viernes, 30 de diciembre de 2016

Leyendo aún por aprender, no para despotricar

  
 
 Uno entre los últimos grabados de Goya...
  
La imagen del viejo educando, como 'párvulo perenne' [eso es lo mismo que aquel apodo Lao Tsé significaba...], todavía será más emocionante al recordarse que hace 200 años le rodeaban compatriotas matándose a raíz de "Alzamientos" contra las 'Luces' azuzados desde los púlpitos. Y un siglo después -o sea, el pasado- "de cada 10 cabezas en España, embisten hasta 9; mientras que 1 piensa" (según Machado retrató): las cosas aquí parecerían jamás tener fin... 
    
"He leído a cierta defensora de la filosofía —papel poco rentable, pese a la salvación de la Facultad Complutense— proclamarla indispensable como una permanente guerrilla intelectual contra las asechanzas del capitalismo. Ello es restringir su alcance tanto como los que quieren suprimirla de los estudios. Según esos criterios, Aristóteles debería haberse dejado de metafísicas y categorías para centrarse en la denuncia del imperialismo macedonio…
  
Sin embargo, prescindiendo de prejuicios que la reduzcan a vacua tribuna de dogmas (la 'posverdad' es antítesis contra la que se ha luchado, no sólo ahora, sino desde incluso el ágora socrática), la reflexión filosófica puede ofrecer un análisis potente de la realidad en la cual y a veces contra la cual vivimos. Van 3 ejemplos.
 
Con 'Estudios del malestar' (editor: Anagrama), José Luis Pardo nos ofrece el mejor análisis en profundidad que conozco sobre la confusa metástasis política, tecnológica y social que nos somete a 'trumpazos' y bandazos en la última década… como poco. Si no quieren limitarse a poner rótulos para sacudirse sus problemas (neoliberalismo, populismo, etcétera) sino que les gustaría saber algo más, este será su libro.
  
   
Aunque solo sea un enigma made in Spain, la cuestión de por qué la izquierda se ha vuelto reaccionaria y apoya al separatismo recibe adecuado tratamiento en 'La seducción de la frontera' (edita Montesinos) de Félix Ovejero.
   
Y la sustitución sentimental del racionalismo democrático por el clamor de «las tripas», como antes se decía, es el tema de fondo de 'La democracia sentimental' (editorial Página Indómita) de Manuel Arias Maldonado, que no solo argumenta con tino sino que brinda abundantes pistas bibliográficas para continuar indagando por nuestra cuenta.
 
De modo que los caminos del pensamiento siguen muy abiertos: falta saber cuántos leen aún por aprender, y no sólo para despotricar."
 
  

lunes, 19 de diciembre de 2016

Pensiones hoy: Atracazo a millones de Votantes conformistas por -"de cuent@"- ni buscar saber

   
¡Venga cualquier cuent...O sobre (in)sostenibilidades de la MiniPensión y bla-bla-blás... pero nunca jamás echamos números, elementales, para contabilizar: lo que cada vez se nos recorta, incluso con mayor perjuicio ya del infligido a los 'asalariados [aun] pobres'...!
 
 
Sólo rácanas Jubilaciones ('porque se agotarían huchas de nuestra Seguridad Social'): o sea, mientras todo un Estado cuela gastos por 'agujero del Déficit creciente' -para buscar otro Superávit no pedido al AVE ni 'Bancos rescatables', o Partidos políticos, etc.- a la [pasiva ya sin remedio] 3ª Edad aun le sisarán poder adquisitivo en Mínim@ Prestación vital...
    
                                                                         El Roto
           
¡Y a nadie aun, hasta lo presente con esas tan apasionadas 'realidades nacionales', se le ha visto nunca intentando en serio debelar por fin de plano tal descaradísimo sinsentido cuentista: muy al contrario, entre las personas jubiladas con nimileurismo parecen sostenerse los mayores 'nichos' del 'fidelizable' voto hacia el Consenso Único gobernante -o sea, torticeros "Pactos de Toledo"- contra su Renta Básica!
  
