lunes, 28 de enero de 2013

EN PAZ


Aquí ahora mismo casi: o sea, el sábado por cerca del refugio de la Naranjera...

Más cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

(A. Nervo)

viernes, 25 de enero de 2013

Los impuestos, estúpidos, los impuestos! (bis): suicida es, aún, si sólo pagan los Mini=salarios


Estamos haciendo un pan con unas tortas, en este círculo vicioso de nuestros consensos nacionales, hoy: al haber batido todos los records en Europa por cuanto al descenso tanto del empleo como de salarios, y también respecto a las rebajas de impuestos para el empresariado, se hunden los ingresos fiscales... e -irremediable mente- así es propagada cada día más la urgencia para nuevos recortes en todos nuestros gastos por dotaciones o servicios públicos... pretextando dicho déficit, en espiral creciente...

 
Eurostat: Salarios Mínimos -€/mes- en la UE actual y los EE.UU (de 1.7.2011)

A finales del pasado diciembre ya publicábamos aquí otro artículo con el mismo encabezamiento manteniendo la "tesis de que la causa del cuantioso déficit del sector público español se encuentra no en el exceso de gastos sino en la caída de la recaudación, y añadía que, para equilibrar las finanzas públicas, no queda otro camino que no sea el de reformar a fondo el sistema fiscal.

Recientemente, EUROSTAT ya hizo público el dato de presión fiscal armonizada en 2011 para todos los países de la Unión Europea, confirmando lo que en aquel artículo se decía: en primer lugar, que nuestro país tiene la presión fiscal más baja en toda la EU de los quince (32,4%), inferior incluso a Grecia (35%) y a Portugal (36%), y no hablemos de la diferencia, por ejemplo, con Francia que es de 45%, o con Italia y Alemania, de 42% y de 40% respectivamente; en segundo lugar, que desde el comienzo de la crisis (año 2007) la presión fiscal ha descendido casi 6 puntos porcentuales.

Es este segundo aspecto el que resulta un tanto sorprendente, porque si en una crisis como esta resulta lógico que la recaudación descienda, la coherencia desaparece cuando hablamos de presión fiscal (o sea, los ingresos recaudados por Hacienda, divididos por la renta nacional o por el PIB), ya que el decremento se produce tanto en el numerador como en el denominador y, por lo tanto, la presión fiscal debería mantenerse más o menos constante, o aumentar si, tal como ha ocurrido en España, se han introducido cambios normativos con subidas de tipos.

La explicación de fenómeno tan extraño hay que buscarla en un reparto desigual de la carga de la crisis y de los impuestos. Porque son las capas bajas y medias las que están soportando los ajustes principalmente y es precisamente sobre estos mismos colectivos sobre los que recae en mayor medida la carga fiscal. Eso hace que la recaudación descienda mucho más que el PIB, y se reduzca en consecuencia la presión fiscal. Lo cierto es que sin incrementar esta última magnitud será imposible corregir el déficit y mantener el Estado del bienestar, y para incrementarla se precisa un reparto de la carga más equitativo y generalizado.

Muchos son los aspectos a considerar en una reforma fiscal si se pretende realizarla en profundidad, pero sin duda la lucha contra el fraude debe ocupar un lugar de preeminencia. Habrá que comenzar por modificar la calificación del fraude. Hoy, en la casi totalidad de los casos se le trata como infracción administrativa y únicamente en ocasiones muy excepcionales se contempla como delito. Es preciso invertir los términos o al menos dar mucha más extensión a la figura del delito fiscal: para los grandes defraudadores, carecen de efectividad las sanciones pecuniarias, tanto más cuanto que se redujeron en la última reforma de la Ley General Tributaria y se mueven actualmente en unos niveles ridículos.

El juego de probabilidades juega a favor del defraudador. Es una lotería a la que siempre se gana. Tan solo la aplicación del Código Penal, con penas de privación de libertad, puede surtir efecto. El delito fiscal tendría que desarrollarse, aquí, mucho más: con una casuística prolija, al igual que cualquier otro delito; y debería reducirse el mínimo actual, eliminándolo incluso en aquellos procesos en los que el ánimo de defraudar se haga evidente.

