miércoles, 14 de septiembre de 2016

No 'enloqueció' Podemos, por eso: sí nos urge cortar -¡ya!- timo con los Planes de Pensiones

 
Ya lo explicamos todo hace 1 cuatrimestre, bien justificado, y 24 meses antes habríamos expuesto análogas cuentas; igual que con aquellos datos en su día ofrecidos, insistentes mentes, otros casi 6 años más atrás (como ahora, tan bien, lo vuelve a reiterar el catedrático Juan Torres López)...
  
  
Quien enloquece no son Podemos, e Izquierda Unida, o los investigadores -ni la Unión Europea...- que también hacen la misma propuesta. Quienes enloquecen serían periodistas e ideólogos que, con tal del defender intereses de los más privilegiados, tiran a la basura las realidades -mostrables, con hechos- por atacar insultando a cuantas voces debelen sus gravísimas falsificaciones:
  
  
McCoy es uno de los analistas económicos más brillantes y mejor informados en España. Sus artículos para 'El Confidencial', estese o no de acuerdo con todo lo afirmado, suelen ser rigurosos y siempre útiles, con claves fundamentales para entender cuanto sucede a la economía española. Pero, como le suele pasar a quienes tienen servidumbres concretas con el sistema económico y financiero, cuando se ponen de por medio Podemos o las posibilidades del que cambien algunas cosas importantes en España pierde mesura y hasta la educación. Le salta el chip, no sabiendo sino recurrir al insulto y la zafiedad, sin temor a mentir o decir simplezas con tal de atacar como un lobo hambriento contra UP. La yugular de Pablo Iglesias y sus colegas cotiza en el parqué bien para medios que viven sostenidos desde los bancos o las grandes empresas: comoquiera que sea, deberá irse a por ellos.
 
Como prueba, escribió todo un artículo, titulado 'Podemos enloquece: no a los planes privados de pensiones', lleno con mentira y ocultando lo que -verdadera mente- hay tras de la cuestión en debates. El asunto viene porque programas desde la coalición 'Unidos Podemos' proponían una “eliminación de beneficios fiscales para las previsiones complementarias individuales, como es el caso en los Planes de pensiones privados”.
  
  
El propio McCoy dijo que “ni lo entiende muy bien, el porqué, por tal medida”. Y como no, para justificar el insulto a unos 6 millones de personas votantes al grupo que hace tamaña propuesta, se recurrió a los siguientes “argumentarios”: y si pretenden “penalizar al rico, Iglesias o Garzón yerran el tiro”, porque “la contribución media del españolito de a pie se sitúa en los 1.400 euros”; y “no da la impresión, por tanto, del que sean aquellos más adinerados quienes obtengan ventajas exclusivas por esta vía”.
 
Además, la sostenibilidad del sistema público de pensiones está “en dudas, aritméticamente”... y lo que se debe hacer es abrir las ventajas fiscales “a cualesquier instrumentos equivalentes”. De dicho modo “sí que ayudarían a los cotizantes actuales al tener un futuro mejor; no prometiendo la utopía de unas prestaciones que pasado el tiempo van a convertir en impagables”.
 
“Carteras con acciones en fondos de inversión y el correspondiente peaje fiscal, activos alternativos o hasta inmuebles podrían servir a tal fin, siempre que se trate del dinero inmovilizado para que pueda el titular disfrutar por él cuando termine su vida laboral (...) Se pueden vivir tragedias personales tremendas en un futuro no muy lejano cuando muchos descubran que, donde no hay, no habrá... y además tampoco podría sacarse”.
 
Y todo eso anterior, dice McCoy, es “palabra de la patronal”. Pues bien, al respecto de tantísimas afirmaciones cabe señalar lo siguiente:
 
Mienten... cuando achacan solo a Podemos e IU tales propuestas pues las hacen gran cantidad entre los expertos, y mucho en antípodas ideológicas de dichos partidos. El autor de un estudio del IESE sobre fondos privados decía: “para que tengan buenas rentabilidades los partícipes y no sean desplumados a comisiones precisan otorgárseles incentivos fiscales”. E incluso lo ha propuesto la propia UE, que afirmaba: “Una desgravación fiscal de las contribuciones a planes de pensiones tiene regresivos efectos y falsea la composición del ahorro”.
 
Mienten... por decir que no son los adinerados quienes más beneficio sacan con esa ayuda fiscal. La desgravación, en contra de lo que dicen, es muy regresiva porque tales ayudas aumentan a medida que crezca el salario: Ahorrar con planes de pensiones solo es rentable para quien gane más de 60.000 euros anuales, se concluía desde un artículo -nada sospechoso de izquierdismo- en 'El Economista'.
 
