sábado, 30 de septiembre de 2017

El novedoso 'Sindicato de Inquilin@s': otro instrumento defensivo de lucha, en Madrid

 
  
En la Europa más próspera y culta, según Escandinavia, Suiza o Alemania son ahora, unas mayorías entre toda su gente viven de alquiler. Y hasta los países más afectados por el neoliberalismo, como Reino Unido es, cuentan con grandísimas cuotas -del municipio, sindicales, etc.- referidas a vivienda social arrendable: tales mínimos logra un 'Estado de Bienestar', inédito aún por aquí...
 
Pero ahora, como antes de ayer, Spain is different (quienes dicen 'Somos la izquierda' están enfervorecidos hoy por sus despistadas prioridades del 'reconocérsenos -ya- Nación de naciones'; y otras aguerridas filas en 'Podemos' militantes proclaman febriles juzgando tan alarmante como 'terrible o gravísimo que les prohíban el derecho a -unilateral mente- decidir... soberanía' de Catalunya)...!

Aquí, pues, cualquier hogar hispano cree tener claro que le 'interesa' la opción practicada del ser propietarios... Y sus administraciones públicas han decidido construir casas que dicen "sortear" entre quienes aspiren al ser sus titulares, aunque algunas veces hay casos adjudicándose -'directas'- para socios de las Castas, tan bien...
 
Es el truco de los grandes (Villar Mir, Florentino Pérez, etc.) convenciendo siempre a cada familia del que si 'la burbuja inmobiliaria' inflase precios para sus domicilios ya estaría enriqueciéndose todo quisque con tamaña especulación...
  
No hay ningún otro Estado en el cual un Vicepresidente "socialista" -como Boyer- dé nombre a Ley que arrebata legítimos derechos adquiridos antes por los inquilinos; ni donde alguna ministra de Vivienda dizque "progresista..." también cambie regulación para más 'agilizar desahucios exprés', igual a lo por la "ZetaPerista" doña Carme Chacón ya hecho...
  
Pero no todo será tonta pasividad entretenida con mantras ideológicos inanes. Veamos alguien que aquí ahora tiene claro cómo está 'Todo por hacer':
 
  

* Jose, Alicia y Ernesto son jóvenes con edades entre 30 y 35 años que comparten un piso en Arganzuela de 75 m2. Ella estudia mientras que los otros cobran un salario que no supera los 1.150 € mensuales. En julio del 2014 firmaron un contrato de 3 años por 800 €/mes. Y a principios de junio del 2017, otros 3 años más tarde, su case­ro les ha comunicado que con el nuevo con­trato quiere subir su alquiler hasta 1.100 €. Ha visto en Idealista cómo el precio del m2 ha subido estos años y no quiere perder dinero. Jose, Alicia y Ernesto tienen 2 opciones: o ceder y pagar todavía más o marcharse a un piso más barato, seguramente en otro barrio distinto. El casero no está preocu­pado, porque sabe que si ellas no aceptan la subida sí habrá otras muchas personas dispuestas a pagar ese nuevo precio.
 
 * Fátima es una mujer soltera que vive de alquiler en una vivienda en Villaverde. Paga 300 € al mes por una vivienda que –afirma- está en muy malas condiciones. Ella traba­ja como empleada del hogar en un barrio del norte de Madrid. Cobra 800 €/mes por una jornada de 7 horas diarias. La familia más acomodada para la que trabaja le ha comu­nicado que desde septiembre le reducirán la jornada y pasará entonces a cobrar 500 € mensuales. Casi al mismo momento, su casero -un propietario particular- le ha dicho que cuando venza el contrato de arrendamiento a finales del año le subirá su alquiler hasta 400 €. Está desesperada porque no cree poder pagarlo ni sabe qué hacer. Con un salario como el suyo es prácticamente imposible sobrevivir en Madrid. También está preocu­pada porque un primo y su familia están con el mismo problema. Pagan por su piso 450 € al mes pero su casero, también otro propietario particu­lar, quiere subirles dicho alquiler hasta 600 € a fina­les de julio, cuando vencerá el vigente contrato.
  