     
Si realmente hubo el 'Crecimiento' general de la economía patria "común", según tanto se nos aseguraba, ¿por qué habríamos de considerar admisible aun reducirles modus vivendi a nuestra 'clase pasiva' (o personas 'retiradas' del competitivo Mercado trabajador, ya, y -aunque labor... antes- en forzosa 'dependencia' presente), dada su Tercera Edad incapaz para cualesquiera otras posibilidades? 
 
¡Aquí hoy no falta tanto dinero! Para poner tan solo un contraejemplo actual, recuérdese cómo acaba de difundir esta misma semana con toda publicidad por TV el ministro de Fomento las inversiones que tenemos comprometidas aun en la Nación y... "se presupuesta pagar 600.000.000 [¡600 Millones!] € los próximos años a fin de abreviarse 4 minutos un tramo final del acceso hasta Orense mediante AVE" (entre manifestaciones populares contundentes para su apoyo, nunca vistas igual sosteniendo nuestra 'recortable' Pensión)...   
  
  
El tan mentado "Fondo" de [la Seguridad Social para] las Jubilaciones en realidad no supuso nunca ninguna "bolsa" -ni "hucha", "cajón" o "monedero" tampoco...- material por donde cupiera financiarse nada, sino mero apunte simple contable sobre Saldos entre los correspondientes Gastos e Ingresos acumulados (esto es respecto sus 'Necesidades de financiación' con crédito u otros préstamos adeudados y, al contrario, 'Cash-flows' resultantes acreedores) generables...
   
 
Mas -¡y sobre todo!- las limitaciones presupuestarias que se intentan deducir desde tal artificio no son en cambio nunca esgrimidas con respecto a ningunos otros rubros del Gasto público; así está planteado aquí ahora el TIMO: sólo la PENSIÓN debe mostrar disponibilidad [a priori], aun de sobra, para ser planteada. Mientras que cualesquier (otras) prestaciones las abonaríamos en cuanto su conveniencia o necesidad se aclarara, e inclusive si resultare imprevisto u/y ocasionándonos nuevas Deudas... 

 
  
La trampa resulta, por lo demás, doble: primero (durante las 'vacas gordas', con el último 'Burbujear' económico) se contabilizaba otro Superávit -como remanente anual, no aplicándolo a más pago, para ninguna mayor Jubilación- en vez de compensar sobrecoste de la vida, incluso cuando ZP sorprendió al congelarnos Pensiones por 'Decretazo' [del 2010], desobedeciéndose una Ley de actualización entonces vigente aun sin tan siquiera con anterioridad derogarla.
   
 
Y ahora nos niegan mejores Pensiones asimismo, alegando actuales Déficits, "pues disminuyen las cotizaciones a la Seguridad Social"... Pero no se quiere reparar en cómo tal disminución de los Ingresos es también determinada por rebaja del Gobierno a Empresas, "desgravándolas", al contratarse nuevos trabajadores -o sea, sus onerosísimas "Políticas Activas"...- para el Empleo (si bien hasta un largo tercio entre toda la población española hoy asalariada con Ocupaciones en realidad no llegó ni al SMI aun como paga total, según refleja Eurostat).
 
        
Así, absurda mente, sólo 'se hace un pan con unas tortas': cualquier sucursal bancaria que antes cotizase a Seguridad Social por sus 8 trabajadores puede ahorrarse ya la mitad ahora, tras despedir 4 (sustituibles mediante 'cajeros') más desarrollar aplicaciones informáticas, y sin embargo podría seguirse costeando lo mismo -en alguno u otro modo...- no reduciendo las pobres rentas del personal jubilado...
  
  
     
Durante 2016 aún, en España, el umbral de las "cuantías aseguradas para Pensionistas con su Cónyuge a cargo" es menor que los 393 €/mes por persona como prestación 'contributiva' (o sea, tras toda una vida laboral habiéndose cotizado -preceptivamente- al efecto)... ¡Lo cuyo queda sólo a la mitad, aproximada, del "umbral de Pobrezas" definido entre nuestras ciudadanías por las Autoridades gubernativas y/u Organismos estadísticos oficiales patrios! 
 
     
La vigente Ley estableció que se revaloricen las Pensiones cada nuevo año "entre un Mínimo del 0,25% y otro Máximo de 0,50% más el IPC según variación anual"; con lo cual, en aras del no incumplirse 'austeridades precisas', para 2017 nuestro Gobierno prevé actualizarlas... dicho -Mínimo- 0,25% (o sea, 3 ó 4 veces menos que sus depreciaciones reales por la previa inflación)...
  