  
Mienten... con decir que solo apoyando a los planes de ahorro privados van a tener los cotizantes actuales un futuro mejor. Se trata de una gran falacia financiera que usa partidarios pro los fondos privados para defender intereses de las entidades financieras. Si dentro de 20 ó 30 ó 40 años para pensiones públicas no hay ahorro, en pensión privada tampoco haberlo podría...
 
Mienten... diciendo que dinero del ahorro depositable por las gentes en planes privados es “inmovilizado para que pueda el titular disfrutar por él cuando termine su vida laboral”. En realidad, está en continuo movimiento porque las gestoras de sus fondos lo utilizan para llevar a cabo inversiones. Y tal es el problema que no se menciona; pues las inversiones (especulativas puramente, casi siempre)  son arriesgadísimas, muy peligrosas, de modo que continuamente provocan quiebras donde ahorradores pierden (sobre todo los de menor aportación) sus fondos.
 
  
Mienten... cuando dicen que las pensiones públicas son las que se van a convertir en impagables mientras que los planes de ahorro privado aseguran la pensión futura. La historia nos demuestra que son fondos privados los que más han quebrado y cuántos millones de personas en todo el mundo ya perdieron sus ahorros.
 
Mienten también... por no mencionar además cómo la única rentabilidad proporcionada por los fondos es lo que proviene de su desgravación fiscal. Como señala el informe del IESE ya mencionado arriba, fue negativa la rentabilidad media de los fondos de pensiones privados para España entre 2008 y 2012 en términos reales (descontando inflación); y de los 257 fondos con al menos 15 años, únicamente 3 lograron rentabilidad media superior al bono del Estado.
 
Mienten... al decir que “aritmética mente, la sostenibilidad... está en duda”. El sistema público... estaría con dudas políticas, eso sí, pero multitud de investigadores han mostrado cuánto puede ser perfectamente viable (como en 'Lo que tienes que saber para que no te roben la pensión' mostramos); y, en todo caso, si predominan las circunstancias aducidas para ponerlo en duda entonces tampoco serán viables las pensiones privadas (salvo, lógicamente, a quien sea suficientemente rico para sí ahorrar a lo largo de su vida): quienes defienden insostenibilidad de pensiones, en sus cálculos, yerran siempre.
 
Ocultan verdades... cuando no dicen que “la mitad de los españoles no pueden ahorrar más de 100 euros al mes”, así como “un 44% sufre por hacer frente a los pagos y tiene dificultades para llegar a fin de mes”. Es decir, que nunca podrían generar -a lo largo de sus vidas- unos fondos bastantes para garantizarse la pensión privada percibible luego, cuando ya no trabajen.
 
Solo dicen... verdad al reconocer al fin cómo su propuesta sería “palabras de patronal”. Efectivamente, todo el artículo es la palabrería de unas entidades financieras que hacen su agosto así a base del cobrársele jugosas comisiones al ahorrador, detalle -por supuesto, siempre- ocultado.
 
En fin, McCoy se nos muestra como uno más entre todos esos liberales que desprecian lo estatal y los impuestos... pero defendiendo que por el Estado -es decir, inmensa mayoría de los españoles- siga sufragándose negocio privado despilfarrador sin rentabilidad social ni personal, salvo para quien lo gestiona.
 
(Juan Torres López: 'Podemos no es quien ha enloquecido en España'... )
    
  
Por otra parte sólo nos faltaría el añadir algún dato relevante más, como lo resume Juan Laborda, del fiasco con cierto Sistema privado de pensiones ya conocido: “hace 20 años el Círculo de Empresarios y CEOE invitaron a José Piñera, otrora ministro neoliberal durante la dictadura por Pinochet, para que nos diseñase algún Plan de Pensiones Privadas en España como aquel realizado sobre Chile desde los 80; prometió a todos los trabajadores chilenos que, por tales vías, acabarían jubilándose con la mayoría de su sueldo intacto…
  
¿Y cómo terminó todo? Mal, rematadamente, tanto que se produjeron el pasado 25 de julio enormes manifestaciones en todo Chile clamando contra esa Pensión Privada ya existente para el país (pero no solo es allí, también pasa en los Estados Unidos, por ejemplo)... Analizamos alguna cifra por, sobre todo, desmontar las falsedades económicas que lo justificaban.
  
Es cierto, también, que nuestro actual sistema de reparto presenta problemas graves y sobre los cuales todo político ha mirado por otro lado. Más aún, aplicación de las recetas neoclásicas ha generado y agravado la problemática. Sin embargo, éstos podrían tratarse de maneras adecuadas, mientras que lo relativo al caso con Sistema privatizado no.
  