 * Flor vivía con sus 2 hijos en un piso de alquiler propiedad de CaixaBank por Ca­rabanchel. Accedió hasta él a través de un pro­grama especial para el alquiler y pagaba 643 €/mes. Hace un año perdió su trabajo en la hostelería y desde aquel entonces está ‘parada’, sin poder recibir prestación por desempleo porque gran parte de su jornada laboral la cobraba ‘en negro’... Tras hacer unos trámites, consiguió que la Comunidad de Madrid le concediera una REMI por 580 € mensuales. Mas a los 2 meses tuvo que dejar de pagar el alquiler por no poder asumirlo. Además, tenía que pagar las facturas de los sumi­nistros, ascendiendo a casi 80 € al mes. Dada la situación, Flor decidió seguir dentro del piso en situación irregular. Tuvo un primer desahucio, que consiguió paralizar con ayuda del Grupo de Vivienda en su barrio; y otro segundo, el pasado 29 de junio.
   
 
 * Luz Mari buscó un piso en alquiler por la zona pero los pre­cios eran demasiado altos para sus ingresos. Cuando encontraba un piso algo más barato le pedían fianzas de hasta 6 meses, garantías y el mes para las agencias inmobilia­rias: casi 3.500 € para entrar a vivir en un piso, imposible de asumir por ella. En medio de la desesperación e impotencia Luz Mari ha decidido pasar a okupar una vivienda propiedad actual de Bankia. Tiene muy claro que no debe resignarse a quedar en la calle con sus hijos mientras por su barrio hay decenas de casas vacías.
 
 * Laura y Antonio son una pareja que vive okupando una vivienda en Usera. Él co­bra 350 € por pensión de incapacidad y ella trabaja como empleada del hogar, ganan­do 850 € al mes. Laura está embarazada de 6 meses. El propietario del piso les ha denunciado por usurpación y el pasado 3 de julio tuvieron un primer desahucio, que consiguieron aplazar gracias al apoyo del Grupo de Vivienda en Usera. Como ‘solución habitacional’ han intentado buscar un piso en alquiler pero los precios y las condiciones siempre se lo impiden. Los caseros les piden un mí­nimo de 600 € mensuales, 3 meses de fianza, más contrato de trabajo fijo a jornada com­pleta con ingresos mayores que 1.800 €: imposible de asumir para ellos. Vol­verán a okupar otro piso.
 
 * María es una madre de 58 años viviendo en alquiler con sus 2 hijos más 3 nietos dentro del mismo piso perteneciente al barrio San Blas. Gana 800 € mensuales trabajando en un centro de ayuda para personas dependientes y paga 400 €/mes como renta. Sus hijos están en paro, aunque a veces consiguen aportar algo de dinero con trabajos esporádicos. Ese alquiler se lo con­cedió el banco en 2013 mediante programa del Fondo Social de Vivienda creado por el Gobierno para poder ‘apoyar’ a familias desahuciadas. En diciembre de 2016 el propietario le mandó una carta comunicándole que había traspa­sado a un Fondo de Inversión propiedad total sobre la vivienda. Su contrato venció a finales de junio del 2017 y el nuevo propietario no está interesado en renovarle más alquileres. Parece que lo que quisiera es reformarlo y vender o alquilar a un precio superior. María está desesperada pues con estos precios actuales no puede pagar un alquiler del mercado, por San Blas ni en ningún otro sitio, y tampoco se atreve a okupar una vivienda.
 
* Patricia es enfermera y está viviendo en un piso compartido del barrio de La Latina. Al cumplir los 30 años decidió buscar una vivienda en alquiler para irse a vivir sola. Tras meses de búsqueda en portales de Internet, nada logró encontrar a un precio que pudiera permitirse con su salario de 1.250 €/mes. Cuando encontraba uno habían llamado ya 20 ó 30 personas antes de poder hacerlo ella. Y además, cuando conseguía una cita, los requisitos que le pedían eran imposibles: hasta 3 meses de fianzas, ava­les, garantías, ¡contrato laboral fijo y a jornada completa! En muchos casos le dijeron que preferían a parejas casadas y con hijos que una mujer soltera: según parece, al casero le daba más seguridad. Finalmente, ha tenido que desistir de la búsqueda y quedarse más en su piso compartido.

  
“Tantos casos representan sólo una muestra de la compleja problemática del alquiler actual que pa­decemos en Madrid y su Área metropolitana: elevados precios en propor­ción a los bajos ingresos de la población, finalizaciones prematuras para los contratos del alquiler como fruto de Reforma en la LAU desde 2013, requisitos imposibles el accederse a un piso, desplazamientos forzados a otros barrios, expulsiones y exclusión del mercado formal, hacinamiento en pisos compartidos, malas calidades de las viviendas… Situaciones todas ellas que generan sufrimientos y frus­tración, especialmente para las familias u hogares de los barrios populares.
 