            
Pero esto no es cuanto hacemos aun con otros Gastos, públicos, para nada 'recortados' todavía: mientras que cierto Art. 68º de nuestra Constitución Española -presente- redujo número 'Mínimo de Diputados' elegibles al Congreso a "300", durante toda esta prolongada Crisis actual se han seguido sufragando hasta 350, ¡17%, suplementario, más! Pues a la hora del atenderse dichas "necesidades" -esas ("propias") de las Castas, o/y sus 'Redes', clientelares- por ninguna razón se nos andan con chiquitas, miserables, ¿cómo así?
     

   
¡No seamos masoquistas dándoles ni un solo voto ya más a cualesquiera de (todos) aquellos Partidos que nos mantienen todavía sin Cambios ninguno, nunca jamás, sus Pensiones -Mínim@s tan cutre [cual contumaz] mente- infravalorables!
 

 
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 Postdata  [ 21-12-2016 ] -
  
Como si se tratara de las tradicionales ‘inocentadas’ por estas fechas, que nos anticipasen justo una semana para la ocasión, los diarios aparecen hoy invadidos con unos titulares muy alarmistas en el sentido antes ya expuesto: es decir, más o menos, “...continúa vaciándose nuestra hucha para las Pensiones de nuevo ahora"…
   
El caso llamativo sobre aquello editado al respecto por ElPais refleja en forma paradigmática tal truculencia replicada desde una prensa que, con raras unanimidades, vuelve a retratarse otra vez como “la voz de su amo (financiero)”; si bien titula de formas inequívocas para ese despistar general abonado con tanta eficacia, capciosa mente, luego por letra pequeña concluye desmentida esa interpretación del encabezado ante los prosaicos textos que -detallándonos lo más noticiable- le siguen. Muy clarito:

La Seguridad Social saca otros 936 millones de la hucha para las pensiones.
 
Retira dinero del mermado fondo de reserva para liquidar IRPF en nómina de diciembre y paga extra.
 
La Seguridad Social sacó ayer otros 936 millones del Fondo de Reserva, la llamada hucha de las pensiones (…) Los ingresos de la Seguridad Social no dan para costear las pagas extra. Por eso, cuando llega julio y diciembre el Gobierno retira recursos del Fondo de Reserva (…)
   A pesar de recuperación del mercado de trabajo, los ingresos por cotizaciones no logran restablecerse al mismo ritmo debido a unos sueldos más bajos y costes de las tarifas planas con cargo en la Seguridad Social, más el agotamiento de prestación del desempleo por parte de muchos parados de largas duraciones a quienes abonaba Empleo la cotización (…)
   Desde su creación y hasta 1 de diciembre en este año, el Fondo ha generado rendimientos netos que ascienden a 28.759 millones, de los que 2.664 millones se corresponden con 2016. Estas rentabilidades se generan gracias a los intereses de la deuda pública en la que está invertido el Fondo.
 
El Gobierno ya reconoce sin tapujos que el Fondo de Reserva está prácticamente esquilmado. El secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, declaró ayer que cuando se acabe la hucha se recurrirá a las emisiones de deuda del Tesoro para financiar los desfases de la Seguridad Social: 'nuestro sistema de pensiones está garantizado con el total de los ingresos públicos', afirmó en el Congreso durante la comisión de seguimiento de los Pactos de Toledo.
   'Y el Fondo de Reserva no es más que un superávit acumulado como deuda en manos del Estado. Cuando el Estado tira del Fondo, se queda sin esos títulos y aumenta su deuda neta. Es decir, da lo mismo financiar las pensiones con el Fondo o con deuda emitida por el Tesoro', comentó Nadal.
  
Se suele pensar que tal Fondo de Reserva es dinero en una hucha metido, para poderse después recuperar, como si fuesen otros ahorros, cualesquiera; pero no funciona realmente así: el dinero del Fondo se lo quedó el Estado como un activo en propiedad que redujo su deuda.
   Cuando el Estado retira dineros del Fondo para sufragar déficit, simplemente pierde una parte de ese activo y, por lo tanto, sube la deuda neta del Estado, exactamente igual que cuando acude al mercado a financiarse.
 