  
Véase muy brevemente dicho caso de Chile, donde un trabajador tiene que optar por continuar en el sistema público o irse al privado. La cuantía promedio en pensión privada es actualmente de 270 € al mes, cuando el salario mínimo son 346 euros mensuales. Un 79% de las pensiones está por debajo del salario mínimo y el 44% ni siquiera supera los umbrales para la pobreza. Pero además dichas pensiones no se perciben durante toda la vida después de jubilarse, sólo en 20 años próximos. Por el contrario, de media, una pensión pública rondaría más del doble (o sea, casi 600 euros mensuales); y es para toda la vida.
      
Aunque tampoco se tratará de Chile sólo. En realidad -más aquí, también- algunos Fondos de Pensiones que se [pre]ocupan sobre sus prestaciones por Jubilación para colectivos específicos empiezan ya planteando solicitudes del, ante sus insolvencias, recortar beneficio [privado]’ al partícipe
 
Así pues, aquellos problemas asociados al actual sistema público de reparto, que se deberían atacar son otros: estancamiento del crecimiento de los salarios, desigual distribución de su renta y caída en la productividad. Remediarlos (…) permitiría solucionar los problemas para nuestras pensiones, hoy, sin necesidad del acudir al sistema financiado y a sus efectos perversos. Pero hay que cambiar, para ello, las políticas económicas actuales; ¡y no quieren!”

    

1 comentario:

  1. FINLANDIA, ¿PRIMER PAÍS EUROPEO EN APLICAR LA RENTA BÁSICA UNIVERSAL?

    El pasado mes de junio, el gobierno finlandés de centro derecha presentó su proyecto piloto de renta básica. Dicha medida figuraba en el programa del nuevo gobierno dirigido por el primer ministro Juha Sipilä, que tomo posesión el mes pasado.

    Los detalles de la aplicación de esta medida no se han hecho todavía públicos. De hecho, el anuncio gubernamental realizado el 16 de junio consiste en cinco palabras: "implementar una renta básica experimental".

    Sin embargo, el gobierno ha explicitado que todas las personas tendrán derecho a percibir una cantidad periódica que cubra las necesidades vitales sin que por ello deban realizar contraprestación alguna Los ciudadanos que deseen tener un estándar de vida más alto complementarán esta renta con un empleo asalariado o una iniciativa empresarial.

    El primer ministro Sipilä considera que la renta básica es un instrumento crucial para luchar contra la pobreza. "Si alguien pierde su empleo, el sistema tiene que aseguararle un salario mínimo para satisfacer sus necesidades fundamentales", ha declarado.

    La introducción de esta renta básica eliminaría todas las prestaciones sociales existentes, incluidas las pensiones. Por lo que el servicio público puede verse significativamente reducido, lo que permitiría, según el gobierno finlandés, hacer un ahorro sustancial. La experiencia comenzaría en las regiones con altas tasas de desempleo.

    Todos los socios de la coalición del país nórdico parecen estar completamente conquistados por el proyecto. Sin embargo, existen divergencias de opinión respecto a la cuantía de dicho ingreso.

    Según la Alianza de la Izquierda tendría que fijarse en 620 euros al mes; los verdes son más minimalistas, con una cantidad de 440 euros.

    En cuanto a los liberales, que son los más generosos, han evocado un rango de 850 a 1.000 euros por mes, tal y como ha mencionado el diputado Björn Wahlroos. Según David J. Cord, columnista del Helsinki Times, la renta básica tendría que ascender a 1.166 euros para asegurar ese objetivo declarado de acabar con la pobreza.

    Según los últimos sondeos, el 79% de la población finlandesa apoya esta renta básica universal. Por otro lado, también se ha observado una resistencia por parte de los funcionarios que ven amenazados sus empleos.
    Una medida con muchos interrogantes

    El anuncio del nuevo Ejecutivo finlandés ha suscitado también dudas por su escasa concreción, por el carácter condicionado o no de la prestación y por lo que supondría de desaparición de todas las restantes ayudas y subsidios.
    "Este prematuro entusiasmo ha de ser disminuido por el realismo", opina Otto Lehto, responsable de la red BIEN, un grupo de discusión sobre la renta básica universal incondicionada, quien apuesta por la cautela al valorar el anuncio.
    "No está del todo claro que se entienda el término en el mismo sentido, muchos políticos lo que apoyan es una renta básica condicionada, evaluable y no universal. Luego también hay elementos del gobierno, incluidos ministros poderosos, que se oponen claramente a la renta básica y harán lo que puedan por abortar este proyecto experimental", añade.

    En su opinión, además, no está nada claro que la coalición de gobierno que forman el Centre Party, True Finns y el National Coalition Party compartan la misma propuesta sobre la renta básica. El primer partido parece más volcado con la idea, sus dos socios muestran reticencias, afirma Lehto. "Aunque el Centre Party ha conseguido incluir el proyecto de renta básica en la agenda del gobierno, ésta no figura muy arriba en la lista de prioridades de los otros dos partidos de la coalición", asegura.

    Susana Moliner (‘Diagonal’)

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