Es en este contexto, que podemos lla­mar casi ‘emergencia’, cuando un grupo de inquilinas -muchas proviniendo desde los movimientos sociales, como el de la vivien­da, feministas o municipalista- tomamos conciencia sobre la problemática y decidimos organizarnos para intentar ofrecer solucio­nes. A finales del pasado enero, un grupo promo­tor con 15 personas empezamos reuniéndonos en el Banco Expropiado La Canica (Lavapiés) para ver cómo y de qué forma podríamos afrontar los problemas. La idea ya estaba sobre la mesa. Crear algún Sindicato de inquilinas como una herramienta del con­trapoder, para defendernos ante abusos en los caseros, y luchar por alquileres dignos. Tras meses con muchos debates y tra­bajo, el reciente 12 de mayo presentábamos en un Centro –EVA- Social (Arganzuela) nuestro Sindicato para Madrid ante unas 100 personas y varios medios periodísticos que se habían interesado por la iniciativa.
 
Hoy el Sindicato de Inquilinas es herede­ro directo de movimientos por la vivienda como V de Vivienda, que hace ya una déca­da denunciaba las dificultades de acceso a la vivienda para la gente joven, u otros más recientes -como la Plataforma de Afectadas por Hipotecas (PAH) o Grupos de Vivienda en los barrios- que han marcado las agendas polí­ticas y desde autonomía generaron poder popular hacia transformaciones sociales.
  
 
También están en nuestra memoria las huelgas de inquilinas desde finales del siglo XIX -y la década de 1930- en diferentes localizacio­nes a uno u otro lado del charco: desde las huelgas del inquilinato de Buenos Aires durante 1907, pasando hasta Veracruz en torno a 1920 o Santa Cruz de Tenerife y la Bar­celona tomada por CNT de los años 1930; que rezumaban dig­nidad obrera auto-organizada en un contexto impuesto por una crisis política, la migración interior ha­cia las urbes industriales, con gran de­manda de vivienda y unos caseros aprovechándose de la situación para especular con uso y precios de la vivienda. Las principales dife­rencias con respecto a esas épocas estriban en que aquello fue contexto con fuerte organización y alto % de alquileres cuyo margen de presión era mayor; cosa diferente de actuales coyunturas, cuando nos move­mos por contexto en que tal red compleja y creciente de inquilinas urbanas no tiene tanta coyuntura fa­vorable al no ser más del 20% de la población, cuanto menos en Madrid ciudad.
 
Es precisamente toda esa coyuntu­ra tan desfavorable la que nos ha motiva­do, junto al empuje de luchas contra los desahucios y por las viviendas, a la mayoría de personas del grupo promotor en este Sindicato de Inquilinas de Madrid; para ver cómo abordar esta lucha, ya que muchas de nosotras éramos activistas que veníamos de otros colectivos y movimientos sociales, autónomos o vecinales, ligadas también al sindicalismo social: entendiéndolo como nuestra proyección de sin­dicar luchas sociales profundamente atra­vesadas por precariedades (en diferentes aspectos), y que focalice la sostenibilidad de la vida contra las perversiones del capital; desbordando los cauces del sindicalismo de clase tradicional, por atender a la compleja diversidad de luchas urbanas tendiendo alianzas desde los afectos en nuestras vidas cotidianas; procurando sindicar las luchas de ‘kellys’, pensionistas, ‘manteros’, jóvenes precarias o trabajadoras del territorio doméstico. Un sindicalismo, en definitiva, que desde la base y las clases populares construya otras alternativas de vida que merezcan la pena ser vividas.

Nuestro Sindicato se ha estruc­turado en 4 Grupos de trabajo. Por la gran demanda mediática y paralelo a urgencias en problemáticas del alquiler, una primera comisión que funciona des­de momento inicial es para Comu­nicación: encargada de prensa y redes con gestión sobre las portavocías. Después de una pri­mera gran Asamblea general, el 26 de Mayo, se incorporaron otras Comisiones -para Extensión a Barrios, de Asesoramiento y del Argumentario- que se reúnen en momen­tos distintos a las asambleas; las cuales a su vez venimos celebrándolas con periodicidad quincenal, los viernes alternativos a las 18:30 en el Espacio Vecinal Arganzuela. 