De hecho, el dinero está ya invertido en la deuda española. A los efectos de las cuentas presentadas en Bruselas, da igual el que se acabe la hucha.
   Al día de hoy, la deuda ya está aumentando con el desfase que se da entre ingresos y gastos. Hasta ahora se ha financiado con el Fondo de Reserva. Pero pronto tendrá que financiarse con emisiones del Tesoro.
  
Pero aún hay algunos otros Mass-media, sin dudar menos tramposos, que titulan con mayor precisión…
  
    
¿Deberemos acaso escandalizarnos por el que se saque dinero del ‘Fondo de las Pensiones’ para costear, precisa mente, cualesquiera entre todas éstas? ¿O es que sería quizás preferible dejar de abonarse alguna Pensión por guardar mayores presupuestos, inmovilizados en aquel ‘Fondo para Reserva’, que -dicen- ‘garantiza sostenibilidades de su pago’…?
 
  

lunes, 12 de diciembre de 2016

Otros 2 "haikus" -y... 1 "haiga"- más, del día, 12 de diciembre

    
  
 
  
              Vuelta de grullas
              (aún la contemplamos)
              O... in itinere.                .
   
  
 
 
         Manos, tanteantes,
         que manantiales buscan.
         Alumbran versos. *
 
  
    
 [* con reconocimientos al Abecedario del cuerpo imaginado en general, estimulante, para ser haijin... ]



viernes, 2 de diciembre de 2016

Nuestra decadencia en 'correcciones políticas' hacia, otra más inerme, Sociedad adolescente

  
    
Muy bien sabemos el que la verdad es como una sardina, siempre viene con espinas... Razón esa por la cual suelen gozar de tanto predicamento los camelos e infundados  cuentitos -o aun supersticiones- más inverosímiles: toda persona tendría la virtud taumatúrgica del que cuando le llegue a faltar alguna verdad podrá inventársela, y sobre todo si para su mayor tranquilidad fuera, sin empacho de cuantísimo simplona o ilusa -burda mente...- sea.
 
Además la palabra veraz no es agradable, mientras que las más agradables tampoco serían veraces... Y por fin, de 10 cabezas en Españafrente a cada 1 que piensa otras 9 hay embistiendo (lo cual sirve -tan bien- para tertulian@s, u otras lumbreras, que [pr]opinan sus cainitas palos orales) toda vía...
  
Mario Vargas Llosa nos acaba de sintetizar, no obstante, algunas 'verdades del barquero' que no convendría nunca desatender con respecto a ese tan básico mal por el que adolecemos entre consenso -implícito, parajódica mente, hoy...- demasiado excesivo.
  
“Primero fue Brexit' y luego elección de Trump el presidente para EE.UU. Sólo faltaría que Front National con Le Pen gane comicios en Francia para quedar claro cómo ese Occidente, cuna de culturas en libertad y del progreso -asustado por grandes cambios que ha traído al mundo la globalización- quiere dar marchas atrás radicales; refugiándose por lo que ya Popper bautizaba ‘llamadas de la tribu’ (nacionalismo y todas las taras que le son congénitas: xenofobia, racismo, autarquía, proteccionismos), como si detener el tiempo o retrocederlo fuera tan sólo cuestión de mover manecillas del reloj…
  
No hay novedad en las medidas que Trump propuso a sus compatriotas para que votaran por él; lo sorprendente es que casi 60 millones de norteamericanos le creyeran y respaldaran en las urnas: todos los grandes demagogos de la historia atribuyen males que padecen sus países a perniciosos extranjeros, en este caso inmigrantes; empezando por mexicanos -atracadores, traficantes de drogas o violadores-... y terminando en musulmanes terroristas más chinos colonizadores de mercado estadounidense con sus productos subsidiados y pagables por salarios del hambre…
  
El ímpetu que ha permitido a Trump ganar estas elecciones, pese a oposición de casi toda la prensa o clase más democráticamente pensante, muestra cómo hay en él algo mayor del simple demagogo y elemental desinformado: las pasiones contagiosas de los grandes hechiceros políticos con simples y fijas ideas que arrastran masas, la testarudez obsesiva en aquellos caudillos ensimismados por su propia verborrea encantando a sus pueblos.
  