El pasado 1 de enero ha entrado en vigor el deber de declarar a la Hacienda pública los bienes (cuentas, inversiones mobiliarias e inmobiliarias) que se posean en el extranjero. La medida resulta muy conveniente no solo por el efecto que pueda tener en la persecución del dinero negro, sino también porque si el euro se rompe o España se ve forzada a salir de la Eurozona -supuesto que no tiene nada de improbable-, tendrán que imponerse medidas de control de capitales. No obstante, hay que preguntarse si tal obligación va a ser eficaz: al tipificarse como infracción tan solo sujeto a multa su incumplimiento, a la mayoría de los contribuyentes les tendrá más cuenta no hacer la declaración y correr ese pequeño riesgo de que Hacienda los descubra.

Por el ministro de Hacienda se nos ha prometido publicar la lista de los defraudadores, tal como se hace en otros países, por ejemplo en Irlanda y en el Reino Unido. Ya han surgido voces criticando la medida, observando que la Ley General Tributaria establece la obligación del secreto fiscal. Desde luego, la finalidad de la norma no ha sido nunca la de impedir que los ciudadanos conozcan quién o quiénes les están robando, sino la de que la Administración tributaria no pueda revelar aquellos datos de carácter confidencial de los contribuyentes a los que ha tenido acceso al realizar su labor. En cualquier caso, después de unos años en los que se ha cambiado un gran número de leyes, no parece demasiado difícil modificar este artículo de la Ley General Tributaria.

Conviene recordar a este respecto que cuando se creó el IRPF en los años de la Transición se impuso al Ministerio de Hacienda esa obligación y entonces la UCD ya publicaba las listas con todos los contribuyentes con indicación para cada uno de ellos de la cantidad con la que había contribuido. Durante dos o tres años las listas se hicieron públicas con regularidad y gran eficacia, de modo que cada ciudadano podía saber cuánto había tributado el vecino y cuál había sido la carga fiscal de las grandes fortunas, y de los políticos y demás personajes públicos.

La medida ciertamente no duró mucho tiempo. Era demasiada transparencia: dejaba al descubierto muchas vergüenzas... Con el pretexto del terrorismo, se suprimió para siempre jamás. ¿No habrá llegado el momento de retomarla? Las realidades tremendamente escandalosas se corrigen muchas veces, o al menos se palian, a través del mero conocimiento por parte de la sociedad. Imposible mantenerlas cuando son conocidas por todos. 'Luz y taquígrafos' puede convertirse en arma principal en la lucha contra el fraude fiscal."

martes, 22 de enero de 2013

Del admirado y entrañable José María Delgado Gallego, nuestro 'Qabeça...' o sea, para siempre!


Así en su Casa rememorao, este gran tornero sevillí, JMD simpar...


"... amigo, trabajador de CASA, intelectual, militante social, marxista, revolucionario, honesto, inteligente, difícil, infatigable, luxemburguista y muy buena persona... Desde hace muchos años ... 

... personas como el “Cabeza” no pueden quedar, ni van a quedar, en el olvido: podría decir muchas cosas de José María pero creo que devaluaría con mi torpeza la riqueza inmensa de una vida tan vivida; J. M. Delgado hablaba y pensaba con pasión, había siempre en sus palabras como un ruido profético de fondo. 

Enamorado de la revolución desde muy chiquitito, entre corrales de vecinos y tornos leyó lo que hoy nadie lee y pensó lo que muchos habían ya olvidado: una vida sin explotación... De la estirpe de los Díaz o los Barneto... el hijo preclaro -y dignísimo- de la clase obrera sevillana; ¡gracias y adiós, qué dolor!"

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P.S.-

No es porque, según bien él tiene documentado entre paremiologías de Andaluces... Viejos, recordáramos que "cada santito tiene su octava"; no, no... Sino que durante días nos era imposible, sin más, reunir los ánimos necesarios para decir nada después.

Aun hacía menos de la semana que habíamos vuelto de Córdoba y su Serva la Bari cuando, al reencontrarnos de nuevo en los andenes de la capitalina Puerta de Atocha  con el amigo A. Márquez recién llegado desde allí tras pasar por Huelva y Cái, supimos que ya no volveríamos a vernos ni a oirle. Pero al fin  han quedado las grandes ALEGRÍAS del legado que, tan sencilla y personal mente, rato a rato nos fue dejando.

Autoridades de más alta voz tienen los púlpitos, tarimas y tribun@s que sin duda ninguna seguirán recontándonos aquello reconocible con la mejor procedencia, como tan bien van haciéndolo ya; en este caso sin riesgo del excederse por reseña encomiástica sobre quien tanto muy prolífico cuanto incansado mantenedor -e incluso "Güen Máster"- fue de foros, debates o sitios en Red(es) a las harturas presentes ya inaccesibles... 