La relación con las PAH, la Obra Social Madrid más Coordinadoras de Viviendas es una cuestión que también nos preocupaba y queremos construirla con mimbres fuertes y duraderos; porque somos conscientes de que han sentado bases para un movimiento por la vivienda muy amplio, popular, diverso y empoderado. Un movimiento al cual nos queríamos ads­cribir, manteniendo vasos comunicantes con esas luchas que, desde nuestra posición in­cipiente, comparten mismo espíritu que el nuestro, resumible por la frase “vamos lentas porque vamos lejos”.
   
 
Nuestro objetivo principal es defender unas condiciones habitacionales adecuadas y dignas en los hogares precarios no pro­pietarios (directos y, de forma indirecta, okupas o no in­dependientes). Incluiríamos aquí dentro del ‘sujeto’ no sólo a hogares de inquilinos sino aquellos que serían poten­ciales pero se hallan expulsados o excluidos del mercado del al­quiler. Este gran objetivo se desgrana en otros como reducción de los precios del alquiler, mejora en la calidad para las viviendas, mayores facilidades de acceso al alquiler (contratos más favorables a las inquilinas, tema de fian­zas, limitar abusos por los propie­tarios), apoyar a los hogares en sus conflictos con propietarios, paralizar o revertir la expulsión de los hogares precarios no propie­tarios que viven por el centro y la semi-periferia al exterior fruto de los precios del alquiler frenando procesos de turistificación que se dan fun­damentalmente por ‘la almendra central’.
  
Apoyar a los hogares con la defensa de sus derechos como inquilinas, en definitiva. Para poder alcanzar estos objetivos queremos que sea el Sindicato un instrumento de presión al Estado y a las instituciones públicas, para lograr la intervención-regula­ción en los precios o condiciones de mercado del alquiler, presionar por una derogación de la LAU y exi­gir legislación que nos ofrezca garantías para el acceso a la vivien­da en condiciones dignas.
 
En realidad, nuestros objetivos más concretos están por definir a medida que conectemos con diferentes ba­rrios y sus realidades sociales. Pero sí que hay dos herramientas muy claras que a corto plazo ya tenemos claras: la movilización so­cial en la calle más intervención del merca­do de alquiler. Esto nos da la potencialidad de seguir lidiando a medida que conocemos casos reales en los cuales hayan obtenido sus primeras vic­torias frente al capital inmobiliario. Ahí están las paralizaciones a desahucios, los realojos y obras sociales de la PAH, o cierta victoria del Bloque Arganzuela contra URBANIA…
 
Mientras tanto aquí seguimos, ‘perrean­do’ y luchando en nuestros barrios contras los caseros y las inmobiliarias para que no nos expulsen de nuestros hogares; entre tanto decimos alto y claro que la vivienda es un derecho, no mero comercio. Más información en www.inquilinato.org..."
 
[En 'Todo por hacer' nº 78 -gratuito- de julio del 2017)]
       

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Recapitulando, por 'El bebedor de los arroyos'...

  
 
  
Casi... veinte años... no es nada; de acuerdo, mas...

Esta persistencia tratando de mantener lo insostenible solo corre pareja, siempre, con el firmísimo andar fluyendo que a diario podríamos -tan bien, y muy clara mente...- descubrir en todas nuestras cosas.

Pero, aun así, estate solo aquí en lo que ahora estás... Y enterándote...
  
 
Yendo de Fondeo as Morrendas xunto Ribeira de Piquín o Santalla d' Oscos
    
 

 A D V E R T E N C I A (…)
 
'Ya ni siquiera presentimos                
y luego nos quedamos asombrados...'
  
Vladimir Holan                               
    

    He ahí (…)
    el tramposo Edipo, tiranos jugando como attilas de Novecento (…)
    Y ahora tú, amigo solitario, busca que te busca (…)
    En ascuas como ellos, también tú, rebuscando (…) 
    Deja que caiga fuego (…) No permitas que fallen los oráculos.
    Ni que avance hasta tu ahora ningún hombre sin recuerdos.


I

   (…)
   Vi que el abandono sucedía en aquel instante en que por él me
   preguntaba.
   Vi que las cosas terribles que en mi mano imaginaba ya habían
   ocurrido.
   (…)


II

   Pues, realmente, ¿cuándo sucedió cuanto ocurrió a espaldas de 
   Edipo, el harapiento?
   El momento en que sótanos desvelan los sucesos, ¿no es acaso
   el tiempo único de los acontecimientos?
   (…)

 
III
 
   (…)
   ¿Podrías jurar tres veces que ningún tambor les precedía?
   ¿O es que no hacen ruido los saleros al caerse boca abajo?
   Y si a la hora de los postres ya nadie decía una palabra, ¿cómo es
   que no oíste a los gusanos trabajar en las manzanas?
 