Ahora, nuestros países tendrán que renovarse y recrearse constantemente para no quedar ya rezagados. Este mundo nuevo requiere arriesgar -o reinventarse- sin treguas, trabajar mucho, impregnarse de buena educación y no mirar atrás ni dejarse ganar por una nostalgia retrospectiva. El pasado es irrecuperable como descubrirán pronto quienes votaron hace poco en -el Reino Unido y- los EE.UU. (¿más Francia?). No tardarán en advertir que quien viva mirando a sus espaldas se convertirá en estatua de sal, como dice la parábola bíblica.
  
El Occidente de la Revolución industrial, grandes descubrimientos científicos o derechos humanos, libertades de prensa, sociedad abierta y elecciones libres, pionero del mundo en el pasado, ahora se rezaga. No al estar menos preparado para enfrentar futuro -todo lo contrario- sino por propia complacencia y cobardías: temor sentido al descubrirse cómo prerrogativas antes creídas exclusivamente suyas –un privilegio hereditario- ahora están al alcance de cualesquier países, por pequeños cuanto sean, si aprovechan oportunidad que globalización y hazañas tecnológicas ponen por primera vez ante todos.
  
Son un síntoma inequívoco de la decadencia, esa muerte lenta en que se hunden aquellos países que pierden fe en sí mismos: renunciando a su racionalidad empiezan a creer en brujerías, como la más cruel y estúpida de todas, el nacionalismo. Fuente de las peores desgracias que ha experimentado el Occidente a lo largo de la historia, ahora resucita y parecería esgrimir -como los chamanes primitivos- la danza frenética o el bebedizo vomitivo con los que quiere derrotar adversidades de la plaga, sequías, el terremoto, miserias…
  
No solucionarán ningún problema, agravarán lo que ya existía y traerán otros aun peores. Ellos representan las renuncias al luchar, la rendición, el camino del abismo (…) Tampoco sirven los llantos en este caso; lo mejor sería reflexionar con la cabeza fría, admitir el error, retomar el camino de la razón y, a partir de ahora, enfrentar el futuro con más valentía y consecuencia…”
  
  
   
Es más, con la educación “debería buscarse formación de ciudadanos, mejor que solo empleados: personas no sólo con capacidad laboral, sino capaces para entender la sociedad. Educar formando ciudadanos significa también formar gobernantes. Toda ciudadanía es gobernante aunque delegue hacia sus representantes ese poder del gobernar. 
  
Para esto hace falta crearse una sociedad capaz del persuadir y comprender a otros, de ser persuadidos teniendo algunas actitudes en las que se comprendan o expongan los argumentos; y además, por supuesto, de saberes fundamentales. Aritméticas -o Gramáticas- como asuntos esenciales; pero, también, aquellas materias que aportan un pensamiento global…”
  
   
Asimismo lo han pormenorizado más, con muy didácticas pedagogías recientes, Javier Benegas y Juan M. Blanco -en sus Opiniones de 'Vozpópuli'- para que no podamos alegar inadvertencia excusable al respecto:
      
"En una genial novela, ‘La mancha humana’ de Philip Roth, la vida del decano universitario Coleman Silk se ha desmoronado al interrogar por 2 estudiantes que han faltado a todas sus clases: “¿Conoció alguien a estos dos alumnos? ¿Tienen existencia sólida, o se habrán desvanecido como negros humos?”, pregunta dentro del aula. Mas, desgraciada mente, uno de los aludidos resulta ser afroamericano; y, cuando llegan a sus oídos las preguntas, lo interpreta como un ataque racista.
 
Pese a no haber ningún ofensivo ánimo en su palabra puesto que jamás había visto al dicho discente, Silk es acusado por 'racista', cesado como decano y despedido... Sin otra posible Universidad a contratarlo dispuesta, su economía familiar se deteriora rápidamente. Padece los rechazos entre toda la comunidad, más repudio por amigos o conocidos; y en un colmo de las desdichas, a causa del estrés, luego su esposa sufrió una grave apoplejía que terminaba con el fallecimiento.
  
