “gracias, Felipe”, por iniciar y legitimar proceso de PRIVATIZACIÓN en grandes Empresas hasta entonces Públicas (Endesa, Argentaria, Campsa, Tabacalera, Acesa, Repsol, Indra, etc.), que culminó el PP expoliando al Erario, es decir a la ciudadanía, y llenando alforjas de elites privilegiadas. Firmó el Tratado de Maastricht por el que se dejaba muy atada en la UE su política neoliberal. Supuso el origen de un proceso que, como estamos viendo, habría de deteriorar la democracia y quebrar el Estado social...

    Estos polvos vienen de aquel lodo y ZP o lo suyo fue tan solo fruto lógico de desideologización en la etapa anterior. Tras mucho de gobernar el partido socialista, los ciudadanos no se creen ya sus promesas ni su opositor discurso. Pasó el tiempo en que podía contar con votos de izquierda para gobernar a favor de la derecha. El vilipendiado discurso de "las 2 orillas" es hoy más creíble que nunca: en una se hallan los ciudadanos y en otra la mayoría de políticos, los de PSOE y del PP desde luego.

    (JF Martin Seco)

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  2. Efectivamente, de aquellos lodazales llegarían tantas polvaredas... Y la cosa no se quedará sin más así. Como en DE LA ROSA Y EL PUÑO un comentarista, F. Jiménez, lo co(me)ntaba hoy:

    "Seguramente hay varias razones por las que Javier de la Rosa, que siempre iba a tirar de la manta pero no tiraba jamás, se ha decidido a contar lo que sabe de la red de trinque y escamoteo fiscal de los Pujol y otros jefes de Convergencia i Unió.

    La más verosímil es la que ha dado a la policía: que teme por su seguridad y la de su familia tras ser amenazado por el propio Jordi Pujol en un distinguido café de la parte alta, no diré noble, de Barcelona.

    Si en privado, como recordaba ayer Luis Herrero en esRadio, no se cansaba de decir hace 20 años lo que ahora ha hecho en sede judicial, algo ha tenido que pasar para que una forma clásica de chantaje político se haya convertido en acusación con todos los ribetes de lo penal.

    Tal vez el fiscal de Barcelona, que de manera tan norcoreana atacó las revelaciones en El Mundo sobre las cuentas suizas de los Pujol y Artur Mas, vea ahora lo que no quiso o supo ver en víspera electoral, que el todopoderoso sempiterno Jordi Pujol Soley sí vio y, según la denuncia le llevó a acusar a Javier de la Rosa de filtrar los datos a la UDEF.

    Temor justificado si, según la confesión de De la Rosa, solo él mismo acompañó al entonces presidente de la Generalidad de Cataluña para montar en la banca Lombard ese suntuoso pesebre para el oro, el incienso y la mirra de los Juegos Olímpicos de Barcelona'92.

    Para mí, la clave está en la detención de dirigentes del PSC sólo 2 días después de las elecciones del 25-N. No habían pasado otras 48 horas cuando el cajero de la casta política catalana estaba ante la policía denunciando por amenazas a Pujol en los términos que ayer reproducía nuestro periódico, aceptando ser él mismo cómplice en una larga serie de delitos.

    Cuando el «Empresario Modelo de Cataluña» según definió a De la Rosa en la inauguración de Port Aventura el propio Pujol, vio a los mozos de escuadra del Gobierno de Convergencia detener, con absoluto desprecio por sus derechos como aforado, al secretario general del PSC y al calde de Sabadell, comprendió que las amenazas del puño pujoliano iban en serio.

    Y que en el proceso de independencia emprendido por Cataluña bajo su égida, hay testigos incómodos que pueden sufrir muchas y graves incomodidades. Mejor hablar ahora que callar para siempre."

    Al perro flaco todo se le vuelven pulgas y, como en el juego infantil ese del número insuficiente de sillas, cuando no hay para seguir alimentando a los reptiles... cualquiera termina por morder la mano que lo cebaba.

    ¿Acaso nadie recordó cómo aquellas condenas del 'caso Filesa' tan decisivas para historias políticas posteriores de nuestro pais habían traído causa en lo confesado con todos pelos y señales -cuando le cesaron de malas maneras en otra crisis, consecuente a pincharse burbujas pre 92...- por el inmigrante chileno, antes contable para la empresa, Carlos Van Schouwen?

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  3. El Tribunal de Cuentas ha denunciado que sólo 1 de cada 4 euros destinados a pagar dietas de asistencia a los miembros del Consejo Económico y Social (CES) acabó en manos de los consejeros, pues el resto se desvió hacia las organizaciones que los apadrinan, Patronal y Sindicatos, lo que no cumple fines previstos y además trae perjuicios para la Hacienda Pública, ya que la tributación es distinta.

    En su informe sobre el ejercicio de 2010, remitido a las Cortes, la entidad fiscalizadora señala que los consejeros del CES tenían autorizado cobro de 445,62 euros por cada asistencia a los Plenos, 222,81 euros por ir la Comisión Permanente y 178,26 euros por estar en las Comisiones o Grupos de Trabajo del Consejo. Ahora bien, se ha verificado que tan sólo el 24,85% de los pagos devengados por las asistencias a esas reuniones tuvieron como destinatarios a los propios consejeros. Y el resto fue a parar a sus Organizaciones, pese a que éstas ya tienen asignadas compensaciones por realización de actividades vinculadas al CES.

    “Ni los consejeros pertenecientes a las Organizaciones sindicales que componían el grupo I del Consejo (CCOO, UGT, CIG y ELA), ni los de la CEOE (única Organización integrante del II), recibieron las cantidades devengadas por sus asistencias a las reuniones del Consejo, que fueron íntegramente satisfechas a las propias Organizaciones Sindicales y Empresariales a las que representan”.

    Igualmente, las cuantías devengadas por las asistencias de los consejeros pertenecientes a las Organizaciones del grupo III -Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios y Organización Nacional de Productores de Ostra y Almeja- fueron satisfechas por el CES a las Organizaciones y no a sus representantes.

    Pero, además, las cantidades devengadas por las asistencias de dos consejeros de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social, Organización representada también en el Grupo Tercero del Consejo, no fueron ni siquiera abonadas a la misma, sino a las respectivas entidades a las que pertenecían esos consejeros (Confederación de Cooperativas Agrarias de España y la División Construcción Sociedad Cooperativa, respectivamente).

    La entidad fiscalizadora avisa de que el CES, al dejar al arbitrio de Patronal y Sindicatos la decisión de quién cobra las dietas, está generando una doble compensación para las Organizaciones Sindicales, Empresariales y Profesionales, que ya perciben por la vía de seleccionar expertos para actividades del Consejo.

    Pero es que, además, en función de quién percibe esas dietas se aplica un tratamiento jurídico y fiscal diferente a cantidades devengadas por la realización de la misma actividad: Si los fondos son percibidos por los consejeros, tienen la consideración de rendimientos del trabajo y por tanto estarían sujetos a IRPF, pero si los destinatarios son las Organizaciones Sindicales, Empresariales y Profesionales, las compensaciones están exentas del Impuesto sobre Sociedades.

    Por tanto, se está produciendo “un perjuicio para la Hacienda Pública derivado del diferente tratamiento fiscal que tienen estas compensaciones en función de si quien las recibe es una persona física o jurídica”...

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