 
 


IV

(…)
Y no se oyó.
Y fue anterior al que pronuncian las vasijas o (…) contra el suelo.
(…)


V

Se oía.
(…)
Y entonces (…)
 

VI

(…) ¿eras o no eras un verdadero amante de acertijos?

 
IX

(…)
¿Y aún quieres preguntarle al suelo dónde está el pasado?


X

El silencio,
el que contrata a sus peones por los alrededores del miedo
y los pone a trabajar para el olvido.
(…)
A veces me pongo a recordar cómo era aquel silencio anterior a
la rotura de las lilas, porque todavía no era abril en las afueras
y en algunos comedores los cubiertos nos rozaban levemente,
evitando los feroces modos del metal contra la médula.
(…)


XI

(…)
Pregúntale a la nieve por qué fue ella quien se quedó de piedra.
 
  
 
  
           XII
 
El camino que se estrecha entre las peñas deja escaso sitio a 
la razón: nadie entra ahí a discutir qué es lo primero.
(…)
¿Vienen o van a Delfos tus caballos? (…)

 
XIII

(…)
Más de uno se sacó los ojos.
 

XIV

(…)
Ver, no ver. Amar, no amar. Ni siquiera tal distribución en la
memoria compone una balanza que indulte el alba.
(…)


XV

(…)
¿Los ojos? ¿Y qué harán los ojos? ¿No ves que es ya insufrible 
tanta claridad?


XIX

Nada, ni siquiera la vergüenza, cambia una verdad ya terminada.
Es la limpia llanura mate de los puzzles acabados veinte veces.
Por eso, nada. Ni un pelo de punta ante las fotos reveladas con
retraso.
(…)




XX

En la triple encrucijada de los fines de semana cualquier nube se
aprieta y se hace ojo que faena en los cestos de carbón.
Lo urgente es darse cara a cara con un ángel cuyo rastro está
encerrado en las leñeras.
(…)
Tu reflejo, en los ojos del ciego, es una hoguera hipnótica de ideas y
poemas.
Ya no vives de sentimientos ni de hechos.


XXII

(…)
Tienes que pasar por esto, respondió (…) Y no cuentes con
nada más para ponerte en marcha.
Pero, una y otra vez, De esta tierra arrójame ya cuanto antes,
insistía el ciego.
(…)

 
XXIII

(…)
¿Y el resto? ¿Y todo lo que dejabas para después de la muerte?
(…)
 

XXIX

(…)
Una y otra vez el mismo verso de vuelta abriendo el suelo: ¿valió
la pena, viejo, de veras conocer valió la pena?
(…)

 
Por Vilagocende, al pie de actual gran fervenza
 
 
XXXIII

¿Eres o no eres, viejo, el resumen de tus hechos?
(…) 

 
XXXVI

Sólo son vestigios de peligro lo que te hace vivir de nuevo:
La mirada que te agarra o azuza el paso, la que inmóvil permanece
frente a ti como los pozos.
La que ya no puede ser para olvidar, la que brilla en los brocales,
deslizantes, poro a poro.
La que te hace saber de nuevo que no hay más luz que la que sube
presentida, ni mayor dolor que ese quietismo sin excusa en los
cubos y poleas del silencio.
(…)

 
XXXVII

Eres, viejo, el bebedor de los arroyos: el infante entablillado que  
con teas incendiarias se desbocó una noche hasta unos ojos.
(…)
Eres el bebedor de los arroyos, recuérdalo. No vuelvas a temblar en
julio por la gota fría de unos vientos propios del invierno,
ni vuelva la memoria a ser consecutiva de los días venideros.
(…)   
  
  
 

  

viernes, 22 de septiembre de 2017

Desconnexió Unilateral Independent (DUI) a Barcelona "es bona... si la Bolsa sona, però..."


La historia es conocida. Quien echó su 'órdago' sin medir bien las fuerzas o por' farol', si acaso se lo aceptaren, que ya no pretenda protestar: como cualquiera sabe, desde hace muchísimo, 'Roma nunca pagaría traidores'; mas tampoco parece probable que siguiese pudiendo hacerlo -dentro de la Unión Europea, presente, o/y toda vía- este actual Reino del Estado español...
 