Aunque tal decano sea un personaje ficticio, refleja otras vivencias para infinidades de norteamericanos docentes censurados y expulsados desde Universidades, porque sus discursos -o siquiera tan sólo apreciación- turbarían a los alumnados, cada vez más sobreprotegidos e infantilizados. Al no haberse ajustado a lo correcto, política mente.
  
Hace poco más de dos años, según relataba Judith Shulevitz, estudiantes universitarios en Brown organizaron un debate abierto sobre agresiones sexuales. E inmediatamente otro grupo de alumnos, temeroso del que los intervinientes pudieran exponer ciertas ideas ‘negativas’, protestó ante su Dirección argumentando que la Universidad debía ser un ‘espacio seguro’ donde no se avivaran los traumas de las víctimas. Las autoridades académicas no cancelaron el acto, pero pusieron a disposición de los asistentes su propio ‘espacio seguro’: una sala contigua donde cualquiera pudiere acudir para recuperarse de algún punto de vista turbador, y, si se sentía con fuerzas, regresar al debate.
  
La estancia estaba equipada con cuadernos para colorear, juegos de plastilina, cojines, música relajante, mantas, galletas, chuches, incluso un video calmante en el que aparecían perritos jugando. También contaba con personal cualificado para posibles traumas atender. Cuando el evento finalizó, dos docenas de personas habían pasado por esta sala, una de las cuales explicó: ‘me sentía bombardeada por puntos de vista que van en contra de nuestra creencia más íntima’.
  
En otra ocasión, un profesor del Columbia College recomendó la visita a una exposición interesante de arte samurai japonés. Inmediatamente, uno de sus estudiantes protestó airadamente, tachando la sugerencia de políticamente incorrecta por poder herir sensibilidades en los alumnos chinos. Obviamente, la objeción era absurda; la invasión de China por el ejército imperial japonés había finalizado 70 años atrás. Para el estudiante, sin embargo, tal tiempo transcurrido era irrelevante. Siguiendo su lógica, el arte alemán ofendería en Francia, lo francés para España -por la invasión napoleónica- y cualquiera español a Flandes.
  
Otro caso llamativo es lo del ex presidente de la Universidad en Harvard, el economista Larry Summers. Quien tuvo una muy desgraciada ocurrencia, por publicar estudios donde mostraba cómo el coeficiente de inteligencia entre los hombres presentaría dispersión y varianza mayores que para las mujeres, planteando como hipótesis si acaso tal hecho podía influir al asignarse puestos laborales en aquellas escalas más altas o bajas. Automáticamente fue acusado por 'machista' y -tras una durísima campaña, en su contra- se vio forzado a dimitir durante 2006.
  
El calvario para todos esos profesores ilustra la plaga de correcciones políticas, otra moda que invade los campus universitarios del mundo desarrollado; constituyendo un asfixiante censurar que, para no pocas ocasiones, provoca dramas absurdos perfectamente evitables. Lo peor, con todo, es condenarse la sociedad al oscurantismo, a ignorancia.
  
Al fin y al cabo, Summers pudo haberse ahorrado dicho calvario falseando el resultado sabido por su investigación: adaptándolo según la ‘realidad’ de lo políticamente correcto o, en definitiva y bien sencillo, renunciando a investigar. Por su parte, aquel profesor en Columbia debería pensárselo dos veces antes del recomendar más exposiciones de arte a sus alumnos; puesto que todas, con una u otra manera, herirán siempre sensibilidades de alguien. O respecto a los estudiantes de la Universidad en Brown, para evitarse sobresaltos debería ser prohibido el organizar debates abiertos.
    
    
El irresistible avance de la corrección política es una señal muy potente que nos advierte sobre infantilización de la sociedad occidental, reflejada con pavorosa nitidez en sus mismas Universidades, desde donde precisamente proviene.
  
Tanto despropósito llevó a Richard Dawkins, catedrático de biología evolutiva en Cardiff, al advertir ante sus estudiantes, entre no disimulada indignación: ‘La universidad no puede ser un 'espacio seguro'. Quien lo busque, que marche a casa, abrace su osito de peluche y se ponga el chupete hasta estar listo ya para volver aquí. Aquellos estudiantes que se ofenden por escuchar opiniones contrarias a la suya, quizás no estén preparados para venir a la Universidad’.
 