Aquí sólo nos quedaría recomendar cualquier acceso a fuentes directas de sus obras en vez del dar por aceptables las innúmeras versiones posibles entre cuantos acaso intentarían arrimarlo hacia sí o desvirtuarle mientras tan poquito hacen por destapar su insobornable decir y, en consecuencias, hacer.

SIT TIBI TERRA LEVIS.

  

viernes, 11 de enero de 2013

Acá en esta crisis hay aun quien sigue ganando cuanto los demás, o sea, las Mayorías perdemos


¿Hasta cuándo aguantará... -la gente...- tamaño abusar?

"Sin alegría. Así acaba 2012 y así se prevé que continúe el año que ahora arranca. Con escasas subidas salariales para quien las tenga y con otra vuelta de tuerca al poder adquisitivo de los españoles. Desde que el boom económico finalizase en 2007 hasta hoy, los trabajadores han visto cómo sus sueldos evolucionaban por detrás de la inflación. Si la subida del IPC acumulada desde entonces es del 11,5%, la de las retribuciones se coloca en torno al 9%; los asalariados han perdido 2,5 puntos de poder adquisitivo, según el informe de remuneraciones que anualmente ICSA Grupo elabora.

Como suele ocurrir, son los empleados y los mandos intermedios quienes se han dejado más dinero por el camino. Pero (¡cuidado!, aunque no se suele resaltar...) al contrario que los directivos. Y eso que se trata de remuneraciones medias que distan 3,5 veces entre sí, “la diferencia entre los que más cobran y los que menos se va elevando en los últimos años”, revela Ernesto Poveda, presidente de la citada consultora. Si el sueldo anual que percibe un director es de 75.000 euros, el de los mandos intermedios se sitúa por debajo de 38.000 y el del personal de base, en poco más de 21.000 euros al año.
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“Con la crisis ha bajado el valor de mercado medio en todas las posiciones. Los empleados, cuyas retribuciones evolucionaban antes algo por encima de la inflación, hasta 2010, son ahora los grandes afectados por la Reforma laboral aprobada por el Gobierno, por los descuelgues de los convenios y las reducciones salariales que han protagonizado la mayoría de las empresas. Sin embargo, a los directivos les falta sensibilidad; deberían dar ejemplo”, denuncia el presidente de ICSA.

“En este último año la rebaja salarial se ha centrado en los empleados de convenio: sus remuneraciones han caído más del 1% respecto al 2011; pero (¡que no se olvide, cuando tanto suena lo del 'inevitable apretarnos el cinturón todos'...) frente a la subida que acumulan los directivos, superior al 3% . Es una situación preocupante”, considera Jordi Costa, profesor de EADA.

De hecho, el sindicato CCOO denunciaba recientemente cómo en las grandes compañías cotizadas (las del Ibex 35) las retribuciones de quienes se sientan en los sillones de mando habían tenido aumento del 14,5% en 2011, al tiempo que los beneficios que registraban esas empresas caían más del 32%. Claro que esas 35 empresas pagan ¡hasta una media de 777.000 euros/año! a sus directivos y de 522.000 euros a los miembros de sus consejos de administración, según la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

El nuevo año no traerá grandes cambios en los sueldos de los asalariados españoles; al menos a mejor: según todas las previsinones que se conocen, seguirá perdiéndose poder adquisitivo. Al fin y al cabo, siguen siendo muchas las empresas que ofrecerán incremento cero, cuando no un recorte salarial a su personal. Según la encuesta realizada por la consultora PeopleMatters, una cuarta parte de las compañías ha decidido no incrementar las remuneraciones (en 2012 las subieron 1,3% de media) y aún queda por decidir qué es lo que harán casi cuatro de cada diez empresas.

Las compañías que no han acometido despidos representan cerca del 60% del total de las encuestadas por PeopleMatters (si solo se considera el personal de convenio) y el 77% si se toman como referencia los despidos de directivos. La reducción de plantilla se ha llevado a más del 40% del personal base, frente a solo el 23% de los directores.

Y, cuando se han protagonizado nuevas contrataciones, al menos en un sexto de ellas lo han hecho a costa de salarios entre un 10% y un 20% más bajos..."

(Carmen Sánchez Silva: "El directivo siempre gana (más)", suplemento 'Negocios' en El País -6.1.13)