     
¿Alguien aún creerá en aquella estrategia del 'montarle al tigre' para, supuesta mente, así domarlo? No le iríamos a dedicar aquí para nada demasiados meses al repetirnos, insistentes, algo que tan obvio ya -desde hace muchísimo tiempo- es.

Un catalanismo pujolista sobrado durante décadas en aquel antes hábil arte del torear a los Gobiernos (con González, Aznar, Zapatero, Montilla y tal es) comprando su 'ninguneo de facto' al dizque legal imperio supremo constituido sobre banderías e idiomas [menos o más] "propios", con oneroso apoyar sucesivas mayorías parlamentarias no absolutas, ha devenido en 'parto de los montes que alumbró ratoncitos' –tamaños, como Puigdemont i Mas- autosugestionados para poder pasarse 'modos por monteras' u otras reglamentarias premisas "bajo su [grandísimo embudo del] arco triunfal"...
Memoria hispanica: d'aquest altre Referèndum 70 anys ara ja faria...
 
"Agustí Calvet –ese buen Gaziel que me descubrió Enric Juliana y al cual tanto admiraba también Josep Benet- en La Vanguardia del 28 de noviembre de 1930, sentenció: ‘El sino político para la tierra catalana, desde que se constituyó el Reino español como unidad nacional a fines del siglo XV, ha sido constantemente de un signo contestatario. Cataluña viene siendo, desde hace ya 4 siglos, la epiléptica en España’ [citado del libro Tot s’ha perdut, págs. 132-133].
 
Pues bien, desde Gaziel hasta hoy, vamos camino ya del 5º siglo por tales eventos epilépticos… Otros 50 años después, Tarradellas dijo: ‘Cuando los catalanes nos hemos podido dedicar a la política de nuestro país, a menudo lo hemos hecho con estrechez de miras, dando la impresión de no saber superar unos horizontes limitados’ [cita en el texto Ja sóc aquí, pág. 61]. Y remató: ‘A lo largo de mi vida he podido observar a menudo que muchos catalanes no saben ni ganar ni perder. Cuando ganan, se vuelven ávidos como lobos hambrientos. Pero si pierden, echan sus culpas a los demás y se retirarán para cultivar toda la flor amarga del resentimiento’ [según ese mismo Ja sóc aquí, pág. 177].
No habría que medir a todos los catalanes por el mismo rasero. Creo mejor hablar sobre algunas minorías –políticas, culturales o económicas- dirigentes en sucesivos momentos con ruptura, creadoras de mitos, predicadoras para unos ‘paraísos perdidos’ así como vindicadoras del agravio. En relación con el papel de dichas élites dirigentes catalanas, ya se había expresado Pierre Vilar, un maestro espiritual de los historiadores catalanistas, refiriéndose a las 2 revueltas, en 1640 y 1705: ‘De hecho, estas minorías dirigentes del Principado eligieron muy mal, en ambas revueltas, a los que querían como garantes de sus libertades (…) Fue así como alguna minoría catalana representativa se creyó hasta por 2 veces que podría elegir sola su propio camino’ [expresión del Breve historia de Cataluña, págs. 89-90].
  
Por cuanto a las posibles consecuencias ‘apocalípticas’ de los errores con esas minorías dirigentes catalanas, tanto Vilar como Vicens Vives las relativizan en grandísima medida: así, Pierre Vilar dice que –con los Decretos de Nueva Planta- ‘lo que se suprimió fue cuanto quedaba de un Estado medieval (y en este caso, es discutible tal término Estado)’… [ver la Breve historia de Cataluña, pág. 91]; y Vicens Vives, sobre un mismo tema y en otra obrita seria escrita para todos los españoles, dice que ‘tal desescombrar de sus privilegios y fueros insospechadamente benefició a Cataluña, no sólo porque obligó a los catalanes al mirar hacia su porvenir, sino por brindarles las mismas posibilidades que a Castilla en el seno de la común monarquía’ [desde Aproximación a la historia de España, págs. 131-132].
  
Menos lobos, pues… Realidad fáctica histórica es que una Cataluña moderna o contemporánea se ha construido y ha crecido desde algunos marcos de la unidad en España beneficiándose con ella y por sus mercados, el peninsular más los coloniales. Todo español mínimamente informado, incluidos los catalanes también, sabe cómo Cataluña se desarrolló industrialmente gracias –en muy fundamentales medidas- a capitales repatriados desde sus colonias; a las políticas, ultraproteccionistas, arrancadas al poder central español; o las alianzas objetivas, en torno a los dominantes en Madrid, ‘del textil catalán con la ferretería vasca u otros cerealistas castellanos’ [conforme al prof. Vicens Vives, en Los catalanes del siglo XIX, pág. 67]; y a una explotación posiblemente, la más desnuda o cruda para España de su historia moderna- sobre tantas capas trabajadoras que allí buscaban supervivencia...
  