La corrección política es producto de aquel pensamiento infantil que cree obligar al monstruo a desaparecer con solo cerrar los ojos. Pero la maduración personal consiste justo en lo contrario: descubrir cómo el mundo no es bello ni bueno siempre, tomar conciencia de que los males existen, llegar al aceptar y encajar contrariedades o sufrimientos. Y, por supuesto, aprender a rebatir los criterios opuestos. En su esfuerzo por hacer sentirse todos los estudiantes cómodos y seguros, a salvo de cualquier potencial shock, aquellas Universidades están sacrificando la credibilidad o el rigor del discurso intelectual; reemplazando lógica con emoción, así como razón por ignorancia. Están, en definitiva, impidiendo que sus alumnos maduren.
  
Cuando se designan unos espacios universitarios como seguros, implícitamente están marcándose otros inseguros; y por lo tanto, tarde o temprano habrán de ‘asegurarse’ también ésos, hasta que cualquier opinión 'desconcertante' quede prohibida entre todos los campus. Pero, si esto es válido para la Universidad, ¿por qué no trasladarlo igual a toda nuestra Sociedad, en su conjunto? Así la represión debería ser extendida como alguna mancha de aceite, prohibiéndose palabras, términos y actitudes; o sea, estableciendo una siniestra policía del pensamiento.
  
Desde un punto de vista conceptual, la corrección política es incongruente, cae por su propio peso. Como no todo el mundo puede opinar igual ni posee la misma sensibilidad, tampoco es posible separar con rigor cuanto sea ofensivo y lo demás, establecer una frontera objetiva entre aquello correcto políticamente o las restantes correcciones. Hay personas que no se ofenden nunca; otras tienen, sin embargo, la sensibilidad a flor de piel. La ofensa no está en el emisor sino dentro de los receptores. Así, en la práctica, son las autoridades quienes acabarán dictaminando aquello que sería políticamente correcto y cuanto no. Aunque lo hagan a favor, naturalmente, del 'establishment' o los grupos de presión mejor organizados.
  
Tal corrección política es una forma de censura, intento del suprimir cualquier oposición al sistema; y además ineficaz para poder afrontar las cuestiones que pretende resolver: injusticias, discriminaciones, maldades. No es más que un recurso típico de mente superficial que, ante las dificultades del abordar los problemas o la fatiga implicada en transformar el mundo, opta por cambiar simplemente sus palabras y sustituir cambios reales mediante lo lingüístico.
 
Lo expresó con forma certera el defensor de los derechos civiles W. E. B. Du Bois en 1928. Tras ser recriminado por un joven exaltado al usar la palabra ‘negro’, Du Bois respondió: ‘Es un error juvenil confundir el nombre con las cosas. La palabra sólo será signo convencional para identificar objetos o hechos, y son estos últimos lo que cuenta. Sí, hay personas que nos desprecian por ser negros; pero no van a despreciarnos menos haciéndonos llamar o 'afroamericanos'. No es el nombre... sino todo un hecho’. En efecto, ni las discriminaciones, los racismos o cualquier otro problema se resuelven por cambiar sus nombres. Como mucho, se logra tranquilizar la mala conciencia de algunos.
 
Hay mucha gente por el mundo, y demasiada en España, al parecer carente de la madurez emocional o capacidades intelectuales para escuchar una opinión política que se aparte desde su convicción propia sin considerarla un insulto personal. Al poner sentimientos por encima de los hechos y las razones, cualquier opinión válida puede desactivarse tachándola como racista, sexista, discriminatoria, etc. Quizás esas personas puedan sentir que la corrección política les hace sentirse más cómodas, pero a costa de instaurar cultura del miedo en los demás.
  
Clint Eastwood declaró ‘secretamente, todo el mundo se ha estado hartando de la corrección política, del peloteo: estamos entre algunas generaciones blandengues; parece que se lo cogen, todos, con papel de fumar’... Aun así, no era plenamente consciente del peligro que se avecinaba: tarde o temprano, el virulento efecto péndulo invierte las magnitudes, la gente acaba muy hastiada de tanta censura; y como reacción... votó a Donald Trump.
    