Por aquellos momentos, las élites dirigentes catalanas no tuvieron el menor empacho en recurrir a fuerzas de Orden Público centralistas o hasta impulsar la llegada para una 'Dictadura' con tal del –así- defenderse sus propiedades, o/y sistemas establecidos. Menos agravios permanentes y eternos victimismos, pues, a estas alturas de la Historia; aunque por cuanto a lo cultural la realidad fuera otra muy distinta.
   
 
Las derivas de los independentismos actuales empezaron 'epilépticamente' con Maragall, más el Tripartit, y su nuevo Estatut. Lo cuenta Enric Juliana [leer Modesta España, pág. 92]: en agosto de 2005 por Rupiá, le reportó Ernest Maragall a su hermano ‘vamos a enviar un Estatut hasta Madrid del que… durante mucho tiempo se hablará, ya veremos qué pasa’. ¿Cabe mayor frivolidad política? Todo empezó entonces. Y acabaría para Maragall [con palabras del mismo E. Juliana] ‘el día en que se sobrevaloró él –Maragall, el afortunado…- creyéndose, como manda su linaje, cambiar España por un sólo pensarlo. Y, tan sola mente, queriendo’. Sí. Maragall inició un proceso en el que dejó al PSC sin margen de maniobra: ‘No sabemos hasta dónde iríamos a llegar. Esto nunca lo controlaremos nosotros’, me confesaron a mí Manuela de Madre y Miquel Iceta en el año 2005 durante una visita que les hice al Parlament allí, adonde fui para informarme.
  
Todavía quieren algunos aprovecharse, ahora, del embrollo. Alguien para ‘corregir los errores de 1980’, como se ha escrito hace poco; y otros porque ‘de la catástrofe, algo sacaremos nosotros’, como me decía esta semana un industrial catalán. O volver al pasado o chalanear con esto presente... Ambas cosas inaceptables, del todo, serán. La primera porque al pasado nunca se puede volver; y lo segundo dado que, desde la Constitución del 1978 a este acá, España es una ‘Nación de ciudadanos’; pero sin más monsergas. Esa Constitución se ha desarrollado desde aquel entonces, entre –y por- todos, dándole orígenes a una serie de sociedades intermedias democráticamente estructuradas. Todos los españoles y sus territorios han de ser tenidos en cuenta para cualesquier nuevos experimentos: aparte de Cataluña y Madrid, estaremos los demás españoles; y somos más… No caben soluciones bilaterales.
  
Existe otra razón, además: esta ‘epilepsia’ catalana es –de alguna subespecie- sin tratamientos… Los nacionalismos tampoco tendrían curas (definitivas). O como decimos en Andalucía, el nacionalismo no tiene 'jarturas'; ni se saciará, nunca. Alguna solución, no obstante, habría que buscarle, más adelante y sin prisas.
  
Ahora únicamente cabe hacer lo que Mao Zedong en 1937 hizo, ante la invasión japonesa de China: impulsó el ‘Frente Único Antijaponés' aliándose con Chiang Kai-shek, y dejaron para más adelante su guerra civil, contra el Kuomintang. Primero al atacante contra la Nación, y luego el adversario de clase. Pues eso: que ahora en España, un frente unido constitucional, sin matices ni ocurrencias. Y más adelante a trabajar en soluciones serias, o integrales, e integradoras. Dentro del marco de lo europeo, y en la UE, claro; ahora, Constitución.”
       
Hace casi 40 años, el coronel Tejero daba un último golpe de Estado: "(...) Militares y tropa tomaron, a las maneras románticas, Institución y aguardaron una llegada de su autoridad competente. No vino. Todo tenía un aire antiguo, de novela del ochocientos, y ni siquiera los tanques de Milans lograron subirlo al siglo XX. Fue un último golpe moderno… Vivimos ahora otro golpismo, muy similar, mas posmoderno.
  
El actual Tejero se llama Puigdemont y también ha surgido desde la nada, pero a diferencia del coronel este golpista se muere por aparecer en la radio, la televisión, la prensa, y sobre todo (lo más infantil) las llamadas ‘redes sociales’...
   
      
De hecho, el golpe lo está dando en el mundo inmaterial y compite con Rajoy en audiencias, horas punta, publicidad, seguidores telemáticos y fotografías en la prensa extranjera. Como Kim Jong-un, ha dado orden de que todos sonrían a la cámara. Es otro modelo, pero sus efectos los mismos: allí están todos, agachándose, hasta saber quién ganará. No hay ni dos de pie.”
  
El presidente de la 2ª formación con más votos, y líder de la Oposición parlamentaria, en Cataluña (o sea, 'Ciutadans') lo tiene formulado muy claro: "El día después del 1-O, cuando se consiga parar el golpe, no vamos a aceptar 30 años más la táctica del apaciguamiento, las cesiones y el chantaje de los políticos que quieren romper nuestro país".
Como habíamos advertido aquí, antes ya del que Junqueras interrumpiera su rendición semanal de cuentas hacia Montoro desencadenando la réplica siguiente hasta el serle intervenidas por éste las Finanzas autonómicas catalanas: un próximo día ‘2-O’ habría tantísima (ninguna, por fin…) 'desconexión' real entre ambas dos riberas del río Noguera Ribagorzana como (tampoco) la hubo aquel ‘10-N’ de 2014, precedente; o/y, ¡recuérdese!, aún otro ‘7-O’ en el histórico 1934.
 
¡Cuantísimos ruidos para estos (apenas, casi) nada...! No se ve por ningún lado ya tamaño 'choque de tren...es'; habría como mucho uno, solo, lanzado contra el Muro estatal, a su vez persistente impávido como un ‘D. Tancredo’: desmesura en las monsergas para ‘Pla[na]zos Ahí va leche y de… Mas & Puig del Món’, o 'Procés' que semeja -siempre desinflable- suflé…
  
Y a todos estos cuentitos, ¿de las Cuentas, qué? Pues tenemos a la Generalitat, entrampada con 'Madrid' hasta las cejas por el FLA y evaluada –"sin crédito"…- en Mercados financieros [globales] como foco emisor de ya solo bonos basuras, ansiosa para que se le renegociare su enésimo ‘rescate’ próximo a vencer: ¿es que no recordamos aquel otro fulminante corralito con el que la UE sometió a Tsipras cuando, en análoga situación de Súper Endeudamientos, intentó su órdago unilateral [made in Varoufakis…] también mediante la convocatoria del Referéndum…?
   
¡Ojalá que t@nta bravuconada del Govern catalá no termine deviniendo -al fin de sus insostenibles fugas adelante- cual patadas [contra la Constitución, el Estatut, los Tribunales, Gobierno y Parlamentos] golpeando... en bolsillos de otras gentes catalanas como Funcionarios, Alcaldes o Servidores Públicos, Pensionistas, Manifestantes, Cías. Proveedoras u otras, etc.!
  
    
Mas lo que sí podría darse quizás, en cambio (conforme a los síntomas últimos, ya muy obvios), es alguna escisión entre las 'dos orillas' [del PSC/PSOE]; de sendas portavocías encarnadas por Soraya Rguez. más Ó. Puente, a un lado, y Marga Robles -junto a Pedro Sánchez- al otro... 
 
Y "... habla Pablo Iglesias del cómo ahora España se halla por una situación con emergencia democrática mencionando en vano los fantasmas de Franco, como si el problema embrionario en esta crisis de libertades y derechos estuviese alojado por La Moncloa; o su aversión hacia Rajoy, tan compartida en el espectro de la izquierda, pudiera encubrir comportamientos filo (si no proto) franquistas que proliferan entre las estrategias desquiciadas del soberanismo.
El problema del equiparar esta España contemporánea con aquella dictadura de Franco no sólo implica una degradación hiperbólica para la democracia que disfrutamos en su imperfección. Supone un ejercicio de frivolidad respecto al trauma del régimen totalitario que se prolongó 40 años a expensas de las libertades, la transparencia y el Estado de derecho mismos. Esa negligencia política en que puede haber incurrido Rajoy no es equiparable a la subversión del soberanismo: son Mas, Puigdemont, Junqueras, Tardà y Forcadell quienes parecen obsesionados, no con advertir de rebrote del franquismo, sino en participar por tentaciones para imitarlo.
Es en Cataluña donde la democracia adquiere ahora una dimensión decorativa e instrumental, o donde hoy el caudillo ha encontrado estertores para seguir respirando."
   
(Rubén Amón: "Españoles, Franco... ha vuelto", El Pais de hoy)