Renunciar al libre discurso, a libre pensamiento, para evitar herir la sensibilidad en alguno es peor que algo estúpido: más peligroso, porque pondrá en cuestión los principios para nuestra democracia. Deberemos ser respetuosos con todo el mundo, por supuesto... Pero también expresar -en libertad- nuestras ideas y argumentos. Si alguien se molesta, rasgándose las vestiduras, es muy probable que así esté mostrándonos un talante inmaduro; o sea, su carácter infantil e intolerante: ‘la libertad es derecho para decir a las gentes aquello que no quieren oír jamás’. Lo advirtió, en su novela ‘1984’, George Orwell..."
  
  
  
Por fin, para terminar aterrizando en algunos de los más flagrantes casos que -aquí ahora- nos aquejan con formas ostensibles e impúdicas pero casi desde cualesquier mentalidades consentidas, pasiva mente:

Abundan casos del presentarse “fórmulas vistas cual una 'verdad' [y aun absoluta], siendo ideas por las que se le suspende a cualquier alumno de 1º en Economía. Lo dicho por Merkel, personaje con más poder por la U.E, del que ‘ningún Estado puede gastar más de lo ingresado’, merece un suspenso. Eso es elemental para el caso de una familia, pero no tiene ningún sentido económico en un Estado. Y no tan sólo por poder tener éste ‘vida perpetua’, sino porque si deja de gastar, provocará que los ingresos para la gente disminuyan, algo no igual cuando se trata de una familia.
  
O cuando se dice que ‘para crear empleo hace falta bajar salarios’, lo cual desde puntos de vista en una empresa puede ser correcto, pero sobre la economía general es una barbaridad. James Galbraith ha demostrado cómo el empleo aumenta en tanto sube salario. Y cuando dicen que, como vamos hacia una sociedad cada vez algo más vieja, ‘las Pensiones públicas no podrían mantenerse... Deberíamos contratar Planes’ [privados]; lo cual es absurdo, porque, si la pública no puede mantenerse, uno privado tampoco…
  
Otro ejemplo, lo empobrecedor del creer que ‘todo se resuelve si aumenta el PIB’, cuando ni siquiera logramos llegar a saber cuánto pudiera éste ser: cierto economista quiso averiguar cómo habrían crecido las economías en Inglaterra el 1959 y halló 18 respuestas distintas; en fin, son -simplísimas- fórmulas que no pueden reflejar la realidad ni abordar tampoco problemas complejos, pero funcionan…
  
Esto es una patología de nuestro tiempo, no solo en la economía; como decía Baudrillard, el asesinato perfecto: se parece haber asesinado toda verdad, porque no habrá manera por la cual nuestra sociedad dilucide colectivamente aquello que verdadero es y qué son mentiras, aun cuando en el fondo daría igual…
  
Sí, es al máximo sorprendente que partidos de Izquierda no llevan propuesta económica potente alguna; mas, ya no solo Podemos, el PSOE o IU también (…) Imprescindible que se haga una propuesta económica vista solvente por la sociedad, no más ninguna ocurrencia de alguien, sino muy elaborada y teniendo peso. Pero eso no se ha hecho…
  
Soy pesimista con esas Izquierdas -u otros movimientos progresistas, más en general...- por nunca terminarse de aprender el soportar diálogo con la sociedad ni tampoco a construir algunos discursos y proyectos que sean vistos factibles, ya que van aun moviéndose demasiado entre retórica e improvisación. Su manera de dialogar con las gentes o la sociedad es, además, tan agria y poco humana que no puede verse como atractiva..."
  
    
  

lunes, 28 de noviembre de 2016

Haikus del nuevo día, 28 de noviembre, aquí

  
Vemos árboles:
hay un verde jardín,
en la ventana *
   
  
(Dijo Yasunari Kawabata, medio siglo atrás: “La literatura es aquello que ocurrió entre las palabras y el silencio; ningún decir o callar, sino un estado intermedio de vacíos”...)
 
Sólo dos ojos,
y alcanzan toda nube.
¿Cómo será? *
 
[ * con reconocimiento especial hoy a sendos haijines, Marcos Jodar -menor de 11 años- y Mar Benegas